Publicidad

La pareja que crea cuadernos a mano con diseños inspirados en la cultura popular

“Tenemos un estilo único que combina la irreverencia de lo moderno y lo popular con el trabajo meticuloso de las cosas hechas a mano”, dicen sus emprendedores.

Tatiana Gómez Fuentes
15 de octubre de 2024 - 04:32 p. m.
Óscar Cortés y Paola López, los emprendedores detrás de Goodmoode Store.
Óscar Cortés y Paola López, los emprendedores detrás de Goodmoode Store.
Foto: Goodmood

“Somos una pareja de emprendedores, una arquitecta y un publicista unidos por una pasión en común: el diseño. Estamos decididos a cambiar la forma en que vivimos nuestro día a día y por eso nos encargamos de agregar valor a los pequeños objetos cotidianos. Por esta razón nos especializamos en hacer cuadernos a mano donde resaltamos el valor de lo artesanal. Arrancamos sin inversión y echamos a andar la idea con un par de hojas, hilo, cartón, y una impresora casera, con eso fue suficiente darle vida a GoodMood”.

Sin más preámbulo, aquí está la historia de Óscar Cortés y Paola López, los emprendedores colombianos detrás de una idea de negocio que se construye a diario con creatividad y tradición. Hablamos con ellos en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí está su historia.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Paola López, 33 años, Arquitectura.

Óscar Cortés, 39 años, Publicidad.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Hacer cuadernos con diseños lindos con los que nuestros clientes se pueden identificar. Creamos una marca a la que le dimos el nombre de Goodmood con el fin de mezclar la intensidad visual del diseño con la atención al detalle de las cosas artesanales.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Estudiar arquitectura me ayudó a tener cierta facilidad para las cosas manuales, eso es muy útil en este tipo de emprendimientos. Luego empezamos con mi novio a pensar en los diseños, ver en donde se podían vender, buscar espacios de emprendimiento y personas que estuvieran interesadas en nuestros productos.

Al principio teníamos la idea de lo que queríamos hacer, pero como todas las ideas se van moldeando con el hacer, de a poco fuimos encontrando el camino. Fueron muchas pruebas, errores y desilusiones, no obstante, al final uno se da cuenta de que todas esas cosas son importantes para aprender y para mejorar.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Una de las cosas más locas de nuestro emprendimiento es que básicamente arrancamos sin inversión. Comenzamos con un par de hojas, hilo, cartón, y una impresora casera, eso fue suficiente. Con el tiempo fuimos comprando un par de impresoras más y algunas máquinas que se necesitan para que el trabajo sea más fácil y para que todo quede mejor.

Además, uno de los talentos de mi pareja es que tiene muy claro todo lo que se necesita para vender en línea, crecer en redes sociales para encontrar así nuevos nichos de mercado, lo que es una suerte porque eso también nos permitió ahorrar mucho en cuanto a inversión se refiere.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Una de las cosas más gratificantes de emprender es la capacidad que tiene la marca de generar empleo directa e indirectamente. Nuestro emprendimiento también cuenta con cierta independencia financiera, esa es una de las cosas más agradables de esto, sumado a que puedo manejar mi tiempo y sobre todo saber que me levanto todos los días para perseguir mi sueño.

Otra cosa que no pensamos cuando decidimos emprender, es que sin darnos cuenta nos hemos convertido en inspiración para muchas personas que están empezando o tienen pensado hacer algo parecido, recibimos preguntas de todo el mundo, nos piden consejo, comparten nuestros videos en redes sociales y nos mandan todo su amor.

6. ¿Soy feliz?

Para nadie es un secreto que emprender no es una cosa sencilla, esto tiene sus altos y sus bajos, pero en retrospectiva puedo decir que sí lo soy.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No, en este momento no se nos pasa por la cabeza, sentimos que está creciendo a buen ritmo, que las cosas cada vez fluyen más y la verdad es que es muy emocionante ver esto, sabiendo cómo empezó todo.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Es difícil, en muchas ocasiones uno quiere tirar la toalla, se desanima, sin embargo, siempre hemos tenido claro que todo hace parte del proceso y hay que confiar en que vengan cosas buenas.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Todavía falta, en nuestra cabeza todo es mucho más grande y si todo sigue así creemos que ese sueño va a ser posible.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Seguir trabajando, con el tiempo hemos ido extendiendo nuestro portafolio de productos, tenemos muchas cosas pensadas que seguro de a poco vamos a ir incorporando. Por ahora, a corto plazo, vamos a empezar a habilitar los envíos internacionales, porque nos preguntan mucho de otros países.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Sí, es escalable. Al final para crecer lo único que necesitamos son más manos, eso es bueno en muchos sentidos, sobre todo en la generación de empleo, uno de nuestros compromisos más importantes desde que se creó la marca.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Depende, si el inversor trae muchas posibilidades de crecimiento, conoce del negocio, y respeta nuestra filosofía, estamos abiertos a escuchar propuestas. Al final no todo depende del dinero.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Uy, varias cosas. Primero no esperar que todo nos salga perfecto desde el principio, eso nunca va a pasar, todo es un proceso. Hay que armarse de paciencia y sobre todo creer y confiar, si uno sabe lo que quiere y va por eso, seguro le sale.

También tendría cuidado con las ferias, a veces por la emoción, uno toma decisiones apresuradas, hay que indagar, hacer cuentas, ir conociendo primero el mercado y calcular si la inversión vale la pena o no. A esto le sumaría dejar todas las decisiones en manos de otra persona. La mayoría de la gente que quiere trabajar, tienen buenas intenciones; sin embargo, hay que aprender a delegar, y sobre todo saber qué y hasta donde, porque al final nadie conoce tanto el negocio como uno mismo.

Por último, pensaría mejor a la hora de invertir mucho en inventario. Si no tienes ventas constantes, a veces es mejor pagar un poco más por esa materia prima, que tener toda la inversión guardada en tu taller. Es como tener el dinero congelado.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Al igual que muchas de las personas que nos escriben y no siguen hoy en día, nosotros también nos guiamos por grandes referentes de la industria como Moleskine, entre otros.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Creo que las cosas que caracterizan a un buen emprendedor es el aprender a fracasar con estilo, a pensar en tirar la toalla pero aun así continuar. Por ejemplo, una vez estábamos muy emocionados con una línea de diseño que nos encantaba, trabajamos mucho en eso y después de mucho esfuerzo logramos sacarlo a la venta. Esa vez no vendimos ni uno, así que al final decidimos retirarlo de la tienda y empezar a pensar en otras cosas, fue triste y frustrante, pero entendimos que solo así se aprende.

Visite la sección de Emprendimiento y liderazgo de El Espectador

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No, por el momento, ninguna.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Queremos creer que sí. Sabemos que a las personas les gusta mucho nuestra forma de hacer las cosas; sin embargo, creemos que podemos impactar mucho mejor a nivel social, estamos trabajando para lograrlo en un futuro cercano.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Esperamos ya no ser un emprendimiento, sino una empresa consolidada a nivel regional y por qué no mundial.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Es un tema complicado, al final todos están ahí si los necesitas, de eso no hay duda. Pero cuando estás emprendiendo la mayoría no va a entender lo que persigues, ellos se van a basar en sus creencias o en sus miedos e intentarán persuadirte para que busques un camino más seguro. No lo hacen por maldad, sino porque se preocupan por ti. Depende de ti tener tus objetivos claros, porque para nadie es un secreto que emprender es un camino un poco incierto.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Claro que sí. Para nosotros sería muy gratificante encontrar espacios donde podamos compartir nuestras experiencias y hacerles el camino un poco más fácil a los que vienen detrás de nosotros.

21. ¿Qué papel juego mi equipo? ¿Quién es?

Soy la persona que ensambla todas las partes, a veces los demás hacen cosas más importantes, pero sin duda, al final todo tiene que combinarse para que funcione.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Tenemos un estilo único que combina la irreverencia de lo moderno y lo popular con el trabajo meticuloso de las cosas hechas a mano.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Que hay que confiar, perseverar y creer en los sueños, pero con los pies en la tierra. No importa qué tan talentoso seas, al final la disciplina y la constancia son la clave del éxito.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar