La historia de los 4 emprendimientos que, creando empresa, también buscan la paz

Sus historias son inspiradoras. Son líderes que lograron integrar a otras personas para construir empresa y también trabajar en busca de la paz. Y enseñan, con sus actos, con sus hechos, con sus acciones, que sí es posible. Por eso los entrevistamos a los cuatro con exactamente las mismas preguntas y aquí están sus relatos:

Sus historias son inspiradoras. Son líderes que lograron integrar a otras personas para construir empresa y también trabajar en busca de la paz. Y enseñan, con sus actos, con sus hechos, con sus acciones, que sí es posible. Por eso los entrevistamos a los cuatro con exactamente las mismas preguntas y aquí están sus relatos:

Ekofil

Javier Moreno, director y fundador

1. ¿Qué es lo que ustedes hacen?

Nosotros en Ekofil nos dedicamos a elaborar una tecnología para que las personas puedan tratar el agua en su hogar. Este dispositivo es un filtro fabricado en arcilla microporosa, carbón activado y plata coloidal a través del cual una familia puede usar cualquier fuente de agua disponible (agua del río, de la lluvia o de un pozo) y convertirla en agua segura y con beneficios para su salud. Las principales ventajas del filtro Ekofil, además de brindar agua de alta calidad, es que no necesita energía eléctrica, ni conexiones o aditivos químicos, y es muy sencillo de usar, por lo cual se puede instalar en diferentes territorios y lo puede usar cualquier persona independientemente de su cultura, género o nivel educativo. Por esto lo que nosotros hacemos en Ekofil es aportar a que las comunidades logren tener autogobernanza de su recurso hídrico.

2. ¿De dónde nació la idea y cómo lograron hacerla realidad?

La arcilla es un material que se ha usado ancestralmente en todas las culturas para almacenar y purificar el agua, en los años 90´s el investigador Fernando Mazariegos desarrolló el filtro en arcilla microporosa como una solución para tratar el agua en situaciones de emergencias como por ejemplo ante los huracanes que azotaban Centro América. En el año 2010, Javier Moreno, ingeniero químico especialista en ingeniería ambiental, realiza la transferencia tecnológica del filtro de arcilla en Colombia con el apoyo de una ONG internacional. Es así como después de varios años de investigación nace la planta de Ekofil en Cali, donde actualmente elaboramos todos los componentes del filtro con ingeniería y talento local y con energía solar. Gracias al impacto positivo que tuvo el filtro Ekofil en las comunidades durante sus inicios, lo que empezó como una idea de emprendimiento familiar se convirtió en la empresa que hoy somos.

3. ¿Cómo están impactando a las poblaciones cercanas y, también, al resto del país?

El acceso a agua segura es un derecho humano universal. En Colombia, el 60% de la población que vive en zona rural no cuenta con agua segura para el consumo, pese a que somos un país rico en agua, millones de personas no tienen un acueducto en su zona. Ante este problema desarrollamos el filtro Ekofil como una solución intradomiciliaria para el tratamiento del agua, porque cuando una familia pasa de tomar agua contaminada a tomar agua limpia, no solo mejora su calidad de vida, sino que impactamos en la salud especialmente de los niños, impactamos en la economía familiar porque se reducen los gastos para comprar o hervir agua, impactamos en la reducción de plásticos de un solo uso (compra de bolsas de agua) y se genera una condición de vida con mayor bienestar y más digna. A la fecha se han entregado más de 100.000 filtros Ekofil en todo el territorio nacional, y hemos exportado a países vecinos y Centroamérica.

4. ¿Cómo se encuentran el emprendimiento y las ganas de construir paz?

En Ekofil hemos aprendido que se puede tener un emprendimiento o una iniciativa privada, que sea financieramente sostenible, y a la vez con una mirada solidaria y propositiva ante la inequidad y los problemas que tenemos en nuestro país. Construir la paz es pensar no solamente en términos de ausencia de guerra, sino también es pensar en cómo podemos resolver estos problemas para que todos tengamos una vida digna y podamos desarrollarnos como seres humanos. Desde Ekofil aportamos nuestro grano de arena, o más bien, nuestra gota de agua, para que hoy un niño que vive en un palafito en el Chocó pueda tomarse un vaso de agua pura, o para que una madre de familia en alguna zona rural del Putumayo prepare un jugo para su familia con la tranquilidad de que no se van a enfermar. Eso es paz.

5. ¿Qué le están dejando a las nuevas generaciones y cómo el resto del país podemos mantener el legado vivió?

El mayor legado es entregar el mensaje profundo de que tenemos los conocimientos y las herramientas a nuestro alcance para darle soluciones simples a los problemas complejos. También el testimonio de que una empresa por más pequeña que sea puede crecer y a la vez trabajar con una mirada social y solidaria. El legado sigue en la medida en que las nuevas generaciones tengan la iniciativa y conserven suficiente esperanza para trabajar por alcanzar un mundo más equitativo y en armonía con la naturaleza.

Video: Los emprendedores paisas que comenzaron en un garaje y ya venden $34.000 millones

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CaryO - Wild Cacay Project

Camilo Bueno, fundador y CEO

1. ¿Qué es lo que ustedes hacen?

Somos exportadores de aceite de cacay como ingrediente rejuvenecedor para la industria cosmética, específicamente para productos del cuidado facial. El aceite lo obtenemos por prensado en frío de la nuez del árbol de cacay, nativo del Amazonas. Trabajamos con comunidades indígenas y campesinas en la Amazonía, que recolectan el cacay en medio de su selva amazónica, dándole valor a la naturaleza y demostrando que es más rentable tener y cuidar la selva que transformarla en potreros ganaderos o cultivos de coca. Actualmente, exportamos más del 95% de nuestra producción, con destino principalmente a Alemania, España, EE. UU. y México, entre otros.

2. ¿De dónde nació la idea y cómo lograron hacerla realidad?

Desde el 2022 se han deforestado más de 150.000 hectáreas de selva, un área similar al departamento entero del Quindío. En CaryO combatimos la deforestación a través de economías forestales de Cacay Silvestre. Le damos valor a la selva gracias a sus árboles de cacay nativos, y al permitirle a los habitantes de la región vivir de los frutos de la naturaleza, logramos preservar la Amazonía gracias a una economía forestal no maderable.

3. ¿Cómo están impactando a las poblaciones cercanas y, también, al resto del país?

Las familias involucradas al proyecto tienen el potencial de aumentar sus ingresos anuales en más de un 55% gracias a la cosecha de cacay. Esta labor además la desempeñan durante solo dos meses del año, lo cual les permite seguir desarrollando sus otras actividades productivas paralelamente.

4. ¿Cómo se encuentran el emprendimiento y las ganas de construir paz?

El 2024 vamos a tener un crecimiento superior al 250 % gracias a nuestras crecientes exportaciones. Para el 2026 buscamos, por lo menos, crecer en un 100% y seguir ampliando mercado a más países, especialmente de Europa y Asia.

Gracias a nuestras crecientes ventas podemos involucrar a más familias en el proyecto y tener un mayor impacto en la comunidad y la selva amazónica.

5. ¿Qué le están dejando a las nuevas generaciones y cómo el resto del país podemos mantener el legado vivió?

Estamos generando ilusión en una región olvidada debido al conflicto armado. Hemos involucrado a varios jóvenes en la cadena productiva, demostrando que pueden encontrar un futuro en su región.

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Marimbea

Adrián Sabogal, director

1. ¿Qué es lo que ustedes hacen?

Marimbea es una empresa social que promueve el bienestar de las comunidades del Pacífico sur colombiano. Diseña y comercializa experiencias culturales en torno a la música, danza, gastronomía y saberes tradicionales de la región. Estas actividades fomentan la generación de ingresos alternativos para artistas y portadores culturales locales, mientras impulsan la preservación de las tradiciones y el cambio de narrativas sobre un territorio históricamente afectado por la violencia.

2. ¿De dónde nació la idea y cómo lograron hacerla realidad?

Para hablar del origen de Marimbea tengo que hablar un poco de una historia personal. En el 2004, siendo yo un joven metalero de pelo largo, vestido de negro y botas punteras, entré a la universidad para estudiar jazz. Allí me enamoré de esa fuerza creativa de la diáspora africana, me cautivaron las historias de músicos legendarios que surgían en las condiciones más adversas, respondiendo con arte a la guerra, al racismo y a las crisis económicas.

En la universidad escuché por primera vez la marimba de chonta y mi vida cambió por completo. Me di cuenta que tenía muy cerca una expresión tan vibrante, potente y resiliente como el Jazz que estudiaba, y lo mejor, esta versión incluía fiesta interminable con viche y baile!

Emprendí un camino de investigación en el cual llevo casi 20 años, viajando al Pacifico y compartiendo con las personas más generosas que he conocido. Desde mi primera visita al Pacifico aprendí que allá la música allí narra todo lo que pasa en el territorio y que tiene un sentido mucho más comunitario que estético, acompañando los momentos más cotidianos y los rituales más profundos.

Lleno de inspiración, regresé a Bogotá para compartir algo de lo que había aprendido. Lo que comenzó como un taller musical en Bogotá trayendo sabedores del pacífico evolucionó hacia una experiencia integrando las bebidas ancestrales, la energía del baile y los sabores únicos de su gastronomía.

Luego, nos dimos cuenta de que no era suficiente traer el Pacífico a la capital, sino que teníamos que viajar a vivir la experiencia hasta allá para sentir el abrazo del mar, la profundidad de la selva y la serenidad del manglar. Así nacieron los Retiros Marimbea.

Este camino se ha venido enriqueciendo con los aportes de sabedores y sabedoras tradicionales y organizaciones locales junto a quienes hemos diseñado y realizado nuestras experiencias. Se sumaron los miembros de nuestro equipo que además de ser increíbles profesionales, son seres humanos llenos de pasión por su trabajo. También los clientes a quienes de cariño llamamos fieles Marimbea, que se han vuelto cómplices de este sueño. Las organizaciones gubernamentales nacionales y extranjeras que han creído en nosotros y han aportado en la aceleración y escalabilidad de nuestra empresa, como es el caso de USAID y el Ministerio de las culturas, las artes y los saberes. Y por último, pero no menos importante, los medios de comunicación y empresas privadas que se han sumado con aportes importantes.

Estos son los nombres de las organizaciones de Guapi y Tumaco junto a quienes desarrollamos este modelo:

Los hermanos Torres, la Familia Balanta, las Cantoras de Yerbabuena, Guapitours, Fundación Tumac, Fundación y grupo Semblanzas del Rio Guapi, Fundación y grupo Bejuco, Asociación de mujeres Maria Del Mar, Palma Chonta, Reencarnación del Pacífico, Camarón de Playa, la Casa de Curao, Construyendo Sueños, Mujeres productoras del Jardín de Joanico, Hogar Mónica, Viche la Pampa, Fundación Guandal, Asoagropesqui, Acop y Anancio.

3. ¿Cómo están impactando a las poblaciones cercanas y, también, al resto del país?

Marimbea genera un impacto directo en las comunidades del Pacífico al crear empleos y oportunidades para cerca de 200 familias en 20 organizaciones culturales, productivas y turísticas de Guapi y Tumaco. Nuestras experiencias no solo fomentan el turismo responsable, sino que también fortalecen las capacidades locales para garantizar la sostenibilidad económica y ambiental. Además, sensibilizamos a visitantes nacionales e internacionales sobre la riqueza cultural y biodiversa de la región, transformando la percepción del Pacífico y promoviendo una narrativa de orgullo y resiliencia.

4. ¿Cómo se encuentran el emprendimiento y las ganas de construir paz?

A través de todo lo descrito en los puntos anteriores, Marimbea logra unir el emprendimiento cultural con la construcción de paz generando espacios de intercambio, empoderamiento comunitario y oportunidades económicas. Este enfoque contribuye a transformar las condiciones de vulnerabilidad y a fortalecer el tejido social, promoviendo modelos de desarrollo basados en la equidad y el respeto por las tradiciones locales. De esta manera Marimbea logra consolidarse como un puente entre las tradiciones del Pacífico y el mundo. La clave es para nosotros respetar y priorizar la voz de los portadores culturales, garantizando que el proyecto se construya desde las comunidades y para ellas, empoderándolas como protagonistas de su propio desarrollo

5. ¿Qué le están dejando a las nuevas generaciones y cómo el resto del país podemos mantener el legado vivió?

A las nuevas generaciones les estamos dejando la convicción de que es posible construir una vida digna en su territorio, basada en el orgullo por su cultura. Las organizaciones locales aliadas de Marimbea replican estos conocimientos en sus semilleros, impactando directamente a niños, niñas y jóvenes. Este legado ofrece una alternativa concreta para soñar con una realidad diferente. Para nosotros es muy importante que los conocimientos que deja Marimbea los puedan aplicar en su contexto y no se quedan en el cuaderno, lo que motiva a la práctica y perfeccionamiento de dichas habilidades. Cada que fortalecemos a una organización, se vuelve un referente más fuerte para la juventud para seguir ese camino, y esto sin duda es el mejor legado que le podemos dejar a las nuevas generaciones y a un país donde hemos perdido lo más importante, imaginarnos una realidad diferente.

Video: La historia del colombiano cofundador de una compañía que está en más de 35 países

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Asociación Redefrío - Pesca artesanal responsable, a través de la asociatividad

Diego Vidal, representante legal

1. ¿Qué es lo que ustedes hacen?

Somos una organización que busca el desarrollo ordenado de la pesca artesanal, a través del fortalecimiento de las asociaciones agremiadas que redunden en el beneficio de los asociados a las mismas y del sector en general.

2. ¿De dónde nació la idea y cómo lograron hacerla realidad?

La idea nació, inicialmente, de la necesidad de suministrar el hielo y el frío, insumos básicos para garantizar la calidad del producto, del cual en ese momento se carecía en la comunidad. La idea se cristalizó, a través de un proyecto presentado al ministerio de Agricultura, el cual fue ejecutado por las mismas organizaciones agremiadas y que se llamó “Proyecto red de frío”.

3. ¿Cómo están impactando a las poblaciones cercanas y, también, al resto del país?

El proyecto no solo ha impactado en las asociaciones agremiadas, sino que ha incluído de manera positiva en otras organizaciones de la región, que han visto en la asociatividad una oportunidad para buscar el desarrollo de esta actividad. También, a raíz de la experiencia de Red de frío han entendido que, comercialmente, la idea es buscar clientes que valoren la actividad artesanal, ambientalmente responsable y la calidad y frescura del producto de la región, sin necesidad de acudir a intermediarios como se hacía antes.

4. ¿Cómo se encuentran el emprendimiento y las ganas de construir paz?

La idea de crear empresa surge, entre otras razones, dado que la pesca es la principal actividad económica de la región y para que nuestros pescadores aprendan a desarrollar esta actividad de manera responsable con el medio ambiente, para garantizar la sostenibilidad del recurso pesquero.

5. ¿Qué le están dejando a las nuevas generaciones y cómo el resto del país podemos mantener el legado vivió?

A las nuevas generaciones les estamos dando a entender que la pesca artesanal es una actividad de la cual se puede vivir dignamente y de la cual pueden derivar los recursos para el sostenimiento de su familia. Este es un legado que debe mantenerse vivo, pues es una actividad ancestral, la cual además de ser una actividad económica, es la principal fuente de alimentos de toda una región, por eso la necesidad de proteger esta actividad para garantizar su sostenibilidad y la seguridad alimentaria de la población del pacífico chocoano.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚