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“Somos una empresa familiar que nació hace cinco años, a la que le dimos el nombre de Casa Vergel, por una idea que tuvo mi papá de reaprovechar la materia prima que se produce en el campo, para convertirla en una propuesta gastronómica con sabor a Colombia. Con nuestro emprendimiento estamos logrando impactar positivamente la economía de la región, generamos empleo, y lo más importante, es que estamos dejando un legado a nuestras generaciones siguientes, inculcando el amor y el cuidado por el campo, dejando clara la idea de que nuestra madre tierra no dejara de proveernos si aprendemos a aprovechar los recursos que nos da sin dejar de cuidarla”.
Sin más preámbulo, aquí está la historia de Alejandra Alvira, la emprendedora detrás de Casa Vergel, creadora de Vinos artesanales Baquiano. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y aquí está su relato.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
29 años, Ingeniera de Sistemas.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Todo empezó por allá en el año 2016, cuando mi papá, Nelson Alvira hizo sus primeros vinos de manera empírica, en casa y como una forma de aprovechar las frutas que cultivábamos. Para nuestra sorpresa el resultado fue un vino de sabores muy diferentes y del gusto total de quienes lo degustaban; entonces vi ahí la oportunidad de dar un valor agregado a nuestra labor. Después de varias pruebas, en el año 2017 nace oficialmente Casa Vergel, con la idea no solo de producir vino, sino también, otros productos derivados de las mismas frutas.
Así fue como iniciamos a comercializar el vino, al principio lo hacíamos con el nombre “Frutos de mi tierra”, no obstante, en el año 2019 se realizó un cambio de nuestra imagen y le dimos un nuevo nombre Vinos Baquiano, el cual cuenta con registro de marca ante la Superintendencia de Industria y Comercio.
Actualmente, no hemos abandonado la idea de crear otros productos a base de las frutas que cultivamos, pero hemos decido enfocarnos por ahora en el posicionamiento de nuestra marca de vinos.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Sin lugar a dudas, el compromiso, la unidad y la resiliencia de nuestra familia, que es también nuestro equipo de trabajo, ha sido fundamental para hacer realidad este sueño. Es bonito ver que cada uno de los miembros tiene un rol y aunque todos hacemos otras actividades aparte de nuestra empresa, el compromiso es total.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Casa Vergel se puso a andar con recursos propios de nuestra familia, y aunque inicialmente no teníamos la planta de producción ni los equipos más completos, no fue un impedimento para sacar adelante nuestra empresa.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Con nuestro emprendimiento estamos logrando impactar positivamente la economía de la región, generamos empleo. Creo que de alguna manera también motivamos a otras personas a desarrollar su idea de negocio. Además, y lo más importante, es que estamos dejando un legado a nuestras generaciones siguientes, inculcando el amor y el cuidado por el campo, dejando clara la idea de que nuestra madre tierra no dejara de proveernos si aprendemos a aprovechar los recursos que nos da sin dejar de cuidarla.
6. ¿Soy feliz?
Sí, soy muy feliz. Trabajar por materializar este sueño me hace inmensamente feliz y creo que hablo por cada uno de los miembros de mi familia, de nuestra empresa. Nos llena de orgullo y de mucha felicidad saber que nuestro producto es el favorito de nuestros clientes.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, en ningún momento nos hemos planteado esa posibilidad. Nuestra empresa funciona en la que es nuestra casa familiar y creo que el amor que tenemos por ella nos hace querer conservarla para siempre.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender ha sido un camino difícil, a lo largo de estos años nos hemos enfrentado a varios desafíos, que tal vez en algún momento nos hicieron cuestionarnos si debíamos seguir o no. Pero creo también que la tenacidad de nuestro equipo nos ha ayudado a mantenernos firmes, aprendiendo de los errores para no rendirnos.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Pienso que hasta ahora hemos hecho realidad solo una parte de nuestro sueño, todavía nos falta llevar nuestra marca por todo el país y por qué no, traspasar fronteras.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Actualmente, estamos en la tarea de posicionar nuestra marca, para que cada día más personas nos conozcan y consuman nuestro producto.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, nuestro emprendimiento tiene todo el potencial necesario para seguir creciendo. Tenemos un producto innovador que día a día sigue conquistando paladares.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Es una decisión que se tomaría en mutuo acuerdo con los demás integrantes de nuestra empresa, pero creo que, si esta inversión nos ayuda a crecer, sí la recibiríamos. Claramente, antes de eso se haría un reconocimiento detallado del posible inversor.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volvería a subestimar la complejidad del arte de producir vino, ahora sabemos que se requiere entera dedicación y experticia. Tampoco descuidaría la planificación financiera, pues tener un plan sólido nos ha ayudado a evitar problemas de flujo de efectivo. Y un detalle menos importante, no volvería a descuidar el marketing y la comercialización, pues entendemos que es fundamental para el éxito de nuestro emprendimiento.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Nuestra principal inspiración son nuestros papás, pues de ellos aprendimos de este mundo del vino. Nos inspira su dedicación y la pasión por el campo.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
No, no lo llamaría fracaso, a este punto hemos tenido situaciones que nos han puesto a prueba, dejándonos pérdidas económicas. Pero ninguna de estas situaciones nos ha hecho querer tirar la toalla, nos hemos tomado pausas prudentes para recuperarnos, siempre con la intención firme de seguir.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Hemos contado con el apoyo de algunas entidades como la alcaldía de La Plata, el Sena y La Cámara de Comercio del Huila, quienes han sido unos aliados fundamentales en nuestro proceso de emprender. Con ellos hemos adelantado formación, capacitaciones y el registro de marca de nuestra empresa.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí, creo que trasciende porque nuestro amor y compromiso en hacer un producto de calidad se ve reflejado en el impacto positivo que tiene nuestro proyecto en la comunidad, esto se puede ver en la generación de empleo, y en el reconocimiento que le da a nuestro municipio al llevar nuestra marca fuera de él.
Casa Vergel sí es un proyecto que puede impactar a nuevas generaciones, pues desde nuestra labor mostramos que como trabajadores de la tierra no solo podemos vender nuestras frutas en las plazas de mercado, sino que también podemos transformarlas, darles un valor agregado y aumentar nuestras ganancias desde el campo.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me veo dedicada de lleno a Casa Vergel, llevando nuestra empresa a cada lugar del país y abriendo mercados en el extranjero para nuestros productos.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia juega un papel muy importante, pues son parte activa de Casa Vergel. Y nuestros amigos han sido un respaldo fundamental en nuestro proceso, sus recomendaciones nos han llevado a que más personas nos conozcan.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Sí, claro que ayudaría a otros emprendedores, en Casa Vergel sabemos lo difícil que puede ser emprender sin conocer muchas cosas que evitarían cometer ciertos errores. Así que si está en nuestras manos guiar a otras personas en este camino todos y todas son bienvenidos.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo es mi familia y está conformado por mi papá Nelson Alvira, mi mamá, Flor Elvira Anaya, mi hermana, Lizeth Alvira, mi hermano, Alexis Alvira y yo. Emprender en familia es unas de las cosas más bonitas que nos han pasado, cada uno de nosotros aportamos diferentes habilidades al equipo, tomamos decisiones en conjunto y trabajamos con amor por este sueño.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro sello personal es la atención al detalle y la pasión por crear vinos que reflejen la esencia de nuestra tierra. Nuestro principal diferenciador es el sabor único que le dan al vino nuestras frutas cultivadas con total esmero.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
En nuestro camino como emprendedores hemos aprendido que la pasión y dedicación son fundamentales para superar cualquier obstáculo, hemos descubierto la importancia de innovar y adaptarnos constantemente en un mercado en constante evolución, hemos aprendido que la calidad y la atención al detalle son esenciales para crear vinos excepcionales.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚