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Una vaca donde muchos ponen para invertir. Así funciona, literalmente, parte de la base de esta compañía colombiana que conecta a empresas que tienen facturas por cobrar, con inversionistas que las compran, ofreciéndoles una rentabilidad de dos dígitos y permitiéndole a esas empresas que tienen problemas de liquidez seguir operando porque no tienen el suficiente flujo de caja para mantener su negocio. Algo muy frecuente en Colombia, donde a pesar del esfuerzo que se hizo con la Ley de Pagos Justos, hay proveedores que reciben su dinero hasta dos meses después de entregar su producto o servicio.
A inicios del año pasado, cuando en Colombia registramos los primeros casos de COVID-19 y con ello los cierres de comercios avistando la crisis de muchas empresas, se decía que Mesfix era “el primer y único crowdfunding financiero de Colombia operando en la actualidad”. Nació en el 2014 y en línea con muchas de las empresas que han usado la tecnología como centro de su negocio, acaba de anunciar cifras récord en su operación: en todo el 2020 logró financiar $100 mil millones y logró cruzar la meta de los $200 mil millones desde 2014. Esto quiere decir que ayudaron a “más de 500 empresas a conseguir liquidez y sirviendo como puente para que más de 5000 inversionistas puedan rentabilizar su dinero con tasas más altas que las de los productos tradicionales obteniendo más de $5.000 millones en ganancias. Todo esto a partir de los activos alternativos, en este caso facturas por cobrar como título valor”, dice la compañía en un comunicado de prensa.
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Felipe Tascón, fundador & CEO Mesfix asegura que “a pesar de lo retador que fue el 2020 en términos de la crisis, como consecuencia de la pandemia global, Mesfix logró doblar el financiamiento efectivo atendiendo a casi tres veces más clientes y nuestro objetivo para 2025 sigue estando intacto: financiar más de un billón de dólares anualmente a la base empresarial de la economía”. Una meta bastante agresiva. En conversación con El Espectador, Tascón cree que “es completamente viable solo en Colombia”, pero revela que esperan “tener operación afuera en los próximos dos años” con “México en primera fila”.
El tipo de inversionistas, que son aquellos que hacen vaca para comprar facturas, pueden ser personas naturales o jurídicas, pueden invertir en una o varias facturas “bajo la lógica de una subasta holandesa (el subastador comienza subastando con una tasa o tope, que es negociado hasta que algún participante está dispuesto a aceptar el precio del subastador), mecanismo que les permite diversificar su riesgo en diferentes activos (facturas) de corto plazo y desde bajos montos con diferentes compañías deudoras”. Ya, en números, los proveedores reciben rápidamente el dinero que necesitan y los inversionistas ganan “una rentabilidad hasta del 14% efectivo anual”, detalla la compañía.
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En una pasada entrevista Tascón le había dicho a El Espectador que parte del éxito de su propuesta dentro del negocio del factoring es que “generamos financiación para las empresas que no tienen acceso con la banca tradicional, y a las personas también les generamos acceso, porque la pregunta que resolvemos acá es: ¿usted qué hace con $3 millones? Ese es un problema que tiene el 97 % de la población, y no existe nada atractivo en el mercado para ese 97 % de la población”.
El nuevo foco de este tipo de compañías está en la facturación electrónica pues basta con revisar el caso chileno: “Con base en lo que sucedió en Chile con la entrada en circulación de la factura electrónica como título valor, el factoring creció siete veces en los primeros cinco años”, dice Tascón. Se espera que en Colombia, “en los próximos tres años este mercado salte de unos 15 billones de dólares a unos 50 billones de dólares”, agregó.
Ignacio Gaitán, presidente de iNNpulsa Colombia, ya le había dicho a El Espectador que “empresas como Mesfix son un ejemplo de todo lo que está sucediendo en Colombia en términos de emprendimiento. Además es líder en el sector fintech en Colombia, un sector que en la actualidad atrae las mayores inversiones y en donde se están generando los emprendimientos más exitosos en el país”.
De acuerdo con Colombia Fintech y el estudio de tendencias para el 2021, “se espera un desarrollo del crowdfunding en lo que respecta a la inversión en empresas innovadoras y startups, lográndose con ello el impulso de un importante porcentaje de iniciativas”. Y proyectan que “el año 2021 muestra ser un año prometedor para la industria fintech”.
