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Ser emprendedor supone un desafío que requiere esfuerzo, pasión y perseverancia. Pero el tesón no es suficiente para gestionar una empresa: es necesario que este perfil trabaje una serie de habilidades. De acuerdo con el informe ‘Job Skills of 2023 Report’ elaborado por la plataforma de enseñanza ‘online’ Coursera, la colaboración, liderazgo o comunicación son algunas de las habilidades más importantes para explorar e impulsar, de este modo, la productividad y el progreso profesional.
Es conveniente, por ello, que el emprendedor dedique tiempo, formación y esfuerzo a desarrollar habilidades necesarias para el negocio, tanto ‘hard skills’ (habilidades duras) como ‘soft skills’ (habilidades blandas). Combinar destrezas de las dos tipologías será fundamental para gestionar el negocio, liderar el equipo y obtener buenos resultados.
¿Qué son las ‘hard skills’?
Conocimientos tecnológicos
Las ‘hard skills’ o habilidades duras más demandadas en la actualidad están directamente relacionadas con la digitalización y la innovación: programación, ‘blockchain’, ciberseguridad o ‘machine learning’ son algunos ejemplos. Aunque el emprendedor no tenga que ser un experto en todas, conocerlas, estar al tanto de las últimas tendencias y capacitarse en las que más encajen con su negocio, es fundamental para adoptarlas en la organización y captar a expertos de esos ámbitos que puedan implementarlas.
La educación financiera
Dentro de las ‘hard skills’, también son fundamentales los conocimientos financieros. Todo proyecto de emprendimiento pasará por diferentes fases o etapas en su ciclo de vida y las necesidades de financiación y de gestión del negocio variarán, por lo que contar con una adecuada educación financiera es fundamental.
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También es clave saber rodearse bien, tanto captando a un director financiero (CFO, por sus siglas en inglés) experimentado como apoyándose en otras organizaciones.
¿Qué son las ‘soft skills’?
Algunas ‘soft skills’, como la empatía, son innatas, pero existen otras, como la comunicación avanzada, que se pueden perfeccionar y aprender, como señala un informe de la consultora global McKinsey. En esta categoría de habilidades blandas se incluyen las relacionadas con capacidades como la comunicación y persuasión, el pensamiento crítico, el compromiso, la flexibilidad para saber adaptarse a las circunstancias, el trabajo en equipo o la resiliencia. Estas destrezas, a pesar de ser denominadas blandas, suponen un elemento clave para el desarrollo de un negocio.
Las ‘soft skills’ son cada vez más demandadas, una tendencia que, se prevé, seguirá creciendo durante esta década en todos los sectores empresariales. En concreto, se pronostica un crecimiento estimado en la demanda de las habilidades sociales y emocionales de un 26% en Estados Unidos y un 22% en Europa para el 2030, según el mencionado informe. Por su lado, la demanda de habilidades cognitivas superiores como la creatividad, el pensamiento crítico, la toma de decisiones y el análisis de información compleja crecerán un 19% en el territorio estadounidense y un 14% en el Viejo Continente, según el documento.
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‘Blockchain y ‘soft skills’
Comunicación
Se trata de una ‘soft skill’ fundamental para todo emprendedor: una comunicación clara, asertiva y empática le ayudará a conseguir financiación, estrechar lazos con su equipo y conseguir socios para su proyecto. Además, la negociación y la persuasión son dos habilidades de un emprendedor claves a la hora tratar con clientes, inversores y proveedores.
Pensamiento crítico
Esta habilidad es determinante para aquellas etapas en las que la empresa se encuentra con retos o desafíos que puedan impactar en el correcto funcionamiento de su actividad. Estudiar con detalle las situaciones concretas, tratando de evitar sesgos y aportar argumentos basados en un correcto análisis son algunos de los elementos clave del pensamiento crítico.
Compromiso
El emprendedor es uno de los perfiles más comprometidos con el negocio y así debe demostrarlo. En ocasiones, esto implica contar con la fuerza de voluntad para sacar adelante un proyecto cuando todo va viento en popa, pero también cuando hay dificultades. Esta habilidad es muy importante para un emprendedor, ya que indica la implicación con su propio proyecto.
Flexibilidad
Saber moverse en entornos cambiantes es clave para aprovechar las oportunidades, tomar decisiones y responder a las necesidades en situaciones de incertidumbre.
Trabajo en equipo
Adoptar una cultura de colaboración en la compañía y contagiar al equipo permite enriquecer cada proyecto que emprenda la compañía: todos los profesionales, juntos, trabajarán para un mismo fin. Además de mejorar los resultados, crear un ambiente cooperativo impacta positivamente en el bienestar del equipo y en el mantenimiento del talento.
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Resiliencia
Esta última tiene que ver con la capacidad para adaptarse a los cambios y recuperarse de las situaciones adversas en entornos VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, por sus siglas en inglés). Se trata de una de las habilidades más demandadas en los últimos tiempos y es esencial en el contexto empresarial actual.
Liderazgo
Esta destreza tiene que ver con la gestión y administración no solo de una empresa, sino también de las personas que forman parte de ella. Harvard Business Review ha identificado tres roles de líderes muy demandados en la actualidad que se pueden presentar de forma aislada o combinada:
- Arquitecto. Construye una cultura que alienta cada día a todos los equipos de la organización.
- Puente. Conecta el talento y las herramientas externas con las internas.
- Catalizador. Fomenta las colaboraciones entre individuos y grupos fuera de la organización.
Una correcta combinación del desarrollo de habilidades duras y blandas, compaginada con sus cualidades naturales, hará del emprendedor un perfil completo con capacidad para enfrentarse a situaciones adversas, liderar equipos y llevar el desarrollo del proyecto a las cotas más elevadas.