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Hace justo una semana, cuando en medio del festival de emprendimiento femenino Mompreneurs contábamos sobre las historias que publicábamos en este espacio de El Espectador, una mujer se nos acercó y nos contó algo de su propia historia. De su vivencia personal. Compartimos contactos, hablamos luego, le contamos sobre el ecosistema que estamos construyendo y ella de los que había vivido para convertirse en la persona que ahora es.
¿Qué es lo que hoy hace? Contado por ella misma: “Fabricamos unos zapaticos saludables que ayudan a los bebés y a los niños a corregir problemas de pie equinovaro, problemas de carcañal, pie plano, cadera y columna. Nuestros zapaticos previenen y corrigen, por lo que bebés o niños sin ningún problema también los pueden utilizar ya que les brindan estabilidad y les ayuda a soltarse a caminar más seguros. Tenemos diseños súper modernos para todas las ocasiones a precios muy asequibles”.
Y cuando le pedimos números, nos contestó: “Hemos tenido 11 puntos físicos a lo largo de nuestra existencia, los cuales se ponen o quitan dependiendo de la temporada de mayor tráfico comercial (octubre, noviembre y diciembre) y en diferentes ciudades para dar un mayor alcance a la población (Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí, Cartagena, Yondó, Bogotá, Pasto, Bucaramanga, Aráuca), contamos con diferentes canales de ventas como lo son los marketplaces Dafiti, Mercado Libre, Linio, Falabella, Éxito, Shopee; nos ganamos un premio a nivel nacional entre 1.300 empresas competidoras, quedando dentro de los 3 primeros lugares; con Procolombia nos ganamos un incentivo en dinero para poder usarlo en el exterior impulsando la empresa, entrando al market place más grande del mundo: Amazon, creando nuestra página web internacional y nuestra bodega propia. Y nuestros zapaticos se han vendido en paises como Perú, Ecuador, Guatemala, Canadá, México, Estados unidos, España, Argentina y Bélgica. Hemos alcanzado ventas por más de 500 millones de pesos a lo largo de nuestra historia”.
Sin más preámbulos, aquí va su historia, que es una de esas que inspira, que es como la de miles de personas que se levantan cada mañana a construir y a ayudar, en nuestro espacio de 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudie?
Tengo 39 años, soy Ingeniera Química, inspectora de hidrocarburos y auditora de calidad y cantidad para los SIG.
2. ¿Cuál fue mi idea? ¿Y cuándo nació?
Zapaticos Notuerce es una empresa que comenzó en Barrancabermeja, Santander, en el año 2016, debido a un accidente laboral que fue un poco trágico, pero que de él, surgió la idea de ayudar y ayudarse.
Nada tenía que ver con el mundo del calzado y menos para bebes, me encontraba intentando volver a recobrar el movimiento de mis manos en ortopedia, que fue una de las secuelas del accidente, mis compañeritos de jornada eran bebes quienes tenían problemas de cadera, de rodilla, de pie equinovaro, de torcedura de carcañal y no encontraban un calzado adecuado que les ayudara en sus patologías y a un costo asequible. Así, con mis conocimientos en procesos, debido a mi carrera y a mi experiencia laboral, la zona en la que estaba (Santander), el departamento principal en la industria del calzado en Colombia, mucho tiempo libre puesto que estaba en incapacidad y Goofy, un perrito que me regalaron como apoyo emocional para poder salir de ese turbio momento y que me sirvió de motor para comenzar a levantarme ya que, aparte, perdí un bebe en ese desastrozo accidente.
Dicen que cuando a un humano algo le va a suceder, le pasa al animalito y así fue. Dos meses después de que Goofy llegara a ayudarme, debo ser internada en el hospital y a Goofy le da una enfermedad mortal llamada parvovirosis, como era tan pequeño, dijeron que su cuerpo no aguantaría, fue ingresado al hospital y, oh sorpresa, él vivió y yo salí del hospital. Dos meses después debo volver a ser ingresada al hospital, pues mi bebé seguía vivo y debían intervenirme, y a Goofy misteriosamente le picó una garrapata y le dio una enfermedad llamada Erlichia. Esta vez los pronósticos eran peores, pues a Goofy, con su antecedente, los veterinarios dijeron que no sobreviviría pues no tenía defensas. Y... sobrevivió. Y yo también salí del hospital (aunque sin bebé). Ambos convalecientes, ambos tristes, ambos con dolor y con nuestro cuerpo muy maltratado. Nos volvimos uno solo, yo lo ayudaba a él, y él a mí. Superamos todo juntos, sanamos juntos.
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Goofy y los bebés me salvaron la vida, me recobraron la fé, la ilusión y la fuerza; y yo decidí que mi misión de vida sería ayudar tanto como pudiera a cada chiquito a mi alcance. De esa forma decidí emprender esta aventura, que hoy es una empresa llamada Zapaticos Notuerce en Colombia, constituida como Tapitap SAS, debido a la fácil pronunciación en el exterior, ya que cuenta con bodega y operación en Estados Unidos, en donde se llama Tapitap y es un referente en calzado para niños, con miles de cientos de testimonios de pequeñitos que pudieron volver a caminar después de una operación, o de corregir problemas como pie plano, torceduras de carcañal, entre otros mencionados anteriormente. Esto debido a que nuestros zapaticos cuentan con una plantilla interna que ayuda a formar el arco del puente del pie, con una estructura que evita que los niños giren los pies de manera equivoca y mantiene la postura correcta, son ergonómicos, se fabrican con materiales amigables, no calientan, no queman, no pelan, son súper livianos, en ellos caben férulas si son necesarias, con linea adicional de botas para los niños más grandecitos, con modelos y diseños super cool, así mismo con sandalias fabricadas con la misma estructura para los niños de ciudades en clima cálido. Si un niño no tiene ningún problema en sus pies o en su cuerpo, igualmente puede utilizarlos porque ellos previenen y corrigen. Son ideales para los bebes que están próximos a comenzar a dar sus primeros pasitos.
Tenemos un perrito inspiración, porque él también tiene su historia de vida. Y hoy yo quiero que todos ustedes conozcan para siempre en Colombia y en todo el mundo a mi Goofy, que está en todas las bolsas, marquillas y pendones, que le da la vuelta al mundo, y que sin duda es el ángel héroe de esta historia, al que siempre le agradeceré por haberme ayudado a levantar de una cama de hospital, para crear una empresa y servir a otros #saludparatubebeencadapaso.
3. ¿Cómo logre hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Comencé fabricando cinco pares de zapaticos con ciertas características y con determinado diseño. Compré una cartulina y escribí: Zapatos a $10.000. La pegué en el carro y me fuí a un parque a ver qué ocurría. Y los vendí. Al ver el resultado, hice otros cinco y otros cinco, los vendí todos. A cada persona que compró, le di mi Facebook y comencé a recibir comentarios positivos de lo que veían en sus hijos con los zapaticos.
4. ¿De dónde saque la plata para ponerla a andar y como la pague?
Para los primeros cinco pares que hice, pedí un préstamo familiar $500.000. Con la ganancia de las ventas de esa prueba, más el dinero sobrante inicial, hice los siguientes y ya no los vendí a $10 mil sino que les subí el valor para poder pagar el préstamo. Y a partir de esas ganancias el dinero que quedó, ya era mío para seguir.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento?
Ayudar a muchos niños y bebés, que fue la idea inicial y mi objetivo principal. Pero de la mano, logré levantarme de una cama de hospital, logré salvar a un perrito, logré crear un negocio, logré dar trabajo, y sigo logrando la visualización de una empresa y de unos sueños que se fueron creando a través de una historia que inicialmente no tenía ninguna parte positiva. Hoy logro motivar a las personas, no solo a las mamás, sino a cada persona que conoce mi historia y por ende mi emprendimiento. A las personas les toca mi historia en alguna parte de su ser y de su vida y, al final, concluyen que se puede salir adelante de cualquier acontecimiento. Logro inspirar.
6. ¿Soy feliz?
Mucho, para mí la felicidad es la paz que sientes cuando te acuestas a dormir. Tú, contigo mismo. Sin ruido y sin externos. Me siento plena con cada cosa que he hecho, que hago a diario y, al final del día, logro irme a dormir en paz.
7. ¿Vendería mi emprendimiento y mi empresa?
He realizado muchas cosas para la empresa por cuenta propia con sus logros y con sus dificultades, se me infla el pecho con cada uno de los pasos que he dado y cada vez que hablo de ella. Entiendo que todo en la vida tiene ciclos y para avanzar también tienes que estar en linea con el mundo y con personas tenaces que se mueven en él. No está dentro de mis planes, ni me ha tocado considerar esta situación, pero si eso ocurriera hipotéticamente, sí podría considerar venderla, si encuentro un comprador con mis mismos valores, con mi visión y con el objetivo de no solamente lucrarse sino ayudar a más personas, que tenga un alcance mayor del que yo pueda tener y siga sirviendo a los demás.
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8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Cuando me quité el título de Ingeniera Química de mi espalda y de mi mente, y pasé a ser Luisa Fernanda, absolutamente todo se hizo fácil.
Que la ingeniera vendiera ambulante en un carro me costó mucho. Llevaba casi 12 años en mi industria y tenía un cargo importante y ahora estaba en una aventura donde no había certeza de nada, donde la gente que me conocía me veía parada ofreciendo zapatos en un parque, en donde tenía que salir corriendo si llegaba la policía porque estaba en lugares públicos con el baúl del carro abierto. Lo cuento ahora con mucho orgullo, en aquel momento batallé conmigo misma y con lo que se suponía era mi camino de profesión y desarrollo personal.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Sí, desde aquella primera venta en el parque, la primera venta online en Caquetá, el primer testimonio de un bebé caminando, el primer millón, el primer punto físico, la primera feria, el primer reportaje para televisión, radio y periódico, el primer premio nacional ganado, la incursión en otro país, incluso la primera vez que pude donar unos zapatos a una fundación de niños. He cumplido mi sueño.
Quiero contar mi historia tan fuerte como pueda, me hace falta hacer presentaciones en auditorios con muchas personas, decirles que se puede hacer todo realidad, quiero sacar mi libro, quiero ir a empresas y motivar a los trabajadores, a los empresarios y a los que solo tienen una idea o un sueño. Yo sé lo que se siente fracasar, sacudirse y comenzar sin nada. Ya conocen mi empresa, quiero que la gente conozca su historia y ahora ayudar a otros a levantarse a través de ella y su inspiración.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Me falta todo. Que crezcan las ventas, entrar a más lugares, alianzas con fundaciones, tener más exposición nacional, llegar a lugares remotos, franquicias, más paises, linea de ropa, cuentos, ponencias. Estoy comenzando hasta ahora.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Claro que sí, tan solo con replicar lo que hemos hecho en Colombia en más paises, sería un gran paso a nivel salud. Zapaticos Notuerce- Tapitap tiene un abanico de posibilidades en muchas líneas de negocio.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿le cedería parte de mi empresa?
Como lo mencione anteriormente en un caso hipotético podría pensar en inversión de una persona o sociedad con los mismos valores, los mismos propósitos y una visión y alcance mayor al mío. No dejaría que el sueño que con las uñas he labrado, lo tenga una persona o una sociedad por solo dinero, sin que la meta y el propósito sea el mismo. Para hacer negocios nunca lo haría con un desconocido.
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13. ¿Qué no volvería a hacer?
Pensar que si me apresuro a hacer las cosas saldrán. A veces es mejor ir más lento, pero con más confianza en el camino. Una vez te lanzas a conquistar pasos, muchos de ellos te cuestan paz y otros dinero, mucho dinero. Así que iría más despacio.
14. ¿Quién me inspiro? ¿A quién me gustaría seguir?
Esta pregunta tiene una respuesta de reina, pero es real. Me inspiro mi mamá. Desde el momento de mi accidente hasta que la empresa se volvió conocida, ella fue quien me llevó a dar cada paso. Quizá no lo sepa, quizá nunca se lo he dicho y está viva, se lo digo hoy: ella y su fuerza (es una mujer muy fuerte de temperamento y carácter), sin saberlo, me obligó a no dejarme vencer. Así mismo, soy ingeniera (título que siempre me acompañará), así que mujeres de ciencia como Marie Curie, Germaine Benoit, son modelos que yo sigo y no solo por desafiar las cosas más imposibles de sus épocas, sino como se desenvolvieron con su entorno, familia y logros ganados.
15. ¿Fracase en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Si, el día que permití creerme el cuento de que ya hacía mucho, que tenía un “gran nombre empresarial” y que pensé había conquistado mucho. La realidad me trajo de vuelta a mostrarme que como todo negocio, hay altas pero también bajas. Y muchos otros hacían más que mi empresa. Me desilusioné por haberme creído el cuento de la mujer empresaria todo lo puedo. Me tocó parar, respirar y replantear objetivos y, sobretodo, replantearme qué quería yo. Nunca pensé en cerrar, pero si estuve unos meses sin motivación alguna hasta para vender. Me sentía fuera de lugar.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No, siempre he sido un poco solitaria en ese aspecto. En este momento de mi vida, mi ser me está pidiendo que busque una comunidad con la que me sienta representada y acorde a mis sueños. Estoy en la búsqueda de mujeres, siento que me hacen falta ese círculo y mucho que aprender de otras mujeres y sus experiencias.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Claro que sí, mucho. Si hablo con personas jóvenes, unas desconocen que se les puede ayudar a sus pequeñitos a través del calzado, otras por solo el diseño de los modelos que sacamos quedan fascinadas. Como tenemos doctores, ortopedistas, pediatras y fisioterapeutas detrás del trabajo de la creación estamos innovando todo el tiempo. Vamos cambiando materiales por unos más amigables con el planeta, vamos probando e innovando diseños en cuanto a características interiores y exteriores, vamos juntos descubriendo que le gusta a esta nueva generación de mamás. Ya estamos impactando a las nuevas generaciones no solo en el ámbito del producto, sino en herramientas de negocio, de socialización y de creatividad en expansión. Tenemos un equipo de trabajo con personas muy jóvenes que me enseñan y en conjunto sacamos todo un paquete maravilloso.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y como veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me veo siendo speaker, contando mi historia y haciendo historia a través de ella. Mi empresa va a crecer mucho, estaremos en muchos paises y en Colombia tendremos un alcance mayor. Ayudaré a muchos niños y seguiré investigando para hacer mejores desarrollos en el calzado. Quizá salte a linea adolescentes o adultos.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Como cualquier cosa que inicia, al comienzo nadie apuesta nada, por no ver cosas tangibles y posibles de realizar. Cuando pedí el préstamo familiar, me lo dieron, no porque pensaran que saldría algo enorme, sino porque sabían que si ellos no lo hacían, recurriría a otras personas. A veces soy muy terca hasta alcanzar mis objetivos. Después de muchos años al pedirles algún tipo de ayuda económica con los ojos cerrados me la brindaron, porque sabían que no los iba a defraudar. Mis amigos, cuando nadie me conocía, me compraron zapaticos para sus hijos, me hacían feliz presentándome como la gran empresaria (lo cual era mentira, tan solo había vendido 10 pares o algo así) y eso me motivaba a seguir. Sus palabras y sus acciones me levantaron y motivaron muchas veces.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Por supuesto, lo hice y lo sigo haciendo. Cuando entramos a Amazon y comenzamos como empresa el proceso de exportación, entidades grandes como Procolombia, de la cual hacemos parte, nos hacía consultas y me pedían contar mi experiencia para poder ayudar a muchos más en ese camino. Lo hice y ahora muchos emprendedores me contactan preguntándome miles de dudas que tienen, no solo para expandirse internacionalmente, sino para sus negocios de forma local.
21. ¿Qué papel jugo mi equipo? ¿Quién es?
Como en muchas empresas hay personas directas e indirectas en toda la cadena. Dentro de las personas directas está mi esposo, quien tiene una visión completamente opuesta a la mía y eso hace que nos cuestionemos, nos sentemos a dialogar y a ver las cosas desde los dos puntos. La fortuna de tenerlo es enorme, él ve lo que yo no y viceversa; de esa forma abarcamos todas las posibilidades frente una circunstancia. Por otro lado el trabajar con un equipo en el que hay diferentes perspectivas por las edades, por los lugares en los que se habita e incluso por la experiencia frente a una industria tanto en fabricación como en producto terminado, hace que tenga la suerte de tener ideas increíbles, los aportes de todos son escuchados y juntos hacemos que todo ocurra.
22. ¿Cuál es mi sello personal?
La ternura lo es. Quien quiere comprar, quien es proveedor de materiales, quien realiza una feria, quien maneja la bodega, quien tenga contacto conmigo siempre recordara la forma en la que hablo. Si es escribiendo, uso muchas expresiones suaves y cariñosas que son parte de mi personalidad; si es en vivo, mi voz es como de niña pequeña y la forma en la que hablo y mi comportamiento hace que la gente no me olvide fácil. Con la empresa ocurre todo de forma similar: los colores, los diseños, los post, Goofy Ruperto y todo lo que está envuelto en mi empresa es tierno. Alguien me dijo una vez: “Eres luz”, y lo que esa expresión me hizo pensar es que a esa persona la hice sentir con tanto cariño y con tanto amor que fue la forma de recordarme.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
- He aprendido que lo importante de un negocio es servir a otros, si no, no vale la pena.
- He aprendido que la humildad es la única puerta que siempre abre puertas.
- He aprendido que las angustias no sirven de nada si al final no ayudan a los demás.
- He aprendido que ver un testimonio de un niño que no podía caminar y ahora lo hace, ver a una mamá y su bebe felices, vale por 1.000 monedas de oro.
- He aprendido a pedir ayuda, y a entender que no me las sabía todas.
- He aprendido a no compararme como persona y como empresa, cada quien tiene un ritmo y un camino diferente.
He aprendido y confirmado todos los días de mi vida, que sin Dios y la Virgencita nada funciona. Soy una empleada de ellos, lo que pasa conmigo y con la empresa pasa por su voluntad. Yo administro lo que es de ellos.
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