Desarrollaron una empresa que se anticipa a los ataques informáticos
El objetivo es evitar la pérdida de reputación, dinero o información valiosa para que las empresas puedan continuar con su negocio.
¿Qué hace su emprendimiento? “Proteger la ciberseguridad de las medianas y grandes empresas de América Latina que han desarrollado proyectos de transformación digital o que han nacido como empresas nativas digitales para que puedan tener éxito con sus productos y servicios siendo confiables a los ojos de sus clientes. ¿Cómo las protegemos? anticipándonos a los ataques de ciberseguridad que estas organizaciones puedan tener, detectándolos en tiempo record y respondiendo ante ellos en menos de 4 horas, duración que es muy rápida si se compara con la que se maneja en la región. Todo esto lo logramos gracias a nuestro servicio estrella de Sentria, el primero en América Latina que puede cumplir con las promesas mencionadas y que además cuenta con tecnologías de automatización, inteligencia artificial, machine learning y un grupo de expertos de alto nivel en ciberseguridad”.
Quien responde es Jose Cabello, director ejecutivo de Netdata Networks, el emprendimiento que recientemente pasó a la siguiente fase de ScaleUp Endeavor, y a quien invitamos a nuestra sección 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 37 años. Estudié ingeniería electrónica con mención en telecomunicaciones, luego hice una especialización en gerencia de empresas, posteriormente una especialización de seguridad de la información y una especialización en inteligencia de negocios y data análisis.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Luego de 10 años de emprendimiento en el mundo de las redes y soluciones tecnológicas nos dimos cuenta de que la mayoría de las medianas y grandes empresas de América Latina no tienen un equipo de ciberseguridad que pueda acompañarlas para responder ante la creciente demanda de amenazas que impone el mundo de la ciberseguridad. De ahí surgió la idea de lanzar un servicio que al día de hoy acompaña a estas organizaciones, como un complemento de sus operaciones en ciberseguridad, a gestionar detectar y responder en forma récord a los ataques de ciberseguridad, disminuyendo las posibilidades de que ocurra un evento, y en el caso de que esto ocurra; tener la capacidad de responder a tiempo para evitar pérdidas de gran magnitud como lo pueden ser la pérdida de reputación, dinero o información valiosa para la continuidad del negocio.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Si tuviera que resumirlo en una palabra diría que saliendo de la zona de confort. Dormía muy poco, por un tiempo sacrifiqué pasar tiempo con mi familia, amigos y las actividades que realizaría un joven de 24 años, en ese entonces, por el sueño de emprender. Ahora que cómo lo llevé a los hechos, básicamente nos pusimos la camiseta con mi socio César Ojeda, que para ese entonces era un año menor que yo, de dueños de negocio, líderes de tecnología, administradores y todos los oficios varios que demanda un emprendimiento que está arrancando.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
Recuerdo que recibimos varios “no” por respuesta, hasta que llegó el sí que nos ponía como reto viajar más de 10 horas en bus de Caracas a Maracaibo de viernes a domingo para pulir la idea de negocio con la persona que decidió invertir en nuestro proyecto. Era retador porque entre semana trabajábamos en una transnacional 16 horas al día, pues estábamos en una organización de telecomunicaciones que tenía una cultura china. Sin embargo, la constancia, la disciplina, la pasión y los contactos que íbamos haciendo nos permitieron pasar en un primer año de un cliente a más de 300 clientes en Venezuela, habiendo arrancado simplemente dos personas y finalizando ese primer año con un equipo de 5 personas. Por supuesto esto nos ayudó a generar el flujo de caja necesario para empezar a crecer y conquistar otros territorios como el colombiano.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Junto a mi socio ahorrábamos gran parte de nuestro sueldo. También recibimos una pequeña parte de inversión y la gran mayoría salió de lo negocios que empezamos a generar con nuestros clientes.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Algunos de los cambios más importantes que estamos logrando es cambiar la concepción de que Latinoamérica no es una región donde se desarrollen soluciones avanzadas de tecnología de clase mundial. Nosotros estamos rompiendo con ese estereotipo creando una plataforma que está exportando servicios de ciberseguridad a los 5 continentes del mundo. Además, le estamos abriendo la puerta a nuestra empresa a jóvenes latinoamericanos que quieran aprender de ciberseguridad a escala global.
Lo segundo es que estamos concientizando a nuestros clientes que la ciberseguridad es algo primordial en toda la adopción de un modelo de negocio digital y tercero nos hemos convertido en un grupo de apoyo y aliado de negocio 24/7 para los profesionales que lideran las áreas de ciberseguridad en las medianas y grandes compañías a la hora de resolver problemas complejos de ciberseguridad.
6. ¿Soy feliz?
Increíblemente feliz. Por fortuna, tuve la suerte maravillosa de haber seleccionado una carrera que me apasiona y poder emprender en esa misma línea. Además, este ejercicio me ha permitido conocer y ver el mundo con otros ojos: desde una postura más resiliente, principalmente por todas las pruebas que se presentan en el camino.
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7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Sí lo vendería, no ahora porque aún me quedan varias cosas por lograr y porque estamos en un momento de recibir inversiones, crecer, expandirlo, pero si lo puedo llegar a vender más adelante, en especial porque me apasiona emprender y los nuevos retos. Cuando esto sucede uno está abierto a sacar adelante diferentes ideas de negocio.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Brutalmente duro, en nuestro caso emprender en un país en crisis como lo es Venezuela fue difícil, razón por la que tuvimos que movernos rápidamente hacia Colombia y alejarnos por más de 5 años de amigos y familiares para cumplir un sueño. Además del hecho de que empezando no teníamos tiempo ni dinero para hacer las cosas que solían hacer las personas de nuestra edad. Recuerdo que con mi esposa durante 3 años todos los viernes cenábamos y el tema de conversación era “será que nos tenemos que devolver el mes que viene a nuestro país porque esto no termina de arrancar”, viviendo en incertidumbre y con algunas limitaciones económicas. Lo importante es que esas experiencias nos ayudaron a fortalecer nuestra mentalidad y a creer más en nosotros cuando vimos los resultados.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
La verdad es que el sueño de un emprendedor va evolucionando a medida que va avanzando. Lo sueños que me planteé en el 2009 cuando inicié los cumplí e incluso los superé, porque para ese entonces yo no pensaba que iba a tener clientes fuera de América Latina ni a liderar las estrategias de ciberseguridad de los principales bancos de este continente y lo estamos haciendo, entonces lo interesante es que el sueño ha ido creciendo. Qué me hace falta hoy en día: expandirlo, tener mayor poder, un impacto más profundo y cuando digo más profundo, me refiero a impactar mayor cantidad de personas, que bien sea porque ellos se sienten seguros utilizando los servicios de nuestros clientes o bien sea porque nosotros estamos protegiendo sus activos digitales.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Convertirnos en la plataforma que le permita a América Latina ser exitosa en su proceso de innovación digital y permitirles a los latinoamericanos mostrar sus conocimientos y sus capacidades en ciberseguridad a nivel mundial. Hoy en día la visión es mucho más holística. Lo que necesitamos para llegar allá es tracción internacional que es en lo que estamos trabajando ahora, buscando expandirnos de forma más agresiva, ya que nosotros logramos encontrar lo que en emprendimiento se llama el ‘Product Market Fit’. Es decir, un producto que encaja con una necesidad del cliente, ahora lo queremos expandir rápidamente en toda América Latina e incluso penetrar en el mercado de Norteamérica en pequeñas y medianas empresas.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Totalmente, nuestros socios de negocio, entre ellos Palo Alto Networks, fabricante de soluciones líderes en ciberseguridad, nos lo ha hecho saber y nos han certificado para crecer en nuevos mercados que van desde México hasta Argentina. Además, organizaciones que se enfocan en el apoyo a emprendimientos con alto potencial como Endeavor nos han seleccionado y acompañado en este proceso de crecimiento en su programa de Scale Up.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí recibiríamos inversión, pero no de un desconocido sino bajo modelos de venture capital, fondos o ángeles de inversiones después de validar que estemos alineados hacia el mismo modelo de negocio y de que vayamos a seguir teniendo poder sobre la visión de la compañía.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Partiendo de que todo es un aprendizaje que nos ha llevado a donde estamos repetiría nuevamente el camino. Sin embargo, trabajaría en la inseguridad que siente uno al iniciar un emprendimiento para lanzar nuevos productos, servicios o llegar a nuevos clientes por considerar que no estábamos preparados, aunque sí lo estábamos, pero aún nos hacía falta confiar en las capacidades que teníamos. Tampoco volvería a procrastinar la incorporación de personal clave en la organización, pues descubrí que por más que le cuesta a la empresa mientras más rápido vayas incorporando personal clave en la organización mucho más rápido vas a crecer.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Desde distintos niveles varias personas, pero si lo queremos aterrizar a la región, en Colombia me parece admirable lo que han hecho dos personas Simón Borreo de Rappi por el empleo que ha generado, el impacto de convertirse en la primera organización que empezó a crecer de manera exponencial a nivel de recursos y conocimientos tecnológicos y por la ayuda que les brindó a los clientes de ahorrar tiempo en sus pedidos. También admiro mucho a los fundadores de Platzi.
Una buena historia para leer: La app que le da descuentos de entre el 10 % y el 50 % en restaurantes
Y sin lugar a dudas casos de mi tierra como el de Andrés Moreno, la persona que lidera Open English, quien emprendió prácticamente hace más de 10 años cuando Venezuela estaba en una situación totalmente complicada y nada asociada a las oportunidades de emprendimiento que hay hoy en día y desarrolló un modelo de negocio que lideró al estilo de Silicon Valley. Otra persona es Carlos García Ottati, que es el founder de Kavac, quizás el segundo unicornio más grande hoy de América Latina.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
En ningún momento. He aprendido, me he caído, me ha dolido brutalmente en todos los aspectos de mi vida, he tenido mucho resentimiento conmigo mismo porque en ocasiones no me comporté de la forma que lo debí haber hecho con familiares, amigos y equipo de trabajo, pero siento que esas enseñanzas me han dado las herramientas para poder evolucionar.
En cuanto a si he querido tirar la toalla, creo que una vez por mes me ataca ese pensamiento (risas) pero luego se me pasa. Ocurre sobre todo porque a medida que vas creciendo los retos y los impactos son mucho más fuertes, la presión que te genera el tamaño de los clientes, el perfil de las personas que te acompañan a las cuales tú tienes que seguir liderando y tienes que seguirles mostrando una visión lo suficientemente ambiciosa y retadora como para que ellos sigan motivados muchas veces te abruma y te preguntas por qué estoy en esto, quiero tirar la toalla, pero todos esos pensamientos al final se disipan cuando recuerdo la misión de mi negocio, el impacto que estoy generando en el mundo, en mis clientes y colaboradores.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Sí, hacemos parte de Innpulsa, agencia de emprendimiento e innovación en Colombia, del programa de Scale Up de Endeavor Colombia y estamos planificando participar este año en dos organizaciones internacionales que impulsan emprendimientos, tan pronto seamos seleccionados se los contaremos.
Esta historia lo puede inspirar: El emprendimiento colombiano que está en 20 países ayudando a vender propiedades
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Lo que estamos haciendo ahora le está cambiando la realidad a muchas personas. Para entrar a nuestra empresa no siempre es un requisito tener una carrera universitaria sino simplemente con haber accedido a un conocimiento mínimo tecnológico es posible que ingresen y hagan una carrera dentro de la organización, en un proceso acompañado que en sus inicios puede durar entre 3 a máximo 5 años y que puede terminar generándoles salarios por encima de 3000 dólares e incluso más. La razón: capacitamos a nuestro equipo no solo en habilidades técnicas, en el estudio del idioma inglés sino en sus habilidades blandas. Todo esto no solo beneficia a nuestros colaboradores sino a sus familias y revitaliza a la economía a través de otros componentes que no son los que históricamente manejamos en América Latina como el petróleo o las materias primas, sino que nos empieza a posicionar como una región que genera conocimiento y lo pone a producir.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Apoyando el ecosistema de emprendimientos en América Latina como un ángel inversionista, ojalá también de forma activa participando en alguna organización, algún acelerador que me permita seguir cumpliendo con esa esa misión de conectar al continente con el resto del mundo y enseñándoles a emprendedores cómo hacerlo.
En Netdata me veo conformando la junta directiva y apoyando a otras personas desde la energía a dirigir las distintas iniciativas que hagan crecer a la compañía, los colaboradores y a los clientes.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Soy súper afortunado al respecto. Recibí apoyo incondicional de mis padres y mi esposa. De mi padre aprendí que uno no debe tener todas las herramientas para poder escalar. A pesar de haber estudiado solo hasta 6to de bachillerato logró ubicarse en el sector petrolero y crecer allí a nivel personal y profesional. Por su parte mi madre me enseñó que no existe edad para emprender, ella lo hizo a los 39 años luego de ser educadora en un trabajo cotidiano por mucho tiempo, vi y aprendí de los retos que se le presentaban a diario con su personal y clientes. Además, me motivó a los 14 años a ser socio de mi hermana en un negocio de tecnología y de telecomunicaciones en nuestra ciudad natal, un proceso que nos enseñó a manejar dinero, a sortear las expectativas del cliente y a entender los procesos tecnológicos de ese entonces. De todo eso aprendí que el éxito toma tiempo, que nunca llega de la noche a la mañana y que uno mismo se debe forjar su propia suerte.
Mi esposa ha sido otro pilar fundamental en este camino. Ella emprende desde muy pequeña y toda su familia también, lo que nos ayudó a compenetrarnos y a soportarnos cuando las cosas se ponían difíciles. Es la que siempre me apoya y me empuja a seguir adelante. Realmente ha sido espectacular contar con ella.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí, me apasiona muchísimo poder enseñarles a otras personas lo que he aprendido, pero sobre todo a hacer crecer su mentalidad sin importar si tienen muchos estudios o pocos desde que tengan la intención de poner su granito de arena para transformar su realidad y la de la región.
Otra buena historia para leer: Un sistema inteligente de almacenamiento de energía para contribuir con el planeta
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Actualmente somos un poco más de 80 personas distribuidas en toda América Latina la mayoría del equipo es colombo-venezolano, pero también tenemos colaboradores en Argentina, República Dominicana, Chile y Estados Unidos. Mi equipo es una de las cosas más valiosas que tengo, sin ellos probablemente no estaríamos donde estamos. El equipo es necesario porque te permite por un lado retarte a ti como emprendedor y por el otro lado levantarte. Ellos son quienes te levantan en el momento que te caes y te ayudan a brillar mucho más de lo que tú podrías hacerlo solo. Además, te permiten enfocarte en lo que es más importante para toda la organización, que es esa visión, esa sostenibilidad y crecimiento del negocio mientas el motor sigue rodando.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Tengo 3 cualidades que me hacen destacar. Me encanta, aunque no soy arquitecto, dibujar las ideas para poder darle un entendimiento simple y enseñarlas. Eso me permite transmitir la visión y la misión de este mundo de la ciberseguridad, que a veces puede parecer tan complejo, de una forma mucho más sencilla. Segundo, mi capacidad de poder transmitir lo que hacemos de manera que el mensaje quede resonando en las personas y, por último, mi gusto por la ingeniería no solo desde las tecnologías sino de cómo se puede relacionar con los procesos de la mente humana.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que nunca se deja de aprender. El proceso de aprendizaje es continuo, incluso cuando te equivocas o cuando te corrigen. Si tú eres consciente de lo que quieres lograr y te hace feliz el proceso será más divertido. También aprendí que no quiero conformarme con lo bueno cuando puedo lograr lo maravilloso y alcanzar la excelencia, y que el mundo está lleno de oportunidades, simplemente hay que salir a buscarlas.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).
¿Qué hace su emprendimiento? “Proteger la ciberseguridad de las medianas y grandes empresas de América Latina que han desarrollado proyectos de transformación digital o que han nacido como empresas nativas digitales para que puedan tener éxito con sus productos y servicios siendo confiables a los ojos de sus clientes. ¿Cómo las protegemos? anticipándonos a los ataques de ciberseguridad que estas organizaciones puedan tener, detectándolos en tiempo record y respondiendo ante ellos en menos de 4 horas, duración que es muy rápida si se compara con la que se maneja en la región. Todo esto lo logramos gracias a nuestro servicio estrella de Sentria, el primero en América Latina que puede cumplir con las promesas mencionadas y que además cuenta con tecnologías de automatización, inteligencia artificial, machine learning y un grupo de expertos de alto nivel en ciberseguridad”.
Quien responde es Jose Cabello, director ejecutivo de Netdata Networks, el emprendimiento que recientemente pasó a la siguiente fase de ScaleUp Endeavor, y a quien invitamos a nuestra sección 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 37 años. Estudié ingeniería electrónica con mención en telecomunicaciones, luego hice una especialización en gerencia de empresas, posteriormente una especialización de seguridad de la información y una especialización en inteligencia de negocios y data análisis.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Luego de 10 años de emprendimiento en el mundo de las redes y soluciones tecnológicas nos dimos cuenta de que la mayoría de las medianas y grandes empresas de América Latina no tienen un equipo de ciberseguridad que pueda acompañarlas para responder ante la creciente demanda de amenazas que impone el mundo de la ciberseguridad. De ahí surgió la idea de lanzar un servicio que al día de hoy acompaña a estas organizaciones, como un complemento de sus operaciones en ciberseguridad, a gestionar detectar y responder en forma récord a los ataques de ciberseguridad, disminuyendo las posibilidades de que ocurra un evento, y en el caso de que esto ocurra; tener la capacidad de responder a tiempo para evitar pérdidas de gran magnitud como lo pueden ser la pérdida de reputación, dinero o información valiosa para la continuidad del negocio.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Si tuviera que resumirlo en una palabra diría que saliendo de la zona de confort. Dormía muy poco, por un tiempo sacrifiqué pasar tiempo con mi familia, amigos y las actividades que realizaría un joven de 24 años, en ese entonces, por el sueño de emprender. Ahora que cómo lo llevé a los hechos, básicamente nos pusimos la camiseta con mi socio César Ojeda, que para ese entonces era un año menor que yo, de dueños de negocio, líderes de tecnología, administradores y todos los oficios varios que demanda un emprendimiento que está arrancando.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
Recuerdo que recibimos varios “no” por respuesta, hasta que llegó el sí que nos ponía como reto viajar más de 10 horas en bus de Caracas a Maracaibo de viernes a domingo para pulir la idea de negocio con la persona que decidió invertir en nuestro proyecto. Era retador porque entre semana trabajábamos en una transnacional 16 horas al día, pues estábamos en una organización de telecomunicaciones que tenía una cultura china. Sin embargo, la constancia, la disciplina, la pasión y los contactos que íbamos haciendo nos permitieron pasar en un primer año de un cliente a más de 300 clientes en Venezuela, habiendo arrancado simplemente dos personas y finalizando ese primer año con un equipo de 5 personas. Por supuesto esto nos ayudó a generar el flujo de caja necesario para empezar a crecer y conquistar otros territorios como el colombiano.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Junto a mi socio ahorrábamos gran parte de nuestro sueldo. También recibimos una pequeña parte de inversión y la gran mayoría salió de lo negocios que empezamos a generar con nuestros clientes.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Algunos de los cambios más importantes que estamos logrando es cambiar la concepción de que Latinoamérica no es una región donde se desarrollen soluciones avanzadas de tecnología de clase mundial. Nosotros estamos rompiendo con ese estereotipo creando una plataforma que está exportando servicios de ciberseguridad a los 5 continentes del mundo. Además, le estamos abriendo la puerta a nuestra empresa a jóvenes latinoamericanos que quieran aprender de ciberseguridad a escala global.
Lo segundo es que estamos concientizando a nuestros clientes que la ciberseguridad es algo primordial en toda la adopción de un modelo de negocio digital y tercero nos hemos convertido en un grupo de apoyo y aliado de negocio 24/7 para los profesionales que lideran las áreas de ciberseguridad en las medianas y grandes compañías a la hora de resolver problemas complejos de ciberseguridad.
6. ¿Soy feliz?
Increíblemente feliz. Por fortuna, tuve la suerte maravillosa de haber seleccionado una carrera que me apasiona y poder emprender en esa misma línea. Además, este ejercicio me ha permitido conocer y ver el mundo con otros ojos: desde una postura más resiliente, principalmente por todas las pruebas que se presentan en el camino.
Esta historia le interesa: Las 418 empresas más comprometidas con la igualdad de género
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Sí lo vendería, no ahora porque aún me quedan varias cosas por lograr y porque estamos en un momento de recibir inversiones, crecer, expandirlo, pero si lo puedo llegar a vender más adelante, en especial porque me apasiona emprender y los nuevos retos. Cuando esto sucede uno está abierto a sacar adelante diferentes ideas de negocio.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Brutalmente duro, en nuestro caso emprender en un país en crisis como lo es Venezuela fue difícil, razón por la que tuvimos que movernos rápidamente hacia Colombia y alejarnos por más de 5 años de amigos y familiares para cumplir un sueño. Además del hecho de que empezando no teníamos tiempo ni dinero para hacer las cosas que solían hacer las personas de nuestra edad. Recuerdo que con mi esposa durante 3 años todos los viernes cenábamos y el tema de conversación era “será que nos tenemos que devolver el mes que viene a nuestro país porque esto no termina de arrancar”, viviendo en incertidumbre y con algunas limitaciones económicas. Lo importante es que esas experiencias nos ayudaron a fortalecer nuestra mentalidad y a creer más en nosotros cuando vimos los resultados.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
La verdad es que el sueño de un emprendedor va evolucionando a medida que va avanzando. Lo sueños que me planteé en el 2009 cuando inicié los cumplí e incluso los superé, porque para ese entonces yo no pensaba que iba a tener clientes fuera de América Latina ni a liderar las estrategias de ciberseguridad de los principales bancos de este continente y lo estamos haciendo, entonces lo interesante es que el sueño ha ido creciendo. Qué me hace falta hoy en día: expandirlo, tener mayor poder, un impacto más profundo y cuando digo más profundo, me refiero a impactar mayor cantidad de personas, que bien sea porque ellos se sienten seguros utilizando los servicios de nuestros clientes o bien sea porque nosotros estamos protegiendo sus activos digitales.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Convertirnos en la plataforma que le permita a América Latina ser exitosa en su proceso de innovación digital y permitirles a los latinoamericanos mostrar sus conocimientos y sus capacidades en ciberseguridad a nivel mundial. Hoy en día la visión es mucho más holística. Lo que necesitamos para llegar allá es tracción internacional que es en lo que estamos trabajando ahora, buscando expandirnos de forma más agresiva, ya que nosotros logramos encontrar lo que en emprendimiento se llama el ‘Product Market Fit’. Es decir, un producto que encaja con una necesidad del cliente, ahora lo queremos expandir rápidamente en toda América Latina e incluso penetrar en el mercado de Norteamérica en pequeñas y medianas empresas.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Totalmente, nuestros socios de negocio, entre ellos Palo Alto Networks, fabricante de soluciones líderes en ciberseguridad, nos lo ha hecho saber y nos han certificado para crecer en nuevos mercados que van desde México hasta Argentina. Además, organizaciones que se enfocan en el apoyo a emprendimientos con alto potencial como Endeavor nos han seleccionado y acompañado en este proceso de crecimiento en su programa de Scale Up.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí recibiríamos inversión, pero no de un desconocido sino bajo modelos de venture capital, fondos o ángeles de inversiones después de validar que estemos alineados hacia el mismo modelo de negocio y de que vayamos a seguir teniendo poder sobre la visión de la compañía.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Partiendo de que todo es un aprendizaje que nos ha llevado a donde estamos repetiría nuevamente el camino. Sin embargo, trabajaría en la inseguridad que siente uno al iniciar un emprendimiento para lanzar nuevos productos, servicios o llegar a nuevos clientes por considerar que no estábamos preparados, aunque sí lo estábamos, pero aún nos hacía falta confiar en las capacidades que teníamos. Tampoco volvería a procrastinar la incorporación de personal clave en la organización, pues descubrí que por más que le cuesta a la empresa mientras más rápido vayas incorporando personal clave en la organización mucho más rápido vas a crecer.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Desde distintos niveles varias personas, pero si lo queremos aterrizar a la región, en Colombia me parece admirable lo que han hecho dos personas Simón Borreo de Rappi por el empleo que ha generado, el impacto de convertirse en la primera organización que empezó a crecer de manera exponencial a nivel de recursos y conocimientos tecnológicos y por la ayuda que les brindó a los clientes de ahorrar tiempo en sus pedidos. También admiro mucho a los fundadores de Platzi.
Una buena historia para leer: La app que le da descuentos de entre el 10 % y el 50 % en restaurantes
Y sin lugar a dudas casos de mi tierra como el de Andrés Moreno, la persona que lidera Open English, quien emprendió prácticamente hace más de 10 años cuando Venezuela estaba en una situación totalmente complicada y nada asociada a las oportunidades de emprendimiento que hay hoy en día y desarrolló un modelo de negocio que lideró al estilo de Silicon Valley. Otra persona es Carlos García Ottati, que es el founder de Kavac, quizás el segundo unicornio más grande hoy de América Latina.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
En ningún momento. He aprendido, me he caído, me ha dolido brutalmente en todos los aspectos de mi vida, he tenido mucho resentimiento conmigo mismo porque en ocasiones no me comporté de la forma que lo debí haber hecho con familiares, amigos y equipo de trabajo, pero siento que esas enseñanzas me han dado las herramientas para poder evolucionar.
En cuanto a si he querido tirar la toalla, creo que una vez por mes me ataca ese pensamiento (risas) pero luego se me pasa. Ocurre sobre todo porque a medida que vas creciendo los retos y los impactos son mucho más fuertes, la presión que te genera el tamaño de los clientes, el perfil de las personas que te acompañan a las cuales tú tienes que seguir liderando y tienes que seguirles mostrando una visión lo suficientemente ambiciosa y retadora como para que ellos sigan motivados muchas veces te abruma y te preguntas por qué estoy en esto, quiero tirar la toalla, pero todos esos pensamientos al final se disipan cuando recuerdo la misión de mi negocio, el impacto que estoy generando en el mundo, en mis clientes y colaboradores.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Sí, hacemos parte de Innpulsa, agencia de emprendimiento e innovación en Colombia, del programa de Scale Up de Endeavor Colombia y estamos planificando participar este año en dos organizaciones internacionales que impulsan emprendimientos, tan pronto seamos seleccionados se los contaremos.
Esta historia lo puede inspirar: El emprendimiento colombiano que está en 20 países ayudando a vender propiedades
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Lo que estamos haciendo ahora le está cambiando la realidad a muchas personas. Para entrar a nuestra empresa no siempre es un requisito tener una carrera universitaria sino simplemente con haber accedido a un conocimiento mínimo tecnológico es posible que ingresen y hagan una carrera dentro de la organización, en un proceso acompañado que en sus inicios puede durar entre 3 a máximo 5 años y que puede terminar generándoles salarios por encima de 3000 dólares e incluso más. La razón: capacitamos a nuestro equipo no solo en habilidades técnicas, en el estudio del idioma inglés sino en sus habilidades blandas. Todo esto no solo beneficia a nuestros colaboradores sino a sus familias y revitaliza a la economía a través de otros componentes que no son los que históricamente manejamos en América Latina como el petróleo o las materias primas, sino que nos empieza a posicionar como una región que genera conocimiento y lo pone a producir.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Apoyando el ecosistema de emprendimientos en América Latina como un ángel inversionista, ojalá también de forma activa participando en alguna organización, algún acelerador que me permita seguir cumpliendo con esa esa misión de conectar al continente con el resto del mundo y enseñándoles a emprendedores cómo hacerlo.
En Netdata me veo conformando la junta directiva y apoyando a otras personas desde la energía a dirigir las distintas iniciativas que hagan crecer a la compañía, los colaboradores y a los clientes.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Soy súper afortunado al respecto. Recibí apoyo incondicional de mis padres y mi esposa. De mi padre aprendí que uno no debe tener todas las herramientas para poder escalar. A pesar de haber estudiado solo hasta 6to de bachillerato logró ubicarse en el sector petrolero y crecer allí a nivel personal y profesional. Por su parte mi madre me enseñó que no existe edad para emprender, ella lo hizo a los 39 años luego de ser educadora en un trabajo cotidiano por mucho tiempo, vi y aprendí de los retos que se le presentaban a diario con su personal y clientes. Además, me motivó a los 14 años a ser socio de mi hermana en un negocio de tecnología y de telecomunicaciones en nuestra ciudad natal, un proceso que nos enseñó a manejar dinero, a sortear las expectativas del cliente y a entender los procesos tecnológicos de ese entonces. De todo eso aprendí que el éxito toma tiempo, que nunca llega de la noche a la mañana y que uno mismo se debe forjar su propia suerte.
Mi esposa ha sido otro pilar fundamental en este camino. Ella emprende desde muy pequeña y toda su familia también, lo que nos ayudó a compenetrarnos y a soportarnos cuando las cosas se ponían difíciles. Es la que siempre me apoya y me empuja a seguir adelante. Realmente ha sido espectacular contar con ella.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí, me apasiona muchísimo poder enseñarles a otras personas lo que he aprendido, pero sobre todo a hacer crecer su mentalidad sin importar si tienen muchos estudios o pocos desde que tengan la intención de poner su granito de arena para transformar su realidad y la de la región.
Otra buena historia para leer: Un sistema inteligente de almacenamiento de energía para contribuir con el planeta
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Actualmente somos un poco más de 80 personas distribuidas en toda América Latina la mayoría del equipo es colombo-venezolano, pero también tenemos colaboradores en Argentina, República Dominicana, Chile y Estados Unidos. Mi equipo es una de las cosas más valiosas que tengo, sin ellos probablemente no estaríamos donde estamos. El equipo es necesario porque te permite por un lado retarte a ti como emprendedor y por el otro lado levantarte. Ellos son quienes te levantan en el momento que te caes y te ayudan a brillar mucho más de lo que tú podrías hacerlo solo. Además, te permiten enfocarte en lo que es más importante para toda la organización, que es esa visión, esa sostenibilidad y crecimiento del negocio mientas el motor sigue rodando.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Tengo 3 cualidades que me hacen destacar. Me encanta, aunque no soy arquitecto, dibujar las ideas para poder darle un entendimiento simple y enseñarlas. Eso me permite transmitir la visión y la misión de este mundo de la ciberseguridad, que a veces puede parecer tan complejo, de una forma mucho más sencilla. Segundo, mi capacidad de poder transmitir lo que hacemos de manera que el mensaje quede resonando en las personas y, por último, mi gusto por la ingeniería no solo desde las tecnologías sino de cómo se puede relacionar con los procesos de la mente humana.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que nunca se deja de aprender. El proceso de aprendizaje es continuo, incluso cuando te equivocas o cuando te corrigen. Si tú eres consciente de lo que quieres lograr y te hace feliz el proceso será más divertido. También aprendí que no quiero conformarme con lo bueno cuando puedo lograr lo maravilloso y alcanzar la excelencia, y que el mundo está lleno de oportunidades, simplemente hay que salir a buscarlas.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).