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Mobiliarios que construyen sueños

Dos esposos decidieron abrir un taller de muebles para materializar las ideas de sus clientes. Hoy en día generan empleo, y trabajan en un modelo de coaching para lograr que otros emprendedores salgan adelante con sus ideas de negocio.

16 de septiembre de 2021 - 10:00 p. m.
Un emprendimiento que materializa sueños.
Un emprendimiento que materializa sueños.
Foto: Tomada de Instagram / Decoviisus
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La historia de estos emprendedores inició con dos herramientas de trabajo para sacar adelante su empresa. Sin dinero y con muchas expectativas lograron abrirse camino en el mercado con una empresa de mobiliarios, la misma que le da una nueva oportunidad a adultos mayores de reactivar sus oficios. En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos la pareja hace un recorrido por los obstáculos que tuvieron que pasar, su principal motivación para salir adelante y sus expectativas a mediano y largo plazo.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Somos Johan Romero y Joyce Cantillo, esposos. Johan tiene 33 años y Joyce 37 años. Él es diseñador industrial de la Universidad de Palermo de Argentina y Joyce es Comunicadora social y periodista.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Nacimos en agosto de 2016. La idea era crear una empresa de diseño de mobiliario que uniera nuestras dos pasiones. De ahí que formáramos la empresa que hoy se conoce como: ‘Decoviisus’.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Lo logramos tomando la decisión y planteando sobre la mesa todas las posibilidades y recursos que teníamos a la mano. Inicialmente queríamos tercerizar los servicios de carpintería, pero prácticamente fue imposible porque los carpinteros que contactamos nos decían que estaban ocupados, que no podían, en fin. ¿Fue así como entonces dijimos y ahora qué hacemos?

No estaba en nuestros planes tener un taller como tal pero debido a estos pequeños tropiezos, empezamos y lo hicimos sin pensar en que no teníamos herramientas ni nada, nos dimos cuenta que teníamos lo más importante: el conocimiento, las ganas y la determinación. Es así como empezamos en la azotea de la casa de mis suegros (ahí vivíamos), sin herramientas y sin empleados (no teníamos ni siquiera herramientas, las que teníamos nos las prestaron). Todo lo hacíamos nosotros mismos, Johan fabricar, cotizar, comprar materiales y Joyce gestionar las redes sociales, vender y atender clientes.

Al comienzo fue duro porque no contábamos con recursos económicos y teníamos una bebé de 3 meses que demandaba gastos como leche, pañales, etc. Mi esposo empezó a vender una chatarra que su papá tenía guardada y con eso nos ayudamos los primeros meses mientras sacábamos adelante el negocio de los muebles.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Lo más curioso de todo es que nosotros empezamos sin dinero, arrancamos con las herramientas que nos prestaron. El negocio empezó en ceros, el papá de Johan nos apoyó con dinero y con eso compramos una sierra pequeña y una impresora, pero realmente empezamos sin nada, además, veníamos de un fracaso de una ferretería que habíamos montado y que nos permitió darnos cuenta que eso no era lo que nos gustaba.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Estamos logrando la generación de empleos a personas que viven en la zona donde tenemos ubicado el taller, incluso a señores emprendedores de edad adulta que han visto en nosotros una manera de reactivarse en sus oficios y generar ingresos. Por ejemplo, Manuel, herrero de profesión, adulto mayor que en su casa tiene su taller y es quien nos hace todo lo de metal, y José, fabricante de colchones quien por años trabajó en empresas grandes de fabricación de este producto, quien nos ayuda con los acolchados y tapizados en nuestro negocio.

También estamos logrando cambiar la vida de las personas a través del diseño, entendiendo que pueden construir el espacio de sus sueños y que el diseño está al alcance de todos.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

6. ¿Soy feliz?

Sí, somos felices al mirar atrás y ver todo lo que hemos podido lograr en estos casi seis años, hemos visto que han valido la pena todos los sacrificios, y que además estamos logrando generar empleo.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Sí, estaríamos dispuestos a hacerlo.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Bastante duro porque cuando decidimos iniciar el negocio, nuestra hija era una bebé de 3 meses, así que trasnochábamos mucho creando logos, buscando ideas y mientras el negocio agarraba vuelo, vendíamos chatarra que los papás de Johan tenían en la casa para sustentarnos y comprarle pañales y leche a la niña.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Aún nos faltan muchos sueños por cumplir, pero por lo menos ya tenemos uno realizado y es tener nuestra propia empresa y ver crecer a nuestra hija. Hemos sido padres presentes y eso era lo que siempre habíamos anhelado, ese es un privilegio que tenemos los que somos emprendedores.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Automatizar la empresa con un ecommerce, contratando a personas idóneas para liderar el proyecto, buscando que la empresa trabaje sin nosotros y que esto deje como resultado dedicarnos a viajar e invertir en otros negocios.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Sí, por supuesto. Nuestro negocio no es el mismo de hace cinco años.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Sí, revisando cuál es la propuesta que tiene ese inversor y cómo impactará nuestro negocio.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Volver a empezar como lo hicimos, fue muy duro.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Nos inspiró y nos sigue inspirando nuestra hija. Sentimos mucha admiración por Elon Musk, sobretodo porque no piensa en el dinero, sino en cómo cambiar vidas.

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15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Fracasar no es malo. Nosotros una vez fracasamos con una ferretería que montamos y que decidimos cerrar, porque nos dimos cuenta que eso no era lo que queríamos para nosotros, nos dimos cuenta que no nos apasionaba.

Con estas experiencias aprendimos mucho y nos fortalecimos más como emprendedores y personas. ¿Tirar la toalla? El emprendedor que diga que alguna vez en su vida no ha querido tirar la toalla, está mintiendo. Así que sí, algunas veces hemos querido tirar la toalla pero seguimos firmes.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No, no hacemos parte de ninguna comunidad.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Con nuestra historia de vida y la forma cómo empezamos el negocio, sí. Creemos que sí podemos impactar a muchas personas, de hecho, algunas parejas emprendedoras nos han escrito al saber nuestra historia, diciendo que al saber de ella se motivaron a seguir adelante. Y en el caso puntual de nuestro negocio como tal sí, porque estamos democratizando el diseño, dejando claro que es inclusivo y que a través de él se pueden cambiar vidas.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Nos vemos viajando por el mundo, con la empresa consolidada y con otros ingresos.

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19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Nuestra familia tiene un papel muy importante en el nacimiento del negocio, pues fueron ellos (el papá y la mamá de Johan) quienes nos facilitaron el espacio y las herramientas necesarias para empezar el taller de mobiliario. Muy pocos amigos han adquirido nuestros productos, podríamos decir que solo dos. Realmente los amigos cuando tú emprendes son los que menos te apoyan.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Por supuesto, de hecho Joyce es mentora de emprendedores, dicta charlas, talleres, asesorías y mentorías a emprendedoras que están iniciando sus ideas de negocio y que necesitan ayuda para potenciar sus empresas a nivel digital. Ella es consultora en marketing digital y siempre busca desde lo que hace inspirar a otros emprendedores.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Nuestros colaboradores son muy importantes para nosotros porque sin ellos la empresa no estaría en el lugar que está. Nuestro equipo es el corazón de la empresa.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Si bien vendemos mobiliario, creo que nos caracterizamos por tratar a nuestros clientes como amigos, buscamos siempre que estén satisfechos con el resultado y siempre brindarles una atención personalizada que los haga sentirse especiales.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Hemos aprendido que ser emprendedor es un estilo de vida que no todos están dispuestos a vivir, que para emprender solo se necesita tener convicción, ganas y una buena idea.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo ebohorquez@elespectador.com o tgomez@elespectador.com

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