¿Por qué los emprendedores necesitan adquirir habilidades financieras?

¿Cuál es la máxima sobre la que se ha construido el emprendimiento en el mundo? Que la idea de negocio que usted esté poniendo en marcha, logre consolidarse como la solución a un problema de la sociedad. Y así es que se entiende el llamado emprendimiento de alto nivel, de escala, el que crece rápido y genera cambios sociales. Pero, ¿qué sucede en las otras escalas de emprendimiento, en los que se emprende por necesidad y no por oportunidad? No pasa en todos los casos, pero en la mayoría de emprendimientos que nacen ante una eventualidad como la pérdida de empleo, en esos casos existen todas las ganas de montar un negocio, pero se emprende en los tradicionales: una tienda, vendiendo comida rápida, comercializando productos baratos en un local de barrio y muchos casos similares. Y allí, en esa realidad, es donde se identifican muchas falencias en conocimientos financieros.

Así que tiene todo el sentido capacitar a las personas que hacen parte de los micronegocios, esos microempresarios que son los que mueven las economías locales del barrio en donde vivimos, de la localidad en donde nos movemos, de la ciudad en la que nos desarrollamos. Las personas detrás de la peluquería, de la papelería, de la carnicería, de la panadería, del local en donde alquila computador con internet, sacan fotocopias y venden minutos para llamadas.

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Y eso fue justo lo que hizo Bancamía con la universidad Jorge Tadeo Lozano, quienes acaban de graduar a 100 microempresarios en educación financiera y habilidades de empoderamiento con foco en liderazgo de género y fortalecimiento empresarial. Y todos los beneficiarios y beneficiaras fueron personas de zonas rurales del país catalogadas como vulnerables. Provienen de 25 departamentos de Colombia y un 77 % son mujeres.

Todas las capacitaciones se hicieron en la academia digital llamada “Facilitamos tu progreso”, plataforma que “contiene lecciones virtuales enfocadas en educación financiera y digital, habilidades de empoderamiento (género y liderazgo) y fortalecimiento empresarial, como parte del programa “Echemos números”, que ha recibido dos sellos de calidad de la Superintendencia Financiera Colombia”, informó Bancamía en un comunicado de prensa.

¿Qué antecedentes tiene esta plataforma y, con ella, la educación que llevan a microempresarios? “La primera parte del proyecto de educación financiera de la plataforma virtual salió al aire en 2021 con un total de 180 clientes del banco inscritos a la plataforma y, en 2022, Bancamía buscó alternativas para que una universidad del país certificara los contenidos de la plataforma. Después de este proceso, la Universidad Jorge Tadeo Lozano se convirtió en la institución aliada para lograrlo, haciendo que por primera vez un grupo de 121 microempresarios recibieran una certificación académica que avalaba los conocimientos adquiridos”, respondieron.

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Ya son 2.700 personas las que se han registrado en la plataforma de educación, de ellas un “20 % está en zonas rurales de Colombia (localizadas en departamentos como Amazonas y Chocó) y un 55 % son mujeres”.

¿Y qué sucede cuando una persona en una tienda logra entender mejor su contabilidad, sus finanzas, sus ventas y los costos de cada producto que vende en su local? Que entiende cuáles son los productos que mejor utilidad le dejan, que sabe costar inventarios, que logra tomar mejores decisiones a partir de información cierta y no sobre supuestos. Incluso, dice la misma entidad financiera: esta personas logran darle un mejor manejo a su vida financiera en la relación con los bancos.

¿Cuál es la máxima sobre la que se ha construido el emprendimiento en el mundo? Que la idea de negocio que usted esté poniendo en marcha, logre consolidarse como la solución a un problema de la sociedad. Y así es que se entiende el llamado emprendimiento de alto nivel, de escala, el que crece rápido y genera cambios sociales. Pero, ¿qué sucede en las otras escalas de emprendimiento, en los que se emprende por necesidad y no por oportunidad? No pasa en todos los casos, pero en la mayoría de emprendimientos que nacen ante una eventualidad como la pérdida de empleo, en esos casos existen todas las ganas de montar un negocio, pero se emprende en los tradicionales: una tienda, vendiendo comida rápida, comercializando productos baratos en un local de barrio y muchos casos similares. Y allí, en esa realidad, es donde se identifican muchas falencias en conocimientos financieros.

Así que tiene todo el sentido capacitar a las personas que hacen parte de los micronegocios, esos microempresarios que son los que mueven las economías locales del barrio en donde vivimos, de la localidad en donde nos movemos, de la ciudad en la que nos desarrollamos. Las personas detrás de la peluquería, de la papelería, de la carnicería, de la panadería, del local en donde alquila computador con internet, sacan fotocopias y venden minutos para llamadas.

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¿Qué antecedentes tiene esta plataforma y, con ella, la educación que llevan a microempresarios? “La primera parte del proyecto de educación financiera de la plataforma virtual salió al aire en 2021 con un total de 180 clientes del banco inscritos a la plataforma y, en 2022, Bancamía buscó alternativas para que una universidad del país certificara los contenidos de la plataforma. Después de este proceso, la Universidad Jorge Tadeo Lozano se convirtió en la institución aliada para lograrlo, haciendo que por primera vez un grupo de 121 microempresarios recibieran una certificación académica que avalaba los conocimientos adquiridos”, respondieron.

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