La emprendedora de 71 años que creó un inclusivo negocio en medio de la pandemia
Gladys Galeano es un ejemplo a seguir, fabrica prendas de vestir y muñecos que abrazan a las personas que se sienten solas y deprimidas. Esta es su historia.
Edwin Bohórquez Aya
A la señora Gladys la conocimos cuando caminábamos por la feria de economía popular +Talante, en Corferias. Ella, vestida con un ‘sacote’ que llegaba hasta sus rodillas y con una sonrisa que ilumina, nos abordó para ofrecer lo que hacía en su emprendimiento: sacos, muchos sacos, pero también cobertores para las manos y los pies, muñecas que, como dice ella, son inclusivas y buscan ayudarle a las personas que se sienten solas y deprimidas. Pero también para las niñas y niños que sienten que no todos los juguetes son como ellos, es decir, que están en sillas de ruedas, que usan muletas o una venda para curar su brazo luxado. Para todos ellos, también hay muñecos así, para que se sientan identificados.
Le preguntamos por un poco de su historia y esto nos respondió: “Sacotes es un emprendimiento que nace en pandemia para ser la solución de los días de frío en un tiempo en el que la realidad de adultos, jóvenes y niños giraba en torno al aislamiento social para preservar la salud. Iniciamos fabricando tapabocas, gorros y chaquetas para evitar el contagio por Covid-19, y con el pasar de los meses, evidenciamos que no solamente las personas en el mundo se estaban contagiando de covid, sino también de una enfermedad que más allá de afectar la salud física, estaba afectando la salud mental de las personas como lo era la soledad y la depresión por el aislamiento. Es entonces cuando incluimos en nuestra marca los sacos gigantes acompañados del eslogan “El abrazo perfecto para los días de frío””.
Dice la señora Gladys que “Sacotes es un emprendimiento que quiere ser cercano a todos los grupos poblacionales del país y queriendo ir más allá de un sentido comercial, ha querido abanderar una campaña educativa para grandes y pequeños y se trata de un nuevo proyecto elaborado con materiales aprovechable (telas de diferentes materiales) que dan vida a nuestros muñec@s de inclusión, que más allá de abordar a las comunidades LGTBIQ+, busca dar también reconocimiento a las personas que carecen de la vista, una extremidad, usan lentes, utilizar aparatos de movilidad o son talla plus (XXL)”.
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Y para sumar, en “este nuevo proyecto busca acercar a los más pequeños al manejo de realidades que en cualquier momento podrían encontrar en su diario vivir y que al no saber cómo enfrentarlos generan distanciamiento y rechazo hacia quien padece esta discapacidad de manera no intencionada. Este tipo de bulling que describimos, desde Sacotes queremos abordarlo con los padres, maestros y fundaciones para que a través de los muñec@s de inclusión les enseñemos a abrazar las diferencias despertando en sus hijos la sensibilidad para acercarse y aceptar de manera respetuosa al otro y lo hagamos parte de nuestras vidas, saliéndonos del estereotipo de belleza y perfección que nos venden hoy las redes sociales”.
Sin más largas, aquí van las respuestas a las 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos que le enviamos a Gladys Galeano, la emprendora de 71 años que creó Sacotes:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 71 años y estudié un técnico en pre-escolar, el cual ejercí por 45 años trabajando con niños de 3 meses a 5 años en un hogar infantil.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea nace en pandemia en el mes de abril del año 2020 creando piezas para la protección del Covid elaborando tapabocas, gorros y chaquetas. sin embargo, y con el pasar de los meses, evidenciamos que no solamente las personas en el mundo se estaban contagiando de covid, sino también de una enfermedad que más allá de afectar la salud física, estaría afectando la salud mental de las personas como lo era la soledad y la depresión por el aislamiento. Es entonces cuando incluimos en nuestra marca los sacos gigantes acompañados del slogan: “El abrazo perfecto para los días de frío”. Aahora hemos creado una nueva línea de muñec@s de inclusión, que más allá de abordar a las comunidades LGTBIQ+, busca dar también reconocimiento a las personas que carecen de la vista, una extremidad, usan lentes, utilizar aparatos de movilidad o son talla plus (XXL). Sin darnos cuenta terminamos creando una marca con concepto entorno a los abrazos y a la inclusión.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
En un momento tan complejo como el de la pandemia, en mi caso empezó por una necesidad de proteger a mi familia de una enfermedad desconocida que estaba causando la muerte, y ante la escasez de tapabocas empecé a crear unos caseros con diseño que combinaban con gorros y chaquetas. Los diseños de las telas se convirtieron en algo novedoso para las personas que empezaron a vestir con color una época difícil para todos. Sin lugar a duda, los amigos cercanos son quienes se convierten en ese apoyo primario que con su compra de 1 o 2 productos nos generaban el ingreso que sería nuevamente invertido para hacer más producción.
Recomendado: Los 10 hábitos que toda persona necesita practicar para desarrollar su talento
Es necesario persistir y ser constante para poder ver frutos, aceptar las recomendaciones de las personas que adquirían nuestros productos y sobre todo agradecer a cada cliente por su compra, ya que ellos muchas veces pueden ser quienes traigan a nosotros un nuevo cliente que quiere nuestro producto.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
De $80 mil pesos que tenía, fui al barrio La Alqueria para comprar cinco metros de tela, desperdicié material mientras aprendía de manera empírica viendo videos y tutoriales por Youtube (ya que en pandemia no se podía estudiar de manera presencial). Después, cuando veían a mis hijas con mis productos, las personas iban solicitándome prendas para ellas, y nuevamente de mis ahorros compraba los dos o cuatro metros de tela que necesitaba e iba entregando las prendas. Con lo que me pagaban reinvertía nuevamente para poder cumplirle al siguiente cliente. Fueron muchos meses en los que no hubo una ganancia porque todo se iba en reinversión, sin embargo este proceso me permitió en un momento contar con un ‘stock’ de 5 sacos y luego de 10 en donde las personas ya podían escoger su prenda y llevársela de manera inmediata. No es un proceso sencillo ni rápido, pero si hay disciplina y ganas, se puede poco a poco tener un plante.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
He logrando ser activa, vigente y productiva a mis 71 años una edad en la que habría pensado que estaría cuidando a mi nieta en la casa. He logrado cambiar la realidad de mi familia integrándonos en torno a una idea de negocio. Hemos encontrado en Sacotes alternativas nuevas en las que más allá de quitar el frío, tambien podemos educar y abrazas las diferencias y resignificar el concepto de belleza que imponen las redes sociales.
He cambiado mi idea de que: crear empresa es dificil porque hay alternativas que ayudan a formalizarte y capacitarte como lo hace la Camara de Comercio de Bogotá y tambien instituciones que te dan un empujoncito para mostrar tus productos como lo fue para nosotros el Centro Comercial Paseo Villa del Rio, con el mercado de vecinos del barrio Villa del Río y el grupo Artefactos, en el parque las rampas.
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6. ¿Soy feliz?
Soy inmensamente feliz de ver que mi emprendimiento nos ha unido como familia siendo el activo más valioso que tengo, y más feliz aún cuando veo a un cliente que se lleva un pedacito de nuestra empresa a sus casas para abrazar a sus seres queridos con nuestros productos.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
En este momento no lo hemos contemplado, por ahora lo visualizo como un emprendimiento familiar que puede crecer y fortalecerse con mis hijas y más adelante con mi nieta llevando este legado.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender es estar dispuesto a sacrificar momentos con tu familia, es cargar grandes maletas con tus productos para mostrarlos en ferias, es estar fines de semana al sol y a la lluvia esperando al cliente perfecto que se enamore de tu producto y lo lleve a casa. También muchas veces ese cliente no llega y debes recoger todos tus productos y volver a casa y cuestionarte sobre qué hiciste mal este día. Es trasnochar completando un pedido de un cliente de última hora para poder cumplirle y que sea un cliente satisfecho.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
He cumplido un sueño como lo es el de verme como una persona realizada, útil y con un producto que tiene un mensaje importante que darle a las personas. He cumplido el sueño de todo emprendedor al participar en una feria en Corferias, ya que lo veía como algo imposible e inalcanzable.
Perfecto para su negocio: El curso gratuito que ofrece Hewlett-Packard para empezar su propio emprendimiento
Me hace falta contar con el músculo económico suficiente y oportunidades de negocio que me permitan ser una generadora de empleo para mujeres cabeza de familia y de la tercera edad que aporten en la creación de nuestros productos.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Seguimos trabajando en la búsqueda de espacios que nos permitan exponer nuestros productos para ampliar nuestro mercado para darlo a conocer de manera masiva y empezar a trabajar en el fortalecimiento de nuestra segunda línea de muñec@s de inclusión para hacer eco en el mensaje de inclusión de formas distintas a las LGTBIQ+en fundaciones e instituciones académicas.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Consideramos que Sacotes y Muñec@s de inclusión son proyectos que con la orientación y capacitación apropiada puede crecer en líneas de producción, contratación de satélites con mujeres cabeza de familia y/o personas con limitaciones físicas, como también en la apertura de sucursales nacionales e internacionales.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Es un poco prematuro pensar en esta posibilidad, sin embargo estudiaríamos esta alternativa bajo una premisa muy importante y es que en caso de hacerlo, debería ser una persona que tenga la misma disposición de servicio y compartir la misión y visión de Sacotes como compañia.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Creo que en Sacotes no existe algo que nos genere arrepentimiento, ya que cada paso bueno y no tan afortunado ha sido vital para el aprendizaje de nuestra compañía.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Nuestra inspiración ha estado centrada en miembros de nuestra familia, inicialmente de la fortaleza de mi padre quien trabajo hasta sus 75 años en su taller de ornamentación y me enseñó a ver que sin importar la edad, siempre puedes generar ingresos para tu familia y enseñar a las generaciones que vienen detras de ti. Mi madre fue mi segundo modelo de inspiración, quien siempre tenía en ella viva la creatividad para transformar la Navidad, valiéndose de frijoles y garbanzos o de papel crepé para dar un toque de renovación y reuniendo a toda la familia para cooperar y transformar.
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Veo inspiración en pares emprendedores que veo como poco a poco van fortaleciendo sus proyectos internacionalizándolos, manteniendo su esencia.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Muchas veces al final de un día o una semana en la que no has generado ventas, te puedes sentir frustrado porque has pagado un espacio para exhibir y vender tu negocio, y al hacer el balance del día o la semana te vas en números rojos, porque pagas transporte, alimentos y estás con las manos vacías.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Sacotes hace parte de la Cámara de comercio de Bogotá, quien nos dio la guía para ampliar nuestro horizonte a espacios más formales y de aprendizaje, al proyecto “Mercado de vecinos” del Centro Comercial Paseo Villa del Río que nos visualizo en pandemia y nos permitió tener un stand en sus instalaciones.
Una más: Consejos de 4 empresarios de primer nivel para practicar en su emprendimiento
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sin lugar a dudas creo que lo estoy haciendo trasciente porque ya ha despertado en mi hija menor la mentalidad emprendedora, vital para tener un oficio al culminar la etapa laboral. Y el impacto hacia nuevas generaciones está de la mano de nuestros muñec@s de inclusión que llevan un mensaje de amor, aceptación y cambio de patrones infundados en redes sociales que les permiten visualizar las realidades de las personas en la vida diaria.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años tendré 81 años y me visualizo feliz apoyando la labor social de Sacotes, contando con un mensaje importante hacia el camino de la inclusión de hombres y mujeres con ganas de ser productivos a la sociedad y viendo mi emprendimiento ser una compañía administrada con sabiduría y ejemplo para otros.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Han sido un pilar muy importante, ya que mis hijas han sido mi músculo de apoyo para tener ideas, hacer la compra de materiales y la fuerza para ir a comercializarlo. Los amigos y clientes que tenemos han apoyado enormemente en la divulgación y recomendación de mis productos ampliando la difusión de un emprendimiento que ha llegado para cambiar la vida de mi familia.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Pero por supuesto, si yo puedo, todos pueden, hay que apostarle a la creación de empresa y hacer realidad los sueños. Les recomendaría desde mi experiencia en la importancia de formalizar sus negocios y aprovechar las alternativas de capacitación existentes gratuitas que ofrece la CCB y otras entidades del país.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo de trabajo son mis dos hijas Cristina y Pily, y mi nieta, Juanita, que día a día me fortalecen y espero que vean en mí un ejemplo de fortalecimiento y superación. Igualmente el Centro Comercial Paseo Villa del Río quien me amplió el horizonte al mostrarme el compromiso que se debe tener con un emprendimiento diariamente en donde con ventas o sin ellas, siempre debes tener una actitud de servicio y atención.
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22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Sacotes es una marca que más alla de un sello comercial, busca generar emociones, por eso nuestro eslogan es: “Para abrazar a tus seres queridos en los días de frío” y al mismo tiempo empatizar desde nuestros muñec@s de inclusión con aquellas personas que por tener diferencias físicas marcadas, son discriminados y muchas veces son victimas de bulling y aislamiento.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido que nunca es tarde para progresar, nunca es tarde para fortalecer una idea que aunque parezca pequeña y solamente beneficie a un hijo, a futuro si lo proyectas y lo cuentas con tus amigos más cercanos, se puede volver en una satisfacción familiar.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
A la señora Gladys la conocimos cuando caminábamos por la feria de economía popular +Talante, en Corferias. Ella, vestida con un ‘sacote’ que llegaba hasta sus rodillas y con una sonrisa que ilumina, nos abordó para ofrecer lo que hacía en su emprendimiento: sacos, muchos sacos, pero también cobertores para las manos y los pies, muñecas que, como dice ella, son inclusivas y buscan ayudarle a las personas que se sienten solas y deprimidas. Pero también para las niñas y niños que sienten que no todos los juguetes son como ellos, es decir, que están en sillas de ruedas, que usan muletas o una venda para curar su brazo luxado. Para todos ellos, también hay muñecos así, para que se sientan identificados.
Le preguntamos por un poco de su historia y esto nos respondió: “Sacotes es un emprendimiento que nace en pandemia para ser la solución de los días de frío en un tiempo en el que la realidad de adultos, jóvenes y niños giraba en torno al aislamiento social para preservar la salud. Iniciamos fabricando tapabocas, gorros y chaquetas para evitar el contagio por Covid-19, y con el pasar de los meses, evidenciamos que no solamente las personas en el mundo se estaban contagiando de covid, sino también de una enfermedad que más allá de afectar la salud física, estaba afectando la salud mental de las personas como lo era la soledad y la depresión por el aislamiento. Es entonces cuando incluimos en nuestra marca los sacos gigantes acompañados del eslogan “El abrazo perfecto para los días de frío””.
Dice la señora Gladys que “Sacotes es un emprendimiento que quiere ser cercano a todos los grupos poblacionales del país y queriendo ir más allá de un sentido comercial, ha querido abanderar una campaña educativa para grandes y pequeños y se trata de un nuevo proyecto elaborado con materiales aprovechable (telas de diferentes materiales) que dan vida a nuestros muñec@s de inclusión, que más allá de abordar a las comunidades LGTBIQ+, busca dar también reconocimiento a las personas que carecen de la vista, una extremidad, usan lentes, utilizar aparatos de movilidad o son talla plus (XXL)”.
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Y para sumar, en “este nuevo proyecto busca acercar a los más pequeños al manejo de realidades que en cualquier momento podrían encontrar en su diario vivir y que al no saber cómo enfrentarlos generan distanciamiento y rechazo hacia quien padece esta discapacidad de manera no intencionada. Este tipo de bulling que describimos, desde Sacotes queremos abordarlo con los padres, maestros y fundaciones para que a través de los muñec@s de inclusión les enseñemos a abrazar las diferencias despertando en sus hijos la sensibilidad para acercarse y aceptar de manera respetuosa al otro y lo hagamos parte de nuestras vidas, saliéndonos del estereotipo de belleza y perfección que nos venden hoy las redes sociales”.
Sin más largas, aquí van las respuestas a las 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos que le enviamos a Gladys Galeano, la emprendora de 71 años que creó Sacotes:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 71 años y estudié un técnico en pre-escolar, el cual ejercí por 45 años trabajando con niños de 3 meses a 5 años en un hogar infantil.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea nace en pandemia en el mes de abril del año 2020 creando piezas para la protección del Covid elaborando tapabocas, gorros y chaquetas. sin embargo, y con el pasar de los meses, evidenciamos que no solamente las personas en el mundo se estaban contagiando de covid, sino también de una enfermedad que más allá de afectar la salud física, estaría afectando la salud mental de las personas como lo era la soledad y la depresión por el aislamiento. Es entonces cuando incluimos en nuestra marca los sacos gigantes acompañados del slogan: “El abrazo perfecto para los días de frío”. Aahora hemos creado una nueva línea de muñec@s de inclusión, que más allá de abordar a las comunidades LGTBIQ+, busca dar también reconocimiento a las personas que carecen de la vista, una extremidad, usan lentes, utilizar aparatos de movilidad o son talla plus (XXL). Sin darnos cuenta terminamos creando una marca con concepto entorno a los abrazos y a la inclusión.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
En un momento tan complejo como el de la pandemia, en mi caso empezó por una necesidad de proteger a mi familia de una enfermedad desconocida que estaba causando la muerte, y ante la escasez de tapabocas empecé a crear unos caseros con diseño que combinaban con gorros y chaquetas. Los diseños de las telas se convirtieron en algo novedoso para las personas que empezaron a vestir con color una época difícil para todos. Sin lugar a duda, los amigos cercanos son quienes se convierten en ese apoyo primario que con su compra de 1 o 2 productos nos generaban el ingreso que sería nuevamente invertido para hacer más producción.
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Es necesario persistir y ser constante para poder ver frutos, aceptar las recomendaciones de las personas que adquirían nuestros productos y sobre todo agradecer a cada cliente por su compra, ya que ellos muchas veces pueden ser quienes traigan a nosotros un nuevo cliente que quiere nuestro producto.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
De $80 mil pesos que tenía, fui al barrio La Alqueria para comprar cinco metros de tela, desperdicié material mientras aprendía de manera empírica viendo videos y tutoriales por Youtube (ya que en pandemia no se podía estudiar de manera presencial). Después, cuando veían a mis hijas con mis productos, las personas iban solicitándome prendas para ellas, y nuevamente de mis ahorros compraba los dos o cuatro metros de tela que necesitaba e iba entregando las prendas. Con lo que me pagaban reinvertía nuevamente para poder cumplirle al siguiente cliente. Fueron muchos meses en los que no hubo una ganancia porque todo se iba en reinversión, sin embargo este proceso me permitió en un momento contar con un ‘stock’ de 5 sacos y luego de 10 en donde las personas ya podían escoger su prenda y llevársela de manera inmediata. No es un proceso sencillo ni rápido, pero si hay disciplina y ganas, se puede poco a poco tener un plante.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
He logrando ser activa, vigente y productiva a mis 71 años una edad en la que habría pensado que estaría cuidando a mi nieta en la casa. He logrado cambiar la realidad de mi familia integrándonos en torno a una idea de negocio. Hemos encontrado en Sacotes alternativas nuevas en las que más allá de quitar el frío, tambien podemos educar y abrazas las diferencias y resignificar el concepto de belleza que imponen las redes sociales.
He cambiado mi idea de que: crear empresa es dificil porque hay alternativas que ayudan a formalizarte y capacitarte como lo hace la Camara de Comercio de Bogotá y tambien instituciones que te dan un empujoncito para mostrar tus productos como lo fue para nosotros el Centro Comercial Paseo Villa del Rio, con el mercado de vecinos del barrio Villa del Río y el grupo Artefactos, en el parque las rampas.
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6. ¿Soy feliz?
Soy inmensamente feliz de ver que mi emprendimiento nos ha unido como familia siendo el activo más valioso que tengo, y más feliz aún cuando veo a un cliente que se lleva un pedacito de nuestra empresa a sus casas para abrazar a sus seres queridos con nuestros productos.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
En este momento no lo hemos contemplado, por ahora lo visualizo como un emprendimiento familiar que puede crecer y fortalecerse con mis hijas y más adelante con mi nieta llevando este legado.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender es estar dispuesto a sacrificar momentos con tu familia, es cargar grandes maletas con tus productos para mostrarlos en ferias, es estar fines de semana al sol y a la lluvia esperando al cliente perfecto que se enamore de tu producto y lo lleve a casa. También muchas veces ese cliente no llega y debes recoger todos tus productos y volver a casa y cuestionarte sobre qué hiciste mal este día. Es trasnochar completando un pedido de un cliente de última hora para poder cumplirle y que sea un cliente satisfecho.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
He cumplido un sueño como lo es el de verme como una persona realizada, útil y con un producto que tiene un mensaje importante que darle a las personas. He cumplido el sueño de todo emprendedor al participar en una feria en Corferias, ya que lo veía como algo imposible e inalcanzable.
Perfecto para su negocio: El curso gratuito que ofrece Hewlett-Packard para empezar su propio emprendimiento
Me hace falta contar con el músculo económico suficiente y oportunidades de negocio que me permitan ser una generadora de empleo para mujeres cabeza de familia y de la tercera edad que aporten en la creación de nuestros productos.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Seguimos trabajando en la búsqueda de espacios que nos permitan exponer nuestros productos para ampliar nuestro mercado para darlo a conocer de manera masiva y empezar a trabajar en el fortalecimiento de nuestra segunda línea de muñec@s de inclusión para hacer eco en el mensaje de inclusión de formas distintas a las LGTBIQ+en fundaciones e instituciones académicas.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Consideramos que Sacotes y Muñec@s de inclusión son proyectos que con la orientación y capacitación apropiada puede crecer en líneas de producción, contratación de satélites con mujeres cabeza de familia y/o personas con limitaciones físicas, como también en la apertura de sucursales nacionales e internacionales.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Es un poco prematuro pensar en esta posibilidad, sin embargo estudiaríamos esta alternativa bajo una premisa muy importante y es que en caso de hacerlo, debería ser una persona que tenga la misma disposición de servicio y compartir la misión y visión de Sacotes como compañia.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Creo que en Sacotes no existe algo que nos genere arrepentimiento, ya que cada paso bueno y no tan afortunado ha sido vital para el aprendizaje de nuestra compañía.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Nuestra inspiración ha estado centrada en miembros de nuestra familia, inicialmente de la fortaleza de mi padre quien trabajo hasta sus 75 años en su taller de ornamentación y me enseñó a ver que sin importar la edad, siempre puedes generar ingresos para tu familia y enseñar a las generaciones que vienen detras de ti. Mi madre fue mi segundo modelo de inspiración, quien siempre tenía en ella viva la creatividad para transformar la Navidad, valiéndose de frijoles y garbanzos o de papel crepé para dar un toque de renovación y reuniendo a toda la familia para cooperar y transformar.
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15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Sacotes hace parte de la Cámara de comercio de Bogotá, quien nos dio la guía para ampliar nuestro horizonte a espacios más formales y de aprendizaje, al proyecto “Mercado de vecinos” del Centro Comercial Paseo Villa del Río que nos visualizo en pandemia y nos permitió tener un stand en sus instalaciones.
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17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sin lugar a dudas creo que lo estoy haciendo trasciente porque ya ha despertado en mi hija menor la mentalidad emprendedora, vital para tener un oficio al culminar la etapa laboral. Y el impacto hacia nuevas generaciones está de la mano de nuestros muñec@s de inclusión que llevan un mensaje de amor, aceptación y cambio de patrones infundados en redes sociales que les permiten visualizar las realidades de las personas en la vida diaria.
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Pero por supuesto, si yo puedo, todos pueden, hay que apostarle a la creación de empresa y hacer realidad los sueños. Les recomendaría desde mi experiencia en la importancia de formalizar sus negocios y aprovechar las alternativas de capacitación existentes gratuitas que ofrece la CCB y otras entidades del país.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo de trabajo son mis dos hijas Cristina y Pily, y mi nieta, Juanita, que día a día me fortalecen y espero que vean en mí un ejemplo de fortalecimiento y superación. Igualmente el Centro Comercial Paseo Villa del Río quien me amplió el horizonte al mostrarme el compromiso que se debe tener con un emprendimiento diariamente en donde con ventas o sin ellas, siempre debes tener una actitud de servicio y atención.
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Sacotes es una marca que más alla de un sello comercial, busca generar emociones, por eso nuestro eslogan es: “Para abrazar a tus seres queridos en los días de frío” y al mismo tiempo empatizar desde nuestros muñec@s de inclusión con aquellas personas que por tener diferencias físicas marcadas, son discriminados y muchas veces son victimas de bulling y aislamiento.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido que nunca es tarde para progresar, nunca es tarde para fortalecer una idea que aunque parezca pequeña y solamente beneficie a un hijo, a futuro si lo proyectas y lo cuentas con tus amigos más cercanos, se puede volver en una satisfacción familiar.
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