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“Estamos cumpliendo un sueño: ser capaces de crear empresa, que esta sea lucrativa y que genere ganancias desde siempre. Hemos logrado crecer como socios de nuestro propio negocio, y claro, hemos llegado a todos los rincones de Bogotá, es impresionante pensar que a la gente no le importa pagar $20 mil pesos por un domicilio con tal de poder probar nuestras milhojas, han llegado hasta ¡Medellín!.
Siempre nos emociona pensar que la tarde de una persona se alegra cuando disfrutan de nuestras milhojas como postres, ya hemos llegado con seguridad a más de 2 mil casas en Bogotá. Cuando leemos o escuchamos los mensajes de los clientes contándonos lo bien que les fue con el pedido, con la experiencia, con el sabor de la milhoja, nos recarga mucho de energía para continuar trabajando y mejorando.
Logramos cambiar la forma tradicional de comer milhoja y queremos seguir haciéndolo, milhoja es un postre muy colombiano, sabemos que existen todavía muchas variaciones en las que podemos trabajar para seguir innovando a través de sabores y formas de nuestro producto, estamos convencidos de que el camino es ese, ir renovándonos cada día para que los clientes nos vean como un punto de referencia en toda la región para comer y disfrutar de esta delicia”, así comenzó el recorrido de sabor que nos hicieron los hermanos Hosman, por su idea de negocio, la misma que da pasos agigantados en el mundo de la culinaria. Su historia es tan atractiva como se lee al inicio de esta entrevista, así que aquí está contada por ellos mismos en nuestra sección 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Somos 3 hermanos en Bogotá:
Juan es el alma del negocio tiene 33 años. Estudió Cocina en Boyacá, y luego de muchas dificultades para encontrar su vocación encontró en la pastelería su mayor motivación.
Nuestro hermano Mayor Manuel 38 años, es Médico de profesión, siempre queriendo encontrar un negocio diferente para poder hacerlo y trabajarlo como hermanos.
David, nuestro hermanos menor de 28 años, Ingeniero Electrónico de profesión trabaja en una empresa de Tecnología.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea fue buscar una milhoja diferente a la tradicional que se destacara por su frescura. Todas son echas a la medida, la incorporación de la fresas, frambuesas y arándanos es el toque especial de nuestra preparación, inspirado por supuesto, en buscar un contraste de dulce con la frescura y acidez de la fruta. Además, no queríamos que fuera una milhoja cuadrada simple de cafetería o panadería, pensamos mucho en su decoración, sabiendo que los postres son parte fundamental de las mesas y que debía ser algo que adornara y alegrara a las familias que recibieran nuestra propuesta.
La idea nació en una comida de Juan y Manuel, ello estaban buscando nuevas formas de hacer negocio, a Juan le acaban de terminar su contrato de cocinero por pandemia, estaba preocupado porque debía mantener ingresos fijos, así que comenzó explorando con la venta de comidas rápidas en el edificio donde vivíamos, nunca despegó porque la realidad es que el mercado de comidas rápidas ya está muy saturado. Por ese entonces comenzó un diplomado en Pastelería y Repostería, fue perfeccionado la idea de las milhojas que requiere mucho esfuerzo para mejorar su técnica, así que todo el reconocimiento de esta primera etapa es para Juan por buscar la forma de mejorar su técnica y sobrepasar las tendencias normales de la milhojas tradicionales.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Fueron y son todavía muchas pruebas y errores.
La pastelería/repostería te da muchas variaciones para explorar y crear nuevas versiones de todo.
El ingrediente más importante de las milhojas es el hojaldre, este debe tener una muy buena mantequilla y harina de trigo, hacer la correcta medición de sus ingredientes adicionales para que mantengamos siempre la mejor calidad, esto lo complementa el proceso de amasado, que es a pulso. Comenzamos amasando tal vez 2 kilos de harina, hoy ya tenemos que mantener un ritmo muy alto de preparación. Juan desde temprano se encarga de hacer las masas y comenzar a hornear para despachar las milhojas del día.
Fue fundamental que Juan estuviera capacitado en todas las técnicas y reglas de la preparación de alimentos.
Nuestra milhoja tuvo versiones, mejoras y hasta el día de hoy seguimos buscando nuevas formas de presentarlas a los clientes. Es un proceso que nunca para. Recuerdo que hubo una noche en que David tuvo una idea a mitad de la noche, despertó a Juan y creamos un producto nuevo. Tenemos varias ideas en camino para ir creando las variables en al arte del hojaldre.
Eso también nos hace diferentes, no nos quedamos en la milhoja cuadrada, le dimos variaciones en forma de corazón, para regalos, luego incorporamos bocaditos pensados en los pasabocas de los eventos, luego incorporamos los números y letras de milhoja que son hermosas y son perfectos para los cumpleaños.
Inicialmente comenzamos vendiendo únicamente por Instagram, esa fue nuestra fuente de clientes, y personas interesadas en el producto, invertimos en publicidad todos los meses para atraer a nuevos clientes, el crecimiento no ha parado, ya somos casi 10 K al día de escribir esta nota. Esta herramienta nos permitió tener una clientes iniciales y fijos para cuando abrimos el local, no comenzamos desde 0, desde el minuto 1 que abrimos el local teníamos clientes y no hemos parado de crecer.
El local nos permitió tener un punto de contacto más directo con los clientes, escucharlos, atenderlos, ver sus reacciones, recibir a las familias que quieren un postre para el fin de semana con sus hijos o mascotas. Todos son bien recibidos.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
En principio fue de la liquidación que tuvo Juan de su anterior negocio y lo ahorros que tenía para pagar el diplomado de Pastelería y Repostería. Todo nos lo ha venido dando el negocio, fuimos comprando cada nueva herramienta con los ahorros que generaba.
Comenzamos con una batidora para la chantilly, luego, algo que fue muy útil fue el horno para la apertura del local, reunimos ahorros de Juan, Manuel y David para sacarlo adelante y ahora el negocio se mantiene con sus propios ingresos.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos cumpliendo un sueño: ser capaces de crear empresa, que esta sea lucrativa y que genere ganancias desde siempre. Hemos logrado crecer como socios de nuestro propio negocio, y claro, hemos llegado a todos los rincones de Bogotá, es impresionante pensar que a la gente no le importa pagar $20 mil pesos por un domicilio con tal de poder probar nuestras milhojas, han llegado hasta ¡Medellín!.
Siempre nos emociona pensar que la tarde de una persona se alegra cuando disfrutan de nuestras milhojas como postres, ya hemos llegado con seguridad a más de 2 mil casas en Bogotá. Cuando leemos o escuchamos los mensajes de los clientes contándonos lo bien que les fue con el pedido, con la experiencia, con el sabor de la milhoja, nos recarga mucho de energía para continuar trabajando y mejorando.
Logramos cambiar la forma tradicional de comer milhoja y queremos seguir haciéndolo, milhoja es un postre muy colombiano, sabemos que existen todavía muchas variaciones en las que podemos trabajar para seguir innovando a través de sabores y formas de nuestro producto, estamos convencidos de que el camino es ese, ir renovándonos cada día para que los clientes nos vean como un punto de referencia en toda la región para comer y disfrutar de esta delicia.
6. ¿Soy feliz?
Somos muy felices y orgullosos del negocio, hemos tenido momentos donde ha sido realmente muy difícil, organizar toda la apertura de local fue muy complicado, ocasionalmente problemas con los repartidores, clientes problemáticos que cambian la dinámica y el estado de ánimo de los días, al final sabemos que todo esto nos reta a seguir mejorando y trabajando para que podamos crecer cada vez más.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, por ahora no. Tenemos mucho todavía por desarrollar, sería a genial tener socio que nos ayudara a invertir para seguir creciendo, pero no nos interesaría soltar el 100% del negocio.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Es duro, porque día a día sembramos más para tener mejores resultados. La mejora es continua, aunque a veces sea complicado modificar algo en lo que nos va bien, siempre buscamos mejorar. Pero la realidad es que mantenernos unidos primero como familias y luego como socios es también la base del éxito, todo se construye mejor cuando se encuentran socios que le apuntan al mismo objetivo. Tenemos discusiones, diferentes puntos de vista sobre cómo desarrollamos el negocio, pero al final, siempre llegamos a un punto medio.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Si, lo cumplimos, pero todavía falta mucho. Queremos expandirnos, abrir nuevos puntos de ventas en diferentes zonas de Bogotá, sabemos que aún tenemos un mercado muy grande por explotar. Queremos poder incluir nuevos productos, diferentes variantes de milhojas al negocio, Poder darle empleo a más personas, ser líderes y referentes para nuevos emprendimientos de cocina. Eso nos motiva, es cuestión de tiempo, vamos por buen camino y sabemos que llegaremos a eso.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Continuar trabajando este año, para que podamos ahorrar y buscar invertir en un nuevo local. Tenemos pendiente lanzar un nuevo producto que ya tenemos casi listo, queremos aprovechar lo que hemos oído de nuestros clientes en el local y lo que nos piden para poder innovar con productos diferentes. Estamos buscando contratar a personal que nos ayude en la elaboración de los productos.
Hoy día, únicamente está Juan todo el tiempo en el local, nuestra madre viene ocasionalmente de Sogamoso a ayudarnos, pero la realidad es que cada vez más vamos a necesitar más manos. No es fácil pensar en contratar a empleados, es algo que hemos considerando desde hace casi ya 3 meses, pero hay muchos temas legales que hacen este tipo de contrataciones complicadas, pensamos que la mejor forma sería a través de temporales, para que no tengamos que manejar directamente nosotros la contratación de los mismos. Estamos aun explorando la mejor opción, sabemos que tiene que llegar.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Si, totalmente escalable. Es cuestión de tener el dinero necesario para poder poner un nuevo punto de venta, estamos ahorrando para eso. La verdad es que no hemos considerado la opción de préstamos o de recibir inversiones para que podamos hacerlo mas rápido, queremos hacerlo más orgánicamente sin enloquecernos para no quemarnos en el intento.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Si, dispuestos a escuchar ofertas. Dependerá del valor que puedan ofrecer al negocio. Los socios deben entender la historia de la empresa, identificarse, enamorarse del negocio para que su entrada tenga un sentido para que ambas partes ganen.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Cambiar los productos que tenemos, la forma en que los presentamos, tamaños y decoración, esto afecta como nos conocen y nos reconocen, ya sabemos que le gusta a la gente y por ahí queremos quedarnos.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Nuestros padres, siempre apoyando. Nuestra mamá viene por temporadas a ayudarnos en el local, es nuestra mejor vendedora, siempre busca que mejoremos de alguna forma. Y nuestro padre siempre moralmente llenándonos de ánimo y entusiasmo para mejorar.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
No fracasamos, pensamos que fracasar es solo una oportunidad para hacer de nuevo algo y mejorarlo. No hemos pensado nunca en tirar la toalla, entre los tres nos llenamos de razones para seguir cuando tenemos problemas.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Uff trascender, sí, trascendemos en el estado de ánimo de las personas que día a día prueban las milhojas, siempre la más grande motivación e escuchar a los clientes felices al probar nuestro producto, generar felicidad es trascender.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nos vemos como una empresa con múltiples puntos de venta, generándonos el doble de trabajo, pero 10 veces más satisfechos. Queremos disfrutar cada momento, aprender de los errores, queremos equivocarnos más para saber cómo mejorar cada vez más y compartir estas experiencias con todos para que un día miremos atrás y nos sintamos tan orgullosos como nos sentimos hoy en día de nuestro emprendimiento.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
¡Nuestra familia es el motor que nos impulsa! Siempre hemos estado rodeados de negocios, nuestros padres tuvieron una empresa muy grande de alimentos lácteos en Boyacá, también tuvimos un restaurante. Ahora, que tenemos nosotros como hermanos la oportunidad de hacer nuestro propio negocio, queremos aprovechar esas experiencias que hemos vivido y hemos visto a través de nuestra familia para que podamos expandir y potenciar lo que hemos sido.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí. Hemos trabajado con emprendimientos de desayunos, regalos personalizados. Nos encanta poder participar de esto porque sabemos lo difícil que es, nosotros hemos recibido apoyo de diferentes emprendimientos y personas que hablan muy bien de nuestros productos, por eso siempre estaremos dispuestos a ayudar y a compartir nuestras experiencias
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Los hermanos Hosman:
Manuel, el hermano mayor, inspector de calidad y critico incansable para mejorar, además es la persona encargada de surtirnos de las mejores fresas que encontramos en Boyacá, Semanalmente trae el pedido para que tengamos productos naturales y frescos.
Juan, el chef y artista que todos los días es el encargado de abrir y cerrar el negocio, atiende, prepara y organiza el local. Es el alma del negocio. Sin él esto no tendría forma. Recibe los pedidos por WhatsApp y redes sociales, coordina con los domiciliarios. hace TODO. Acá está el 98% del negocio.
David, el hermano administrativo y crack de las redes sociales. Encargado de revisar los números, que estemos cumpliendo con las metas y que podamos llegar cada vez á a nuevas personas a través de la gestión de lo digital.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
En palabras no lo entenderían, tienen que buscarnos en Instagram, antojarse de alguna de nuestras diferentes milhojas con fresa, frambuesa o con arándanos y pedirla, para que así puedan conocer cómo están armadas cada una de sus capas, capas de chantilly con fresa, de arequipe con fresa ó de chocolate. Además, si desean, hacer un detalle con su pareja, piensen en una milhoja en forma de corazón, o si están por celebrar un cumpleaños en un numero de cumpleaños de milhoja con fruta.
No hay forma, deben buscarnos y probar nuestras milhojas.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Las redes sociales permiten llegar a mucha gente, nos han permitió darnos a conocer e impulsar el negocio, su administración es clave para que el desarrollo del negocio se dé de manera escalonada, quedarnos únicamente en el local no es suficiente.
La calidad de los productos que ofrecemos debe ser la mejor, para que los clientes reconozcan en eso el valor de nuestros productos, por eso el hecho de prepararlas a la minuta es básico para que los clientes sientan esa atención personalizada y única de nuestras milhojas.
Sabemos que esta experiencia es única, nadie nunca antes había visto como se hacen las milhojas hasta cuando se acercan a nuestro local y ven a Juan prepararlas en vivo.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚