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Se emprende por necesidad. Porque se pierde el empleo o porque la maternidad obliga a estar en casa y crear, allí mismo, algún tipo de comercio o servicio para obtener un ingreso que ayude a sostener a la familia. No todos los emprendimientos de Colombia son así, pero todos aquellos que nacen en las regiones apartadas tienen esas características. Y resulta que allí se mueven no solo las finanzas de las familias, sino de los pequeños barrios, incluso así han comenzado negocios que lograron crecer, contratar empleados y cambiar realidades sociales en medio de un entorno que no ofrece trabajo formal para todos.
Y precisamente a ese tipo de emprendedoras es que se enfocó el programa que acaba de dar los primeros resultados. “Cien emprendedoras de las regiones más excluidas de Colombia se graduaron de la primera cohorte del programa Emprende Pro Mujer en su modalidad híbrida, organizado por Pro Mujer y el Fondo Mujer Libre y Productiva. A través de un modelo que combina sesiones presenciales y virtuales, estas mujeres han recibido formación en mercadeo, e-commerce y finanzas, impulsando sus negocios hacia la autonomía y sostenibilidad. Con el inicio de una segunda cohorte y la convocatoria digital aún abierta, esta alianza continúa fortaleciendo el emprendimiento femenino en todo el país”, se lee en el comunicado de prensa con el que se informa la noticia.
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“Las emprendedoras recibieron su certificado de participación después de seis semanas de recibir acompañamiento y formación en sesiones presenciales y virtuales. Ahora, 33 mujeres de Guainía, 44 de Guaviare y 23 del Vaupés -departamentos de la región de la Orinoquía colombiana- están listas para seguir aumentando sus ventas, su clientela y su conocimiento en emprendedurismo”, detalla el Gobierno en la información liberada a medios de comunicación.
Detalan que esta es “la segunda etapa de la implementación de la alianza entre Pro Mujer y el Fondo Mujer Libre y Productiva (programa de gobierno de la Vicepresidencia de Colombia) con la que se han formado mujeres de todos los departamentos del territorio nacional en temas de modelo de negocio, salud financiera, presupuesto, estrategias de ventas, diseño, comunicación, marketing y distintas habilidades que les permitirán impulsar sus negocios. Esta alianza continuará con la segunda cohorte de mujeres que empezaron su formación con el modelo híbrido de Emprende a principios del mes de julio”, aclararon.
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De acuerdo con María Fernanda Reyes, directora del Fondo Mujer Libre y Productiva, todo esto se trata de ofrecer “diferentes oportunidades de transformación para las mujeres en su diversidad, por lo que desarrollamos iniciativas para impulsar su autonomía económica y el cierre de brechas de género en Colombia. Trabajamos para hacer de nuestro país una nación de mujeres emprendedoras con negocios escalables, rentables, replicables y sostenibles que generen empleo de calidad”.
Y por el lado de Carmen Correa, CEO de Pro Mujer, “nuestro motor es el bienestar de las mujeres, queremos que todas tengan las herramientas para alcanzar su máximo potencial. Y si hay un territorio en Colombia, en América Latina, en el que el 37% de las mujeres rurales se encuentra en pobreza multidimensional, como lo son la Orinoquía y la Amazonía, allí estaremos fortaleciendo sus capacidades para alcanzar la autonomía económica”.
Revisando las cifras del Dane, en las zonas rurales colombianas las mujeres económicamente activas constituyen apenas el 29,6% y, de estas, el 82,8% está ocupada de manera informal. De ahí el reto de la brecha en la que hay que trabajar.