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Por una necesidad de moda, ella creó una marca de ropa para niñas

Empezaron con 500.000 pesos en Villavicencio, se compraron algunas telas, diseñaron la primera colección, confeccionaron, tomaron fotos, las subieron a Instagram y dos años más tarde abrieron la primera tienda física en plena pandemia.

03 de noviembre de 2021 - 03:59 p. m.
Marwin Aguilar y Katherin Marín, esposos y socios, creadores de la marca Nazgirl.
Marwin Aguilar y Katherin Marín, esposos y socios, creadores de la marca Nazgirl.
Foto: Cortesía
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Entender que había una oportunidad, que contaban con el conocimiento y que podían crear un segmento de mercado que no estaba presente. Esa fue la lectura que dio origen a este emprendimiento, una naciente empresa creada por una pareja de esposos que ya piensa en el crecimiento de su marca a nivel nacional con miras a la exportación. En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, cuentan parte de su historia:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Somos Marwin Aguilar y Katherin Marín, esposos y socios. Tenemos 30 años. Emprendedora, apasionada por la moda, estudiante de diseño de modas y encargada de la parte creativa de Nazgirl. Marwin es emprendedor y empresario desde hace 10 años, se encarga del área comercial y administrativa de Nazgirl.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Naz, como lo llamamos de cariño nació, en 2018 por una experiencia personal, ya que somos padres de una niña, María Paula, por cierto quien es la imagen de la marca en redes sociales. En Villavicencio solo tenemos presencia de dos grandes marcas infantiles muy reconocidas a nivel nacional, una con precios no tan asequibles y otra con muchos descuentos. Como padres y buenos colombianos en ese tiempo nos decidimos por el precio y así fue como esa Navidad encontramos más de tres niñas con el mismo vestido que María Paula. Desde ese día empecé a diseñar los outfits de mi hija y mi mamá, que es modista empírica, los confeccionaba, así que ahora asistíamos a reuniones y su ropa llamaba la atención tanto como la de las niñas como la de las mamas, nuestros conocidos empezaron a preguntarnos si podían mandar a hacer algunos vestidos con nosotros y así fue como creamos una marca de ropa para niñas con diseños únicos y a un precio asequible. Nos basamos en el diseño y al tener inventarios pequeños nos permite sacar colecciones con nuevos diseños más seguido que las grandes marcas.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Naz empezó con 500.000 pesos que teníamos ahorrados. Me fui para Bogotá, compré algunas telas, diseñé nuestra primera colección y mi mamá la confeccionó, tomé fotos y las subí en Instagram, dos años más tarde estábamos abriendo nuestra primera tienda física en plena pandemia.

Iniciamos como tienda virtual ya que en ese momento teníamos otros proyectos y no contábamos con el capital para montar una tienda física. Desde el principio lo que queríamos crear más que ropa era una marca, dijimos: lo que necesitamos es posicionarnos, entonces empecemos por redes sociales.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Cuando arrancamos con Naz, Marwin tenía otro negocio y eso nos permitió ahorrar todas las utilidades, nuestras tiendas han sido financiadas de nuestro propio bolsillo, reinvirtiendo cada peso ya que estamos en esa etapa de crecimiento donde necesitamos invertir.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Con Naz hemos logrado crear un modelo de negocio que nos permite pasar más tiempo en familia, es un negocio que se puede automatizar, que no requiere de nuestra presencia física al 100%, queremos servir de inspiración para nuevos emprendedores quitando esa percepción que para empezar un negocio se necesita un gran capital.

Lo que estamos cambiando con nuestra idea es la manera de vestir a las niñas, en el mercado actual encontramos prendas o ya sea muy tradicionales como el típico vestido de princesa o prendas muy casuales como el jean que a nuestra manera de ver es una prenda básica que debe estar en todo closet, pero no es la más indicada para las niñas. Nosotros hemos logrado crear un estilo moderno para las niñas sin dejar de lado su ternura y comodidad.

6. ¿Soy feliz?

Sí, mucho, nos hace feliz poder ayudar a otras personas con nuestro emprendimiento sobre todo a todas esas mujeres que trabajan con nosotros ya sea en la parte de la confección o en la comercialización. Saber que somos parte de un pequeño cambio en su calidad de vida nos hace sentir orgullosos y muy felices.

También el ver el paso a paso, vamos creciendo y nuestros sueños se van cumpliendo.

Y sobre todo hacer industria en una región donde el sector textil no es tan común, es un reto para nosotros y para todos los emprendedores que se encuentran en este sector, el ver que a pesar de todos estos obstáculos lo estamos logrando. Eso nos hace muy felices.

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7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Esa posibilidad no se nos ha pasado por la cabeza, nos falta mucho camino por recorrer y en este momento estamos enfocados en crecer y dar a conocer nuestra marca en todo el país.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

En realidad, este es nuestro segundo emprendimiento, lo cual nos ha facilitado mucho las cosas, pero emprender en el sector de la moda en una región reconocida por el agro y el coleo no ha sido nada fácil, desde encontrar insumos locales hasta la mano de obra ha sido un reto, pero todo lo que hemos pasado ha valido la pena al ver en cualquier calle o centro comercial de la ciudad una niña vestida con nuestras prendas. Eso lo vale todo. Valen todas las madrugadas empacando pedidos, valen todas las mojadas entregando domicilios, valen los viajes en bus hasta Bogotá para comprar telas, cuando iniciamos todo el proceso lo hacíamos nosotros mismos.

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9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Hasta el momento hemos cumplido muchos de nuestros sueños, pero aún faltan muchos más como participar en Colombiamoda, tener presencia en todo el país, pero día a día estamos trabajando por estos sueños, sabemos que con un poco de disciplina y creatividad lo conseguiremos.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Nuestro deseo es seguir creciendo tener tiendas físicas en todo el país ya sean propias o bajo en concepto de franquicia, aprovechar el crecimiento digital que estamos teniendo y crear nuestra página web.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Si y es una de las razones por la que hemos decidido darle prioridad a este negocio, sabemos que lo podemos llevar a todo el país y luego a todo el mundo.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Lo hemos discutido varias veces y estamos dispuestos a recibir financiamiento, pero sería un poco complicado ceder una parte de nuestra empresa ya que las decisiones siempre las tomamos juntos, creo que nos costaría un poco incluir a alguien más, pero no descartamos la idea, en los negocios se deben escuchar propuestas, tomar decisiones, negociar y quién sabe.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Dudar de mi misma, de mi talento, al principio tenía mis dudas ya que mi estilo al vestir, mi estilo de diseño es diferente y no sabía que a otras personas les iba a gustar tanto, sin la motivación de Marwin para abrir la tienda física nos hubiéramos demorado mucho más en todo el proceso de crecimiento.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Hay muchos empresarios colombianos que nos han inspirado como Mario Hernández y Arturo Calle, pero sin dudarlo la persona que más me ha inspirado es mi mamá, una mujer berraca, toda la vida emprendedora y de quien heredé el gusto por la moda y el arte de la costura.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Hemos vivido muchas circunstancias difíciles sobre todo con la producción, pero nunca hemos pensado en abandonar, siempre tratamos de enfocarnos en la solución y no en el problema, esto nos ha hecho ser mas proactivos resolviendo todos los inconvenientes que se nos presenten.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

En el momento no, pero hemos contado con personas del medio que nos han invitado a eventos o ferias y eso nos ha ayudado a que nuestra marca tenga mayor visibilidad.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Por supuesto, una de nuestras metas es crear industria textil en nuestra región y que el Meta sea reconocido como un departamento creador de moda y tendencias.

Además de poder capacitar a más mujeres enseñándoles este bello arte de la costura queremos inspirar a más mujeres a que pueden cumplir sus sueños y expresar sus ideas y sentimientos por medio de la moda.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

En 10 años nos vemos como una de las marcas infantiles líderes en Colombia, en presencia a nivel nacional, exportando nuestras prendas a muchos países, generando más empleo, cambiando la vida de muchas familias pero lo más importante: dejando una enseñanza que a pesar de las dificultades, nada es fácil pero tampoco imposible, que debemos disfrutar del proceso.

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19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Nuestra familia y amigos han sido un gran apoyo ya que son los principales promotores de nuestra marca, simpre están recomendándonos o compartiendo en sus redes nuestras publicaciones, nos acompañan a eventos y eso nos hace sentir apoyados y que de alguna manera se sienten orgullosos de lo que hemos logrado, eso ha sido un gran motor para saber que estamos haciendo las cosas bien y seguir adelante.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Claro que sí, nos satisface mucho poder compartir nuestra historia y nuestro aprendizaje con otros emprendedores, ayudarles para que no cometan los mismos errores que nosotros cuando iniciamos. Nos hubiera gustado tener un mentor cuando arrancamos.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Todo nuestro equipo de trabajo está conformado por mujeres, desde las asesoras en las tiendas, hasta las que confeccionan cada prenda, desde un inicio Katherin quería que fuera de esta manera, ella es activista en estos temas del empoderamiento y la inclusión de la mujer.

Nuestro equipo de trabajo es muy importante para nosotros, en nuestra área de confección contamos con las manos de mujeres talentosas que han crecido al lado de nosotros, también todas las mujeres que han vendido nuestras prendas y las publican en sus redes sociales, sin ellas hoy en día no estaríamos donde estamos.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Katherin como mamá y su creatividad para diseñar a logrado plasmar esa esencia del vinculo de madre e hija, lo cual se ve reflejado en la marca y muchas más mamás se identifican con nuestras prendas por esa razón, esto también hace que estemos vendiendo más que una prenda una emoción, un vínculo y una experiencia, creemos que esto es lo que nos hace diferentes a todas las otras marcas.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Durante todo este proceso hemos aprendido demasiado tanto para nuestro crecimiento profesional como para el personal. Hemos aprendido que lo más importante de un negocio es que sea escalable, por eso si quieres que sea rentable debe ser algo creativo que lleve tu esencia, algo que no se pueda comprar y revender, por eso creamos Nazgirl, donde nosotros mismos diseñamos lo que nos permite que cada persona tenga una experiencia diferente con nuestras prendas. El crear nos permite mantenernos fuera de la guerra de precios, algo que en otros negocios donde solo se comercializa es muy difícil.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).

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