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Imagine la siguiente escena: usted tiene un emprendimiento, le dan la oportunidad de estar en un espacio para contar lo que hace a los visitantes de la feria, y el vecino, otro emprendedor, termina interesado en su idea y cierran un trato. Pequeño, pero lo cierran. O, por ejemplo, un pequeño negocio que no tiene el suficiente dinero para pagar publicidad recibe la visita de un periodista, su idea es innovadora y resulta como protagonista de la historia periodística. Al día siguiente su whatsapp se ‘estalla’ y logra vender lo que no había conseguido hasta ese momento. En una sala de al lado, un conferencista que viene de España, cuenta cómo el método científico está revolucionando el mundo de los negocios. Sí, ese de identificar un problema, generar una hipótesis, proponer soluciones, ver qué tan factibles son, probar, probar y probar, cambiar culturas internas con los resultados y, al final, evidenciar que tan solo un pequeño cambio que resultó de este proceso disparar a una empresa hasta 30 veces en sus números.
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Por los pasillos se ven rostros conocidos de inversionistas que manejan millones de dólares de family office que saben cómo poner su dinero en las mejores empresas con potencial de crecimiento y retorno valioso sobre esa inversión. También esas emprendedoras que repiten feria y se les ve con la misma energía, las mismas ganas de contar la historia de su empresa. En una esquina, una estudiante de doctorado que busca información para escribir su tesis de grado sobre la conversión de plásticos y su mejor uso en una sociedad que genera basura por millones. Otro conferencista internacional, un piso más arriba, explica por qué la curiosidad debe ser vista como una ventaja competitiva. Afuera, en un espacio con mesas dispuestas para conectar con otras personas, los protagonistas del espacio son dos grandes empresas que también comenzaron como emprendimientos, y ahora venden con éxito sus hamburguesas y sus crepes.
Y así se va tejiendo el segundo de tres días. Más abajo, un grupo de mujeres talentosas hablan de una comunidad tecnológica que crearon y ya se ha convertido en un faro para muchas niñas que antes veían lejana la posibilidad de educarse en oficios TI. Y todo va pasando en un centro de eventos de Bogotá, la ciudad que “según el Informe Global Startup Ecosystem Index 2023 de StartupBlink, se ha ubicado en el tercer puesto en América Latina, habiendo escalado dos posiciones desde el año 2022. A nivel mundial, también ha avanzado significativamente, pasando del puesto 77 en 2021 al puesto 65 en 2023, ascendiendo 12 posiciones en el ranking general”, cuenta la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), que, apunta, “nos enorgullece contribuir a posicionar como la capital latinoamericana del emprendimiento y la innovación”.
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Y por eso crearon el Gofest, el mismo festival de emprendimiento que visitamos y relatamos en los párrafos que hasta aquí ha leído. Porque “dinamizan y fortalecen el ecosistema emprendedor en la ciudad”, apunta la CCB. Y es que de eso tratan estos espacios, de conectar, de dejar contar cómo lo han hechos los que ya son un poco más grandes, pero también para que los estudiantes de una universidad puedan ir a contar su idea que aunque hasta ahora es prototipo, ya sonó entre los asistentes por el sentido social que tenía.
“Espacios como Gofest contribuyen de manera decidida a inspirar a las startups y emprendedores, y les abre la posibilidad a que entren en contacto con actores clave para el levantamiento de capital, cierre de ventas y a que aprendan de referentes para consolidar sus negocios. Esta es una oportunidad única para todas las personas que hacen parte del ecosistema emprendedor para interactuar con algunos de los mentores y oradores más influyentes en el mundo del emprendimiento”, dice Juan David Castaño, vicepresidente de Fortalecimiento Empresarial de la CCB. Y tiene razón. Ir a estos espacios cambia mentalidades. Cabezas. Sirve para muchas cosas: para inspirar, para angustiarse, para copiar, para repensar, para buscar socios, para bajar el ego, para ilusionarse, para hablar.
Y no es este el único, pero sí fue el de esta semana. Los hay en Medellín, en Cartagena, en Cali, en el Eje Cafetero, en Neiva, hay más de los que uno se imagina, pero que, por desconocimiento, tiende a dejar pasar. “Para mí es más valioso estos cinco minutos que llevamos hablando con usted que una mentoría de esas caras que nos ofrecen”, escuchamos decir a un emprendedor que, a pesar de tener un emprendimiento de desarrollo de software ya escalado, no ha logrado cumplir su objetivo de darse a conocer por su talento y el de su empresa por eso, por su talento. Siente que le falta algo más para darse a conocer y todavía no ha encontrado quién le ayude en ese objetivo.
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En tres días de feria “más de 150 speakers, valientes founders, prometedoras startups, inversionistas visionarios, mentores de alto nivel y futuros emprendedores” estuvieron presentes. Estuvieron representantes de “Google, Endeavor, Techstars, Habi, AWS, 500, Rappi, Rockstart, Kapital, Alaya Capital, Newtopia y Cube Ventures”, todos nombres de protagonistas que juegan papeles interesantes en todo este ecosistema.
Este espacio, que tenía uno adecuado para conferencias y paneles con más de 100 expositores nacionales e internacionales, expertos en crecimiento acelerado, venture capital, inteligencia artificial y desarrollo de ecosistemas colaborativos; otros que estaba pensando para inversionistas, corporativos y mentores para generar “matchmaking” con startups en etapa de aceleración y uno final para la visibilidad a emprendimientos del ecosistema en etapa de incubación. El paquete completo, que llaman.
Para los que estamos contando historias de la gente que todos los días se levanta a tratar de crecer sus negocios, ofrecer empleo, pensar diferente; sí son valiosos estos festivales. Será por eso que muchos siguen creyendo que el networking de estos espacios compite con esos cuatro semestres de académicas especializaciones que, dicho por muchos emprendedores, enseñan muy bien cómo emprender, solo que sus profesores nunca han montado un emprendimiento.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚