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Energy Impact Partners LP, una firma de capital de riesgo que cuenta con el respaldo de Microsoft Corp. y Duke Energy Corp., recaudó US$200 millones para un nuevo fondo que convierte tecnologías climáticas ambiciosas en operaciones comerciales.
El nuevo vehículo de inversión, llamado Deep Decarbonization Frontier Fund, ya ha financiado algunas nuevas empresas que desarrollan enfoques novedosos para la energía limpia y la manufactura. Esa lista incluye a Form Energy Inc., una compañía de baterías de un exejecutivo de Tesla Inc.; Zap Energy Inc., una empresa que aborda la fusión nuclear; y otras destinadas a producir fertilizantes y cemento sin emitir carbono.
Estos campos requieren grandes cantidades de capital inicial con pocas garantías de éxito, y las startups que trabajan en ellos históricamente han tenido problemas para obtener capital de riesgo. Energy Impact Partners (EIP) planea recaudar este año para el fondo US$150 millones adicionales, dijo en una entrevista Shayle Kann, el socio que dirige el fondo.
La firma promociona un modelo único y está financiada por proveedores de servicios públicos y compañías de petróleo y gas, en tanto que planea emparejar esos negocios con las compañías de su cartera, una vez que demuestren productos viables. Por esa razón Kann dijo que EIP en gran medida hace una apuesta por tecnología de energía limpia. Él ve un potencial considerable en las nuevas empresas enfocadas en industrias más antiguas, como la producción de acero, donde grandes emisores compiten para cumplir con los plazos corporativos y gubernamentales para eliminar los gases de efecto invernadero. “Esta es una transición multimillonaria”, indicó. “Al vencedor le corresponde el botín, y el botín será enorme”.
EIP administra actualmente US$2.000 millones en activos, y Alliant Energy Corp. y TC Energy Corp. se encuentran entre sus socios limitados. En 2020 Microsoft acudió a EIP para su primera inversión en el fondo climático de US$1.000 millones del propio gigante del software.
El año pasado los capitalistas de riesgo y las firmas de capital privado invirtieron más de US$49.000 millones en nuevas empresas de tecnología climática en todo el mundo, según BloombergNEF. Casi la mitad de ese total se destinó a empresas de transporte como las que fabrican autos y motos eléctricas.