Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿A quién no le ha pasado que llega un fin de semana y no hay planes divertidos por hacer? ¿O que ya está aburrido de hacer siempre las mismas maratones en las plataformas de video? ¿O que sienten que no quieren volver a hacer lo mismo, que se acaban los planes nuevos y que ir al centro comercial se vuelve casi que la obligación? Pues vivir ese tipo de situaciones fue lo que llevó a Paola Cely y a Daniel Jiménez a hacer un compilado de temas que fueran fácilmente convertibles en planes en pareja y de ahí salió su emprendimiento. El mismo que ellos cuentan aquí, en nuestra sección de 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Soy Paola Cely, 45 años. Mercadóloga y especialista en gerencia de proyectos.
Soy Daniel Jiménez, 47 años. Coach organizacional, Facilitador experiencial y especialista en gestión del talento humano.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Somos una pareja creativa, nos gusta jugar, divertirnos, hacer mapas del tesoro, reír y compartir tanto en pareja como con nuestro entorno. Nos gusta contarnos nuestras experiencias de vida, los logros y los retos a los cuales nos hemos enfrentado. Aprendemos cada día el uno del otro y nos encanta servir. La idea surge de soñar en construir algo juntos que fuera valioso no solo para nosotros sino también para nuestro entorno. Nos conocíamos, salíamos, vivíamos muchas cosas y todo esto empezamos a plasmarlo en el papel y a pulir cada actividad que hicimos con cosas adicionales, a crear vínculo, conexión y atesorar nuestros recuerdos para salir de la monotonía y el aburrimiento en el que caemos sin darnos cuenta. Creamos un diario de actividades en parejas espectacular con planes muy creativos, realizables en cualquier lugar del mundo, de manera simple y divertida y que generan valor entre quienes viven cada experiencia. Lo más chévere es que todas las actividades ¡son secretas! ya que le pegamos una calcomanía para raspar a cada cita para que sea sorpresa y sólo el día de la cita van a saber qué deben hacer. Esto nos llevó a pensar en más productos de conexión para las familias, colegas, amigos extendiendo el portafolio y llegando a todos en casa y fuera de ella. Es así como nos hemos convertido en especialistas en fomentar conversaciones de valor y tener mejor interacción con las personas de nuestro entorno. Seguimos creciendo y creando diversas maneras de conectar en diferentes formatos.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Salimos al mercado con un producto mínimo viable, un cuaderno de argolla y pasta dura a blanco y negro con 28 citas para raspar y pensando en que, de buenas a primeras la gente no nos iba a comprar en linea. Entonces, decidimos buscar un lugar en el cual darnos a conocer, ofrecer el producto, mostrarlo, descubrir también si era atractivo o no para el público de Colombia y escuchar las reacciones de las personas al contar nuestro propósito que se resume en: lograr que las personas conecten, interactúen y que ojala no se les pase la vida y la relación viendo Netflix, eventualmente al cine o a almorzar.
Una buena reflexión: Emprendimiento: consejos del llamado “mayor experto mundial en megaproyectos”
Contamos nuestra historia, cómo nos conocimos, parte de nuestras experiencias vividas y esos aprendizajes que dejaron huella pero que nos enseñaron a hacer mejor las cosas y seguimos aprendiendo en ello. Así llegamos a una feria artesanal en Usaquén y ahí hemos estado hasta hoy. Para llegar a esta feria sacamos más productos para compartir con la familia, los amigos, y experiencias únicas (una cita) para que fuera accesible.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
El dinero lo invertimos nosotros como pareja, de nuestros ahorros personales. Juntos nos preguntamos: Si esta idea es tan buena, y nuestro producto es tan hermoso y genial, ¿estaríamos dispuestos a arriesgar nuestro pequeño capital para sacarlo adelante y hacerlo realidad?. Una vez teníamos listo el producto y diseñado todo por nosotros mismos, decidimos ir a buscar un impresor al Ricaurte, a la Estrada, caminamos, cotizamos, nos emocionamos y nos desinflamos también. Hasta que encontramos quién nos prestara atención a una producción tan pequeña. Una vez resuelto esto, buscamos cajas, bolsas, moños y todo lo necesario para empacar el producto y darle un acabado lindo y ponerle más amor. Este préstamo lo pagamos en dos o tres meses, fue un hit como empezamos a vender en la feria.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
A escala personal estamos aprendiendo a cómo traducir una idea en una realidad, que sea viable y que genere ingresos para los dos. Creemos que lo que sucede una vez que una pareja, familia, amigos y colegas se llevan un Plan Sorpresa no tiene precio. Esto sin hablar además de la contundencia de nuestro producto versión solo. Estamos impactando positivamente en su interacción, aprendiendo una nueva manera de cultivar el amor, atesorar recuerdos. Uno de los cambios fundamentales podríamos llamarlo “de vuelta a lo básico y nuestras raíces”, de chiquis todos veíamos albumes de fotos de los papás de los abuelos, con imágenes amarillentas, blanco y negro pero que al abrirlo nos permitían adentrarnos en la historia de nuestros papás, mamás y abuelos. Ahora tenemos que abrir nuestros teléfonos o a la nube y tenemos guardadas 150.000 fotografías pero, además de no ver ninguna nunca, pierde esa magia que significaba tener un registro palpable de nuestras vidas. También estamos invitando a cambiar la manera cómo nos relacionamos, cómo cultivamos relaciones con valores profundos ya sea conmigo mismo o con todas las personas que puedo vivir un Plan Sorpresa.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
Hemos venido puliendo los productos, la calidad, acabados y a nosotros mismos; aprendiendo sobre los retos de un emprendimiento y todo lo que conlleva ser emprendedor y no bajar la guardia a pesar de trabajar con las uñas en algunos casos. Sabemos que esto es dar amor en grandes cantidades y lo que recibimos de quienes nos conocen e interactúan con el producto es una bendición y una alegría enorme.
6. ¿Soy feliz?
Mucho, convencidos de que esto vale la pena y que cada día vamos avanzando y viendo mejores resultados, creando más productos, siendo cada vez mas reconocidos y sobre todo recibiendo ese feedback positivo de quienes ya son nuestros clientes y nos visitan de nuevo.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Aún no. Más bien queremos hacerlo crecer, llegar a más personas, países y seguir generando. Nos gustaría sumar a más personas al equipo. Además creemos que el ADN de nosotros como pareja está súper impregnado en Plan Sorpresa y sabemos que cuando una empresa pasa de una mano a otra en ocasiones pierde su esencia principal.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Mucho, ha sido un reto cada día. Organizarnos, entender cuándo es el tiempo para el emprendimiento y cuándo es tiempo de ser pareja, en qué lo desperdiciamos o qué es prioridad. En ocasiones no fluyen las ideas y no sabemos hacer algunas cosas pero toca meterle el pecho y eso cuesta bastante. Cuando hay días que no nos va tan bien en la feria artesanal económicamente y lo necesitamos, cuando los recursos no alcanzan o no tenemos el conocimiento suficiente. Hemos aprendido, hemos crecido y ahora tocamos puertas para hacer las cosas mejor. También cada día vamos viendo los frutos.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
No aún no, nos falta crecer, consolidar la empresa y verla grande; que al menos todos en Colombia tengan en casa un Plan Sorpresa, ese es nuestro sueño.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Estamos estudiando y aprendiendo las mejores prácticas a nivel digital, comercial. Haciendo contactos y buscando apoyo.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Si, totalmente. en cualquier parte del mundo, a nivel digital, con aliados estratégicos. Nos hemos imaginado planes sorpresa que lleven a las personas a vivir experiencias espectaculares en diferentes restaurantes, cafés, hoteles y demás. Imagínate que al raspar una experiencia secreta de Plan Sorpresa te encuentras con un “plan” que dice: Vayan a hacer una cata de vinos en este lugar y tendrás un porcentaje de descuento. O que te encuentres con una actividad que diga: Haz esta actividad con la que necesitarás adquirir este producto. Si lo compras en línea con este cupón tendrás una atención adicional. Evidentemente eso implicaría validar que los servicios prestados por terceros son de altísimo valor, ya que nuestras experiencias como tal son increíbles.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Si claro, es parte del ejercicio de crecer, considero que solos no podemos y podemos encontrar aliados estratégicos que nos ayuden a cumplir nuestro sueño. Nos gusta la idea de tener un socio que aporte conocimiento y valor al negocio como tal y no que solamente aporte dinero. Para levantar capital solamente estamos explorando opciones y oportunidades con la banca. Queremos un aliado estratégico.
Una historia para leer: El mapa del emprendimiento “tech” colombiano
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Todo ha sido parte importante en el proceso y cada situación adversa nos ha dejado una enseñanza que debíamos vivir. El conocimiento ha sido adquirido a partir de las experiencias, de los ensayos, de los errores. Por ejemplo, hubo una feria en la que nos aventuramos e invertimos un buen dinero para el stand. La verdad no tuvimos los resultados económicos esperados pero aprendimos a montar un buen stand en una feria grande, lo otro bueno que pasó es que mandamos a crear material que aún utilizamos en otras ferias entonces lo que parecería un revés, hoy en día lo capitalizamos pues ya no tenemos que gastar el dinero en una buena decoración para nuestros stands.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Nos inspiró el deseo de crear algo que le devolviera el juego y la diversión a las personas. Ambos habíamos vivido experiencias en relaciones de pareja que cayeron en monotonía y aburrimiento. Por eso soñábamos con crear algo bien elaborado (PLAN) que lograra crear asombro, risas y momentos especiales (SORPRESA).
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Claro que sí. Cuando sentimos que no somos capaces de sacar adelante algo o que nos sentimos bloqueados o frustrados porque no pasan las cosas como queremos o a la velocidad que necesitamos. Por ejemplo, la verdad necesitamos ayuda para comprender mejor el mundo virtual. Ha sido difícil vender por redes sociales. En este mundo tan frágil y volátil todo cambia en cuestión de segundos y eso a veces nos hace dudar de nosotros mismos a pesar de saber que contamos con las herramientas, el conocimiento y la capacidad para hacer las cosas. Hay días de días, pero cada mañana, abrimos los ojos y sabemos que es una nueva oportunidad que agradecemos a Dios.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Si. hay una fundación que con mentores y profesionales especialistas de cada área requerida nos han ayudado a consolidar la estructura organizacional de la empresa, a poner en el papel todo y a proyectarla, seguimos trabajando en ello. La fundación Colombia Comparte ha sido fundamental. También hemos contado con la ayuda de Impulso Local y Propaís para fase productiva y Hecho en Bogotá, para fomentar ventas.
No deje de leer: La colombiana que diseña y crea expresiones artísticas a través de joyas
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí. consideramos que hoy por hoy es muy necesario hacer la pausa, mirarnos a los ojos y sobre todo tratarnos con amor. La digitalización, los retos empresariales y las competencias profesionales nos sacan del espacio de familia, de pareja y peor aún, de nosotros mismos. Estamos llamados a reconstruirnos, a sanar, a mirar adentro y compasivamente a mirar a nuestros padres, hermanos, amigos y al de la calle con otros ojos, los del amor y la empatía.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nos vemos aún más felices, más tranquilos y sobretodo más ligeros. A Plan Sorpresa, creciendo, viajando, cruzando fronteras, en otros idiomas y con un equipo interdisciplinario detrás muy poderoso, generando valor alrededor del mundo entero.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Dani ha sido un hombre que se ha puesto no la 10, sino la 20 al emprendimiento. Su intelecto y su creatividad son el eje en todos los productos que tenemos actualmente. Mis amigos son hermosos, me empoderan, me respetan, me animan, me quieren y como me ven feliz, son felices por mí. Por mi parte puedo decir que Pao ha sido increíble, tiene todas las cuentas al día, sabemos el valor de nuestras inversiones y el emprendimiento está totalmente organizado. Sin ese orden Plan Sorpresa no sería lo que es hoy en día.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Por supuesto, siempre. En este medio nos relacionamos con muchos emprendedores de todo tipo de productos y servicios y cada cosa que sé que puede sumarles, les contamos y les compartimos, para que no caigan en las trampitas que caímos nosotros. Nos encanta la compra local, el amor del emprendedor por su empresa y todo lo que viene con cada producto que les compramos o consumimos de ellos. Somos fieles compradores a los emprendedores. Sabemos que los emprendedores tienen productos espectaculares que en ocasiones necesitan aliados para mostrar, vender, promocionar sus productos. Nosotros estamos dispuestos. ¡Eso si: el servicio al cliente debe ser impecable pues si bien estamos dispuestos a colaborar, debe ser bajo unos estándares de calidad altísimos.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Wow ha sido un equipo hermoso, de todos hemos aprendido. Diseñadores, impresores, amigos, familia, de seguro cada uno ha sumado y ha dejado una huella, con su apoyo, su crítica, su trabajo y en casa nosotros hemos estado haciendo de todo un poco: mensajeros, acabados, ventas, telemercadeo, visita a clientes, ferias, ecommerce, en fin, esa es la vida del emprendedor.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Cuando nosotros iniciamos, no había mucho en el mercado local parecido a lo nuestro, Aún así, más allá de crear un negocio, nuestro objetivo ha sido sumar de manera significativa a las personas y a ello nos hemos dedicado; a pensar y diseñar que cada actividad trabaje un valor importante en la vida del ser humano, que lo lleve al autoconocimiento, la reflexión, el agradecimiento, la empatía. Hablamos de vulnerabilidad, de opiniones, del juego, de soñar, entre tantas cosas y hacemos que esto sea tangible en todas sus relaciones.
Otra cosa que nos diferencia es que nuestros productos están hechos a prueba de riesgos. Por ejemplo, hemos encontrado productos que dicen cosas como: “vayan al lago más cercano y con su colchón inflable acuático…” o “deben hornear un plato a 300 grados centígrados” … y esto implica que:
1. Debo tener un lago cercano
2. Debo hacerlo en una temporada en la que meternos en un lago es viable
3. Debo tener permiso para poder meter un colchón inflable acuático en un lago (en algunos países está prohibido)
4. Debo tener un colchón inflable acuático
Y en el segundo plan (el de hornear): debo tener un horno. Curiosamente nosotros nos acabamos de mudar y nos dimos cuenta de que en una ciudad como Bogotá existen muchísimos apartamentos que no traen horno. Entonces en ambos casos no podría hacer el plan sorpresa y eso es triste.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Ha sido un aprendizaje increíble en todos los aspectos. Jamás imaginamos emprender pero además, pese a que sabemos que en general no es un camino fácil, nunca imaginamos tantos retos a la vez. Hemos aprendido particularmente de programas de diseño, teoría de colores para logotipo, cómo combinar colores, cómo organizar un showroom, sobre marketing digital, manejo de presupuestos, costos, gastos, llevar un flujo de caja del día a día, papeles, acabados, impresión, entre otros. Seguimos aprendiendo a administrar el tiempo, a no darnos duro por ser lentos en ocasiones y a reconocer que no tenemos respuestas para todo.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚