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La periodista que creó una marca de ropa para hacer pedagogía ambiental

Se llama Cucú y la Zíngara y a través de la moda les enseña a sus clientes sobre plantas, animales, historia y reciclaje.

Tatiana Gómez Fuentes
27 de noviembre de 2024 - 04:00 p. m.
Daniella Berger Lugo, la emprededora detrás de El Cucú y la Zíngara.
Daniella Berger Lugo, la emprededora detrás de El Cucú y la Zíngara.
Foto: El Cucú y la Zíngara
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“El Cucú y la Zíngara es una tienda de ropa en línea que me gusta llamar “wearable encyclopedia” que busca concientizar a las personas de la importancia de la naturaleza, el impacto de los seres humanos en el mundo, y la extinción de especies como los insectos, flores, animales del océano, la sabana africana, entre otros. Queremos conectar la moda con el conocimiento, algo así como ponerse una enciclopedia andante. Arrancamos con una inversión de $4.000.000 y nuestro plan a mediano plazo es entrar en el mercado internacional con nuestros hoodies, tops, sombreros y camisetas”.

Sin más preámbulo, aquí está la historia de Daniella Berger Lugo, la emprendedora colombiana detrás de una idea de negocio que le apuesta al sector de la industria textil en Colombia. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí está su historia.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

30 años, Comunicación Social y Periodismo.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Nace en la pandemia después de ser despedida de un empleo y con toda la locura que estaba sucediendo en el mundo, el miedo y la incertidumbre. Decidí crear el Cucú y la Zíngara una tienda de ropa online que lleva también conocimiento en sus prendas.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Siempre había querido tener mi propio negocio, me gusta mucho la moda, pero también disfruto de la naturaleza y del conocimiento, soy una persona muy curiosa, así que por qué no fusionar las dos cosas y generar lo que me gusta llamar “wearable encyclopedia”, es decir, llevar el conocimiento de una forma diferente, aprendiendo, mientras te ves cool. Después de mucho trabajo, de entender una industria que tiene millones de retos y mucha competencia, decidí lanzarme al agua con una inversión de $4.000.000 en el 2020 para darle vida a Cucú y la Zíngara.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Con lo que me quedaba de mi liquidación, que poco a poco iba disminuyendo, mandé a hacer mis primeras camisetas. Compré la tela, busqué quien me las confeccionara con el molde que me gustaba, sin saber de tallas, colores, no sabía absolutamente nada, pero así me lancé.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Concientizar a las personas de la naturaleza, el impacto de los seres humanos en el mundo, mostrando qué pasaría si se extinguen especies como los insectos, flores, animales del océano, la sabana africana, entre otros. Conectar la moda con el conocimiento, ponerse una enciclopedia.

6. ¿Soy feliz?

Nunca me imaginé que necesitara tanto crear, emprender, retarme a mí misma en todo sentido. Así que sí, soy muy feliz.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Por ahora no está ni siquiera contemplado, seguimos trabajando duro para llegar a todas partes y seguir creciendo para llevar conocimiento y conciencia al mundo.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Es difícil, cada día es un reto. No solo hay que entender sobre tu negocio, tu producto, sino también qué lo hace diferente. Quiero que cuando vean mi marca, sepan que quiero dejar una huella que cause un impacto positivo.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Es un sueño que se vive a diario. Cada reto es una meta cumplida y una enseñanza. Hace falta llegar a más personas, educar sobre nuestro impacto negativo en el mundo, seguir creciendo y educándonos para poder educar.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Seguir creciendo con pasos firmes, con bases claras, para que no se pierda la idea inicial de causar un impacto real a través de prendas de vestir que se convierten en algo mucho más trascendental.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Claro, queremos llegar a todo el mundo para seguir llevando conocimiento de una manera diferente.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Por ahora no, pero como emprendedora no se vale decir nunca.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Cada uno de los escalones que se han tenido que subir nos ha traído donde estamos, entonces, todo ha sido necesario para llegar hasta aquí.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Me inspira todo, el mundo por sí mismo es una muestra de todo lo que podemos comunicar y enseñar a través de nuestras prendas. Cada una de las historias de nuevos emprendedores son enriquecedoras, de los que llegaron a donde quieren ir, de los que siguen luchando, de los que no pudieron. Todo nos inspira.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Recién iniciando, nos robaron, mandamos a hacer camisetas a un satélite, les entregamos nuestros moldes, les enviamos la tela y entregamos el 50 % de anticipo para iniciar con el corte y confección. Pasó la fecha límite, donde nos dijeron que ya nos iban a entregar y no volvieron a contestarnos.

Fuimos al taller que habíamos conocido días previos y cuando llegamos, no había nada, no existía, se habían ido. Después de preguntarle a los vecinos y darnos cuenta de que había sido un robo, me senté en el andén a llorar: la mitad del dinero que tenía se había ido. Lo que no se llevaron fueron mis ganas, así que con las pocas prendas que nos quedaban esperamos a venderlas pacientemente y poder volver a tener el dinero para confeccionar más, no tantas como antes, pero con las mismas ganas, esta vez con más precauciones volvimos a empezar y menos mal lo hice porque aquí seguimos creciendo.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No hacemos parte de ninguna comunidad, pero nos encantaría.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

En un 100 % no solo porque llevamos conocimiento a través de nuestras prendas, sino también porque hacemos conciencia de nuestro impacto como seres humanos en el mundo.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Nos vemos alrededor del mundo con muchas prendas y enseñando no solo desde nuestra experiencia como emprendedores, sino haciendo conciencia del impacto del ser humano en el planeta.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Todos los roles posibles. Sobre todo, mi esposo, él ha estado apoyándome en cada uno de los retos y metas cumplidas. Es un pilar fundamental en el crecimiento de mi emprendimiento.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Sin lugar a dudas, así como he recibido ayuda de todas partes, me encantaría a través de mi experiencia ayudarlos a todos.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Por ahora solo está el taller que me ayuda cortando y confeccionando, personas increíbles que me regaló la vida, un artista colombiano que a través de su esfero plasma todas nuestras ideas. Y mi esposo, que más allá de cumplir un rol dentro de la empresa, es un apoyo incondicional.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Quiero llevar conciencia de una manera divertida y diferente. No creo que las prendas de ropa deban ser desechadas inmediatamente para adquirir nuevas, así que también le apostamos a la calidad.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Que no es fácil, que hay que caerse para levantarse más decidido, con más convicción y con más entereza. Cada uno de los pasos que se dan, sean en la dirección que sean, son valiosos y te están llevando en la dirección correcta. No existe una meta que cruzar, disfrutarse el camino es la clave, los resultados llegarán de la manera en la que deban hacerlo y seguramente no serán ni cercanos a lo que se espera. Tener un propósito diferente al dinero o el reconocimiento siempre será la recompensa más grande que podremos tener. Al final, terminar cada día con la certeza de que estás haciendo algo más, vale toda la pena del mundo.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

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