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“No sé si fracasé en algún momento, pero si pensé en tirar la toalla, cuando tuve mi recaída con la endometriosis me sentía en un túnel sin salida. No me daba la cabeza para diseñar ni pensar, el sentirse enfermo y saber que hay una empresa que “depende” de ti, es muy frustrante, pero ahora creo que La Michelle me ha ayudado en mi proceso de recuperación, para poder sentirme productiva y canalizar mi dolor dibujando”, así responde a una de nuestras preguntas Michelle González, una emprendedora que comercializa ropa interior femenina en Colombia y que ya cuenta con una sucursal en Perú. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y así nos narró cómo empezó con su idea de negocio:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
32 años, Diseño de Moda en la Arturo Tejada.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea era hacer ropa para mis amigas, nació hace 6 años por una tusa. Tenía que ocupar mi cabeza en algo, tenía que dejar de pensar en lo que pudo ser, para pensar en lo que podía crear. Creé una marca de ropa interior que cambia todos los estereotipos de comprar este tipo de ropa.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Empezando y aprendiendo, no sabía coser ropa interior, había vendido las máquinas para coser este tipo de ropa. Me acuerdo que un día dije, “yo no me voy a dedicar a la ropa interior, la quiero vender”.
También mucha disciplina, me acuerdo que todos los días me levantaba pensando en algo que quería lograr con la marca. Muchas veces todos nuestros sueños se quedan en el papel, por miedo, por inseguridades, por cosas que nos dijeron que no podíamos hacer.
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4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Empecé con $100.000 pesos, compré materiales y empecé a producir, todo lo que vendíamos, lo invertía. Tenía ahorros, pero parte de mi filosofía era “vamos creciendo e invirtiendo a medida que la marca vaya creciendo”.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estoy logrando que las mujeres conozcan su cuerpo, que se sientan cómodas con él, que cada día sea mágico para ellas. Cambiamos la forma de ver las tallas, las convertimos en nombres de diosas, aquí las prendas se ajustan al cuerpo de cada chica.
6. ¿Soy feliz?
Sí, a ratos. 75% Feliz y 25% es esa parte de mi, que piensa mucho todo, que quiere cambiar el mundo, que le dan miedo las cosas.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Sí.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
No fue tan duro. Creo que los momentos más difíciles que tuve, fue cuando me daban episodios de inseguridad, de miedo, pensando que no podía cumplir con las cosas y cuando no sabía qué quería.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Sí pero faltan unos capítulos más de este sueño, quiero llegar a más chicas alrededor del mundo, quiero tener más franquicias, poder contratar más gente, tener más líneas de ropa. Tener una empresa muy grande.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Crecer en Colombia, consolidar el mercado en Perú, abrir más puntos de venta a nivel internacional.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, es un negocio que está en constante movimiento y que puede tener muchos impactos en el mercado.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Si, habría que mirar las opciones más favorables para la marca.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Volvería a hacer de todo, cada error me ha dejado muchas enseñanzas, con mi equipo de trabajo tenemos un dicho y es decir que nos graduamos en ciertos temas, tal vez no volvería a tratar de hacer todo yo sola.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Me inspiró cada chica, historia, miedo, inseguridad, dolor. Seguir no tanto, pero sí conocer a las chicas que pueden reconocer su cuerpo cada vez que sea necesario.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
No sé si fracasé, pero si pensé en tirar la toalla, cuando tuve mi recaída con la endometriosis me sentía en un túnel sin salida. No me daba la cabeza para diseñar, para pensar, el sentirse enfermo y saber que hay una empresa que “depende” de ti, es muy frustrante, pero ahora creo que La Michelle me ha ayudado en mi proceso de recuperación, el sentirme productiva, el poder canalizar mi dolor dibujando.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
En la comunidad de las Nubiles. Mi grupo de primas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí, el que las chicas no se sientan identificadas por tallas sino por nombres de Diosas, en que se miren al espejo, el reconocer nuestros defectos.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me veo tranquila, feliz diseñando, con equipo de trabajo feliz por lo que hace, con ganas de aprender y lanzarse a nuevos retos, me veo con las mejores clientes del mundo y con La Michelle volando en diferentes partes del mundo.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia (suspiro)...al principio no creían en mí, ni en mis sueños, no los juzgo yo me permitía dudar, en este momento presente, son mi polo a tierra. Son mis consejeros, mis guías, mi hombro cuando quiero llorar. Mis amigos, han sido luz en mis momentos de oscuridad, han sido parte fundamental para este sueño, no tengo muchos pero los que tengo son los que necesito.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Sí, les ayudaría y les diría una y mil veces que vale la pena, construir su sueño.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo es todo. Han sido los mejores jugadores, cada uno, haciendo su labor, como mejor lo sabe hacer. Tatiana, Luz, Lina, Miguel, Hugo, Rosario, Carolina, Annie, Eve, Jaime, Alejandro, mi papá, mi mamá, mi hermano, mi perrita, mi familia, mis amigas, mis clientes, cada una de las personas que me rodea.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Entender el cuerpo de cada chica, descubrir sus necesidades, crear un espacio seguro para ella, para sus miedos e inseguridades.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
A conocerme, reconocerme, respirar, confiar, desconfiar, llorar cuando sea necesario, a disfrutar cuando estamos muy bien, a descubrir que cada cuerpo es un universo diferente, a entender que no estamos solas en nuestros procesos.
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