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“Edwin hola, he estado leyendo tus contenidos y agradezco que apoyes la labor de los emprendedores colombianos. Mubrick es una agencia inmobiliaria con operaciones en Bogotá y Medellín. La Cámara de Comercio de esta última ciudad hizo un diagnóstico con el que proyecta la empresa en modelo de franquicia. Sería la primera inmobiliaria de franquicia colombiana. Íbamos a arrancar en 2020, pero el Covid nos frenó. Nuestros asesores no son expertos inmobiliarios, son profesionales mayores de 40 años condenados por el sistema laboral. En Mubrick los recibimos y les damos la oportunidad y la dignidad de continuar sus carreras hasta los 60 años. Hemos sido caso de estudio en varias universidades por la tecnología que incorporamos. Alguna carcajada estamos haciendo bien para haberlo logrado. Si te interesa conocer y ampliar estas historias pongámonos de acuerdo en una llamada. Quedo atento a tu amable respuesta. Roberto Agudelo I”.
Esto era lo que decía el correo que nos enviaron hace unos días a nuestra sección de emprendimiento. Cruzamos otros tantos y nos contaron que han logrado “cerca de 800 operaciones inmobiliarias en Bogotá y Medellín”, que le han dado trabajo a “más de 100 profesionales mayores de 40 años que el mercado laboral había desahuciado”, que tienen “3.500 inmuebles consignados en la empresa, 22.000 compradores y arrendatarios atendidos” y son “caso de éxito en 3 universidades: CESA, EAFIT y Sergio Arboleda”. ¿Cuál es la historia detrás de todo esto? Aquí la cuenta Roberto Agudelo en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 48 años, estudié mercadeo a nivel profesional y una maestría en tecnología y comunicación digital de la Universidad de Georgetown, en Washington DC.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Al regresar de mi estadía en Estados Unidos en 2014 evidencié los vacíos de las inmobiliarias tradicionales. Encontrar un apartamento se volvió una procesión: no tenían fotos profesionales que detallaran el inmueble, no contestaban los teléfonos y se contestaban, ya no estaban disponibles. Si había uno disponible agendaban las citas cuando podía la inmobiliaria, no yo; los trámites eran engorrosos, etc. Vi la oportunidad de crear una inmobiliaria amigable y de base tecnológica que facilitara el proceso de vender, arrendar, comprar, remodelar y financiar inmuebles.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Creamos un algoritmo de inteligencia artificial que hacía avalúos en un minuto, precisos y sin costo. Anteriormente, tanto propietarios y compradores, tenían contratar un perito certificado para conocer el precio de su propiedad en el mercado. El proceso se demoraba 10 días y costaba el 1% del valor de inmueble. Fuimos disruptivos y dio mucho de qué hablar en medios y en el sector.
Definido el precio, enviábamos al inmueble un fotógrafo profesional y un asesor inmobiliario altamente comprometido. Los asesores eran profesionales mayores de 40 años que el sistema laboral ya había desahuciado y que encontraron en Mubrick una oportunidad de generar ingresos mientras compartían más tiempo con su familia. Rechazamos el uso de avisos de ventana por seguridad de los propietarios. Nuestras campañas eran 100% digitales en una época en la que el canal era incipiente.
Por su parte, a los compradores les garantizamos que les contestaríamos sus llamadas, que los inmuebles que iban a comprar tenían precios justos y que las visitas guiadas se realizarían conforme a la disponibilidad de sus agendas. Con los años entramos en el área de remodelaciones y gestión de créditos hipotecarios de la mano con los principales bancos.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Recursos propios y ahorros de mi trabajo en Estados Unidos como consultor de mercadeo digital. Nunca he necesitado de socios o fondos de inversión para crecer. Desde joven supe la importancia de reinvertir.
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5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Lo más importante para un emprendedor es generar empleo. Por Mubrick han pasado más de 100 personas generando ingresos para sus familias y dedicándoles el tiempo necesario. No les ponemos metas, los dejamos trabajar sin presiones y a su ritmo. En Mubrick el cliente “no” siempre tiene la razón, en muchas oportunidades hemos defendido más la dignidad de nuestros asesores que la satisfacción de los clientes.
6. ¿Soy feliz?
Para mí la felicidad es un momento. La tranquilidad a largo plazo es el activo que más persigo.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
He recibido invitaciones de fondos de inversión, como Capitalia, y otra de la Cámara de Comercio de Medellín para extendernos en un modelo de franquicia. Esta última oferta la estoy considerando siempre y cuando no pierda el control del servicio, la calidad en la atención y el bienestar de los asesores inmobiliarios de la empresa.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Me costó un disco de la espalda: pasé 14 horas diarias sentado frente a un escritorio durante cinco años. No obstante, han sido muchos más los momentos de satisfacción.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Me hace falta montar una plataforma educativa que le enseñe a los emprendedores a montar una agencia inmobiliaria de excelencia y/o a comercializar inmuebles. He estado hablando con Editorial Planeta para escribir un libro y puede que se den las cosas. Hay miles de personas que quieren incursionar, pero se pierden fácilmente en la espesura del bosque: a la fecha existen más de 10.000 inmobiliarias en Colombia y destacarse en ese contexto no es fácil.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Enseñar y empoderar a quienes me acompañaron durante este recorrido.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Es escalable según un diagnóstico serio que hizo la Cámara de Comercio de Medellín, pero el Covid hizo que el planteamiento se frenara. Estoy por retomarlo.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Prefiero ser cabeza de ratón.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Angustiarme por factores políticos, económicos y sociales. La gente siempre va a necesitar adquirir o cambiar de vivienda pase lo que pase. El sector inmobiliario es flexible y noble.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Peter Drucker fue mi fuente de inspiración en edad adulta. En mi niñez mis padres me enseñaron a ahorrar y a ser independiente. No tengo a alguien que quiera imitar, al menos en el sector inmobiliario.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Fracasé con éxito en varios emprendimientos de mi vida, pero gracias a mi paso por la academia y empresas americanas lo asumí positivamente. No pensé en tirar la toalla pese a una enfermedad que me tiró a un coma por casi un mes. Al despertar, ya estaba con el teléfono en la mano recuperando el tiempo perdido.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Fui becario de Colfuturo. El resto del camino lo construí solo en modo autodidacta. Internet me ha enseñado lo que no aprendí en mi paso por la universidad. Esa es la mejor comunidad, es gratis y al alcance de todos.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Las nuevas generaciones recordarán a Mubrick como la inmobiliaria precursora de la transición análogo - digital, pero nada comparado con lo que tendrán que evidenciar en un futuro cercano: inmersión virtual y robótica.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Francamente no sé. En momentos de tanta agitación, cambios y volatilidad es apresurado proyectarse. Lo que sí tengo claro es que Mubrick no dejará de incorporar tecnología para facilitar el proceso de compra, venta, arriendo, remodelación y financiación de vivienda.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Han sido pacientes, los primeros cinco años no tuve tiempo para nadie. Nunca fui bueno conservando el equilibrio entre familia y trabajo. Hoy con los años estoy cambiando de perspectiva.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Lo hago todos los días: hablo con el paseador de mis perros, el peluquero, o el que me lava el carro. A todos trato de enseñarles el poder de Google para encontrar clientes y el de las neuroventas para convencerlos. Les hablo de escalabilidad y fuentes de inversión. Y aunque muchos me ignoran, he logrado que varios se superen.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Ellos hacen la gestión comercial y yo me dedico al mercadeo. Los clientes que genero a través de Internet, ellos los capitalizan con inteligencia emocional que a la final se traducen en negocios. En pocas palabras, ellos ponen lo que yo no puedo por mi intolerancia y ostracismo.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi papá tuvo tres hijos, dos inteligentes y yo. Al notarlo, me obligó a ser disciplinado.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que estamos en una sociedad imperfecta y con un sistema injusto, pero que, aun así, las condiciones están dadas para superarse. Colombia es un país que premia el sacrificio, la disciplina y la constancia. Pongamos como ejemplo a Arturo Calle y otros tantos de su generación. En sus tiempos las respuestas no estaban milésimas de segundo, las fuentes de financiación eran mucho más limitadas, no existían mentores, el mercado era más reducido y el planeta mucho más basto. Si ellos lo lograron, los jóvenes de hoy pueden lograrlo. No hay excusa para lamentarse, quejarse y exigir. Hoy emprender es más fácil que nunca.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚