Una app que ayuda a planificar tareas y optimiza tiempos para cumplir objetivos
La meta de este emprendimiento es acompañar a las personas en su día a día, enseñándoles a usar su tiempo, generando empatía hacia ellos mismos y convirtiéndose en una herramienta que les permite leer sus niveles de energía, para que la productividad los lleve a ser felices y sea un patrón de construcción de una buena calidad de vida.
“Nuestra historia inicia con un noviazgo. Siendo mejores amigos decidimos hacernos socios e iniciar un proyecto diferente, en ese momento Stefa venía experimentando mucha ansiedad y se sentía muy agotada y sin tiempo para nada, del otro lado estaba JuanDa, no tenía trabajo y tenía todo el día disponible para crear ideas, JuanDa que le ve negocio a la caída de un pin pon convenció a Stefa para que construyeran un libro, así nació Alma Productiva.
Con temor porque no sabíamos cómo empezar a emprender iniciamos diseñando un libro, un manual para emprender que iríamos alimentando con nuestras experiencias. A media construcción del libro Stefa había diseñado una plantilla para organizar su día, cómo se veía tan atareada y se sentía tan abrumada comenzó a usarla y encontró que había cosas que sí le ayudaban y empezaron a mejorar sus días, hasta lanzar su primer planeador personal. Arrancamos con la venta de un planeador, en diciembre de 2020 vendimos 100 y para la misma época del año siguiente logramos vender más de 5.000. Hoy no solo vendemos planeadores físicos, también recurrimos a la tecnología para llegar a más lugares y clientes”. Así van recogiendo los pasos de su emprendimiento Stefania Orrego y Juan David Madrid, los creadores de esta idea de negocio que ya se trasladó a la era digital y esto fue lo que nos contaron en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos de El Espectador.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Alma productiva es un emprendimiento en pareja: Stefania Orrego Querubín, tengo 25 años y soy Diseñadora Industrial de la Universidad de San Buenaventura; Juan David Madrid Cáceres, tengo 25 años y soy Administrador de Negocios de la Universidad de San Buenaventura.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Como una película de terror nos encontrábamos en el 2020, creando apenas un equilibrio entre el encierro y la cantidad de tareas que al menos para Stefa el trabajo le exigía, ahí fue cuando JuanDa le dijo a Stefa “hagamos algo, emprendamos”, con temor porque no sabíamos cómo empezar iniciamos a diseñar un libro, un manual para emprender, que iríamos alimentando con nuestras experiencias. La idea era acabarlo y venderlo online, así empezaríamos.
Entre el trabajo y el manual, Stefa no encontraba tiempo real para dedicar a nada más, así que en una parte del manual diseñamos una hoja para organizarnos y comenzamos a usarla. Cuando vimos que era útil, que realmente cumplía con su función JuanDa dijo: “Stefa por ahí es, saquemos planeadores, agendas para la gente que procrastina o tiene mucho que hacer en el día”
Sí, era una súper idea, así que elegimos el nombre, hicimos el logo, creamos el concepto y empezamos a sacar la primera producción. El primer planeador de muestra lo tuvimos el 28 de noviembre de 2020 y empezamos a tomarle fotos y así creamos el Instagram de la marca.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Pues realmente es un logro de JuanDa en su intención de emprender y saber que podría hacerlo. Una vez empezamos el diseño del planeador, él estuvo al mil con los detalles, con la competencia, él eligió el nombre que significa ser productivo desde el alma y equilibrar la vida personal con la laboral, luego nos lanzamos a buscar litografías y a sacar muestras que nos parecían más profesionales, apenas encontramos a LYS comunicaciones gráficas dijimos: “aquí es”, con plata prestada sacamos la primera producción y con poca idea de lo que sería emprender nos lanzamos a ver cómo nos iba, llevamos más de un año y ha sido una experiencia increíble. Se necesitó mucha paciencia, ganas y perrenque porque también hemos tenido momentos malos, nos quebramos en algún punto y hasta nos quedamos sin producto por falta de materiales.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
El primer préstamo nos lo hizo el papá de JuanDa, aunque él tenía muchas dudas, nuestro emprendimiento le sonaba a idea de niños nos quiso ayudar y en sólo un mes pudimos pagarlo con la venta de la primera producción, de ahí las “ganancias” se reinvirtieron para poder sacar la segunda producción.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Nuestra meta es transformar la idea de productividad en las personas . El 2020 fue el año en que esta palabra tomó vida y empezó a medir el tiempo de las personas, pero se nos olvidó que la vida personal y la laboral no son una sola. Nuestros productos son herramientas para que las personas aprendan a que es igual de importante el informe de la empresa que sacar al perro o tomar una siesta.
Nuestra meta es acompañar a las personas, enseñarles a usar su tiempo, a generar empatía con ellas mismas y sobre todo a aprender a leer sus niveles de energía para que la productividad los lleve a ser felices, no a tener más trabajo.
6. ¿Soy feliz?
Somos súper mega felices, emprender nos ha dado una vida de jubilados, en un país donde la jubilación parece lejana y esa es la mejor de las ganancias. Nosotros nos sentimos afortunados porque, aunque se trabaja más y se sufre por la incertidumbre, también se goza el tiempo, la flexibilidad y cada paso nos apasiona más.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No por ahora, porque tenemos proyectos con Alma hasta el año 5.000. Es una fuente de trabajo, ideas, magia y sueños alcanzables, pero si hubiese alguna situación que nos arrincone a considerarlo tampoco nos apegaríamos a ella y lo haríamos.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender es un reto de muchas emociones, cada etapa trae sus dificultades, al inicio nuestro mayor reto fue superar la incertidumbre, veníamos de tener un trabajo estable con un contrato que nos daba mucha tranquilidad, pero cuando creas una comunidad y comienzas a vender, el reto es no pasar desapercibido o quedarte en el olvido.
Fue duro vivir en medio de las dudas, pero un año y medio después nos sentimos capaces, sabemos que no es una decisión en la que te sientas y ves llegar el dinero, pero la pasión que te brinda ver crecer tu idea es lo que te mantiene.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Hemos cumplido parte del sueño, pero aún nos queda mucho por construir.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Este año lanzamos la aplicación, queremos en un año tener tan posicionada la marca y que esto nos permita sacar más productos relacionados al emprendimiento y la productividad, queremos construir mucho más adelante un coworking pensado realmente en estas nuevas generaciones que no sólo son más conscientes sino también más arriesgadas, y de ahí en adelante hemos planeado hasta hacer apartamentos que rompan la idea de vivir en un edificio, una vivienda productiva.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Claro que sí, hay muchas formas de seguir construyendo. Hemos ido escribiendo una historia a partir de un estilo de vida que nos identifica y sabemos puede identificar a muchos más. Queremos llegar a muchos países, crear nuevas herramientas físicas y digitales siendo parte del día a día de las personas con otro tipo de productos que te hacen productivo, pero que no tienen que ver con trabajo, sino con vida personal.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Claro que sí, somos creyentes del crecimiento y sabemos que más manos son más avances, entendemos que hay cierto recelo en ocasiones con tener socios, pero tenemos claro que queremos con Alma, qué estamos dispuestos a ceder, qué es negociable y qué no cambiaríamos porque perderíamos la esencia construida.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volveríamos a confiar ciegamente. Iniciando nuestro emprendimiento tuvimos la opción de asociarnos y en esta sociedad más que crecer nos llevó a quebrarnos, en ese momento el error estuvo en tomar decisiones aún muy emocionados por haber logrado la venta de 100 planeadores y confiamos en sus palabras sin saber qué era negociable y qué no, en nuestra marca. Aunque esa experiencia nos hizo perder mucho ciertamente nos enseñó que las decisiones se toman informados y sobre todo con mucho tiempo.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Antes de emprender no teníamos una figura específica que nos hiciera soñar, era sobre todo ese ideal de “qué bacano poder trabajar en algo nuestro, en decir algún día dirijo una empresa o poder dar trabajo cuando hay tanta necesidad” pero no habíamos encontrado a la familia que nos hiciera decir: “ellos son nuestro futuro”, ahora hemos encontrado en los Agudelo Uribe una forma de crecer, ellos son pareja, emprenden y tienen dos hijos, crecen montones pero como nosotros no iniciaron en 100, se han ido construyendo, han cambiado, mejorado y son nuestro mayor referente.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Cuando nos quebramos llevábamos 4 meses, teníamos deudas, una producción enorme que había fallado y sentíamos que se nos caía el mundo, que tendríamos que buscar trabajo y pagar deudas por muchos años, pero la mamá de JuanDa nos ayudó a calmarnos y retomar con fuerza, si bien sentíamos que habíamos cometido un error lo más valioso fue pensar en lo que ganamos sobre lo perdido y pudimos superarlo.
En el 2022 los materiales comenzaron a escasear y estuvimos por un mes sin productos, pero de ahí salieron nuevas ideas, construimos comunidad y sobre todo confianza para que reservaran el producto y una vez consiguiéramos los materiales pudiéramos responder a todos, sin dejar de ganar porque un peso que no ingresa, son cuentas que no se pagan.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Hace 1 mes conocimos el HUB de innovación del SENA ubicado en el perpetuo socorro, han sido una mano enorme que nos está ayudando a fortalecer nuestra empresa.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Claro que sí, queremos que las personas que se vinculen con Alma Productiva transformen el uso de su tiempo, aprendan de sí mismos y trabajen apasionados, no en el concepto de que siempre tendrán ganas de trabajar sino porque tendrán logros por superar y sabrán cómo superar la procrastinación, cómo priorizar las actividades de crecimiento personal y cómo continuar su proceso de aprendizaje.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años soñamos con una empresa que tiene tiendas físicas en las ciudades principales, ventas en el exterior, nos vemos como la app número uno en ventas de productividad, con más de 10 herramientas que mejoran tu uso del tiempo, un coworking en el perpetuo socorro de Medellín, un podcast, una tienda de prendas de vestir para emprendedores y muchos talleres y conferencias en lista.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Han sido nuestra plataforma más grande, sin ellos esto no sería posible. Siempre nos hemos descrito como unos “privilegiados” ya que nuestros papás fueron nuestros primeros prestamistas, nuestras mamás las que nunca dejaron que nos rindiéramos y primeras compradoras, nuestros amigos han sido compradores, animadores y fans #1 de nuestras redes sociales, han sido relacionistas públicos con todo el que pregunta y si ven proyectos o convocatorias que nos sirvan son los primeros en avisarnos.
Emprender solo es posible, pero emprender entre un grupo de ayuda tan grande te hace invencible.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí, es más varios emprendimientos relacionados a planeadores nos han escrito y hemos sido tan transparentes cómo es posible, no nos interesa ser los únicos, no somos una marca competitiva, optamos más por la construcción conjunta, por el crecimiento que se da de la mano con el que ya lo experimentó y nos encanta poder ayudar a otros, hasta con ideas que no conocemos del todo pero que entendemos que si siguen cierta línea les será más fácil.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Este emprendimiento empezó siendo un sueño de dos, avalado por nuestra familia y posteriormente con equipos de terceros que hacen que todo salga perfecto. Siempre hay que aceptar que no sabemos hacer todo, pero sí sabemos quiénes son los mejores haciéndolo, en pauta publicitaria trabajamos con Medialop, en el proceso creativo para redes D-Zero quienes literalmente nos leyeron el alma, Yuli nuestra contadora quien nos impulsó y asesoró en todo el proceso de ser S.A.S y estamos JuanDa y yo (Stefa) quienes ponemos la piel en cada entrega, pedido, mensaje e idea.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro diferencial está en varios puntos, primero la conexión emocional, queremos que nuestros clientes se lleven más que una herramienta para planear, una guía para entender su productividad, sus tiempos, su gestión y qué pasa cuando están procrastinando, qué tareas son las que aplazan; segundo la flexibilidad, no somos creyentes de que el éxito es para los que madrugan, al contrario el éxito es para quien lo trabaje independiente de la hora en que empiece o termine el día y finalmente el diseño, encontramos que los productos en el mercado están muy volcados a lo femenino representado por el rosa y los brillos, hemos decidido que nos gustan más las ilustraciones básicas y los colores unisex.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que es posible crear ideas, llevarlas a cabo y vivir de eso. También, que no es fácil y que se necesita así sea un amigo que te acompañe en los momentos duros, que emprender en pareja es una cosa brutal cuando el que tienes al lado es un socio, un “parcero”, un soñador. Hemos aprendido que todo trae recompensa, que las caídas te hacen fuerte y nunca es el final a menos de que te des por vencido.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
“Nuestra historia inicia con un noviazgo. Siendo mejores amigos decidimos hacernos socios e iniciar un proyecto diferente, en ese momento Stefa venía experimentando mucha ansiedad y se sentía muy agotada y sin tiempo para nada, del otro lado estaba JuanDa, no tenía trabajo y tenía todo el día disponible para crear ideas, JuanDa que le ve negocio a la caída de un pin pon convenció a Stefa para que construyeran un libro, así nació Alma Productiva.
Con temor porque no sabíamos cómo empezar a emprender iniciamos diseñando un libro, un manual para emprender que iríamos alimentando con nuestras experiencias. A media construcción del libro Stefa había diseñado una plantilla para organizar su día, cómo se veía tan atareada y se sentía tan abrumada comenzó a usarla y encontró que había cosas que sí le ayudaban y empezaron a mejorar sus días, hasta lanzar su primer planeador personal. Arrancamos con la venta de un planeador, en diciembre de 2020 vendimos 100 y para la misma época del año siguiente logramos vender más de 5.000. Hoy no solo vendemos planeadores físicos, también recurrimos a la tecnología para llegar a más lugares y clientes”. Así van recogiendo los pasos de su emprendimiento Stefania Orrego y Juan David Madrid, los creadores de esta idea de negocio que ya se trasladó a la era digital y esto fue lo que nos contaron en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos de El Espectador.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Alma productiva es un emprendimiento en pareja: Stefania Orrego Querubín, tengo 25 años y soy Diseñadora Industrial de la Universidad de San Buenaventura; Juan David Madrid Cáceres, tengo 25 años y soy Administrador de Negocios de la Universidad de San Buenaventura.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Como una película de terror nos encontrábamos en el 2020, creando apenas un equilibrio entre el encierro y la cantidad de tareas que al menos para Stefa el trabajo le exigía, ahí fue cuando JuanDa le dijo a Stefa “hagamos algo, emprendamos”, con temor porque no sabíamos cómo empezar iniciamos a diseñar un libro, un manual para emprender, que iríamos alimentando con nuestras experiencias. La idea era acabarlo y venderlo online, así empezaríamos.
Entre el trabajo y el manual, Stefa no encontraba tiempo real para dedicar a nada más, así que en una parte del manual diseñamos una hoja para organizarnos y comenzamos a usarla. Cuando vimos que era útil, que realmente cumplía con su función JuanDa dijo: “Stefa por ahí es, saquemos planeadores, agendas para la gente que procrastina o tiene mucho que hacer en el día”
Sí, era una súper idea, así que elegimos el nombre, hicimos el logo, creamos el concepto y empezamos a sacar la primera producción. El primer planeador de muestra lo tuvimos el 28 de noviembre de 2020 y empezamos a tomarle fotos y así creamos el Instagram de la marca.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Pues realmente es un logro de JuanDa en su intención de emprender y saber que podría hacerlo. Una vez empezamos el diseño del planeador, él estuvo al mil con los detalles, con la competencia, él eligió el nombre que significa ser productivo desde el alma y equilibrar la vida personal con la laboral, luego nos lanzamos a buscar litografías y a sacar muestras que nos parecían más profesionales, apenas encontramos a LYS comunicaciones gráficas dijimos: “aquí es”, con plata prestada sacamos la primera producción y con poca idea de lo que sería emprender nos lanzamos a ver cómo nos iba, llevamos más de un año y ha sido una experiencia increíble. Se necesitó mucha paciencia, ganas y perrenque porque también hemos tenido momentos malos, nos quebramos en algún punto y hasta nos quedamos sin producto por falta de materiales.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
El primer préstamo nos lo hizo el papá de JuanDa, aunque él tenía muchas dudas, nuestro emprendimiento le sonaba a idea de niños nos quiso ayudar y en sólo un mes pudimos pagarlo con la venta de la primera producción, de ahí las “ganancias” se reinvirtieron para poder sacar la segunda producción.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Nuestra meta es transformar la idea de productividad en las personas . El 2020 fue el año en que esta palabra tomó vida y empezó a medir el tiempo de las personas, pero se nos olvidó que la vida personal y la laboral no son una sola. Nuestros productos son herramientas para que las personas aprendan a que es igual de importante el informe de la empresa que sacar al perro o tomar una siesta.
Nuestra meta es acompañar a las personas, enseñarles a usar su tiempo, a generar empatía con ellas mismas y sobre todo a aprender a leer sus niveles de energía para que la productividad los lleve a ser felices, no a tener más trabajo.
6. ¿Soy feliz?
Somos súper mega felices, emprender nos ha dado una vida de jubilados, en un país donde la jubilación parece lejana y esa es la mejor de las ganancias. Nosotros nos sentimos afortunados porque, aunque se trabaja más y se sufre por la incertidumbre, también se goza el tiempo, la flexibilidad y cada paso nos apasiona más.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No por ahora, porque tenemos proyectos con Alma hasta el año 5.000. Es una fuente de trabajo, ideas, magia y sueños alcanzables, pero si hubiese alguna situación que nos arrincone a considerarlo tampoco nos apegaríamos a ella y lo haríamos.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender es un reto de muchas emociones, cada etapa trae sus dificultades, al inicio nuestro mayor reto fue superar la incertidumbre, veníamos de tener un trabajo estable con un contrato que nos daba mucha tranquilidad, pero cuando creas una comunidad y comienzas a vender, el reto es no pasar desapercibido o quedarte en el olvido.
Fue duro vivir en medio de las dudas, pero un año y medio después nos sentimos capaces, sabemos que no es una decisión en la que te sientas y ves llegar el dinero, pero la pasión que te brinda ver crecer tu idea es lo que te mantiene.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Hemos cumplido parte del sueño, pero aún nos queda mucho por construir.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Este año lanzamos la aplicación, queremos en un año tener tan posicionada la marca y que esto nos permita sacar más productos relacionados al emprendimiento y la productividad, queremos construir mucho más adelante un coworking pensado realmente en estas nuevas generaciones que no sólo son más conscientes sino también más arriesgadas, y de ahí en adelante hemos planeado hasta hacer apartamentos que rompan la idea de vivir en un edificio, una vivienda productiva.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Claro que sí, hay muchas formas de seguir construyendo. Hemos ido escribiendo una historia a partir de un estilo de vida que nos identifica y sabemos puede identificar a muchos más. Queremos llegar a muchos países, crear nuevas herramientas físicas y digitales siendo parte del día a día de las personas con otro tipo de productos que te hacen productivo, pero que no tienen que ver con trabajo, sino con vida personal.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Claro que sí, somos creyentes del crecimiento y sabemos que más manos son más avances, entendemos que hay cierto recelo en ocasiones con tener socios, pero tenemos claro que queremos con Alma, qué estamos dispuestos a ceder, qué es negociable y qué no cambiaríamos porque perderíamos la esencia construida.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volveríamos a confiar ciegamente. Iniciando nuestro emprendimiento tuvimos la opción de asociarnos y en esta sociedad más que crecer nos llevó a quebrarnos, en ese momento el error estuvo en tomar decisiones aún muy emocionados por haber logrado la venta de 100 planeadores y confiamos en sus palabras sin saber qué era negociable y qué no, en nuestra marca. Aunque esa experiencia nos hizo perder mucho ciertamente nos enseñó que las decisiones se toman informados y sobre todo con mucho tiempo.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Antes de emprender no teníamos una figura específica que nos hiciera soñar, era sobre todo ese ideal de “qué bacano poder trabajar en algo nuestro, en decir algún día dirijo una empresa o poder dar trabajo cuando hay tanta necesidad” pero no habíamos encontrado a la familia que nos hiciera decir: “ellos son nuestro futuro”, ahora hemos encontrado en los Agudelo Uribe una forma de crecer, ellos son pareja, emprenden y tienen dos hijos, crecen montones pero como nosotros no iniciaron en 100, se han ido construyendo, han cambiado, mejorado y son nuestro mayor referente.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Cuando nos quebramos llevábamos 4 meses, teníamos deudas, una producción enorme que había fallado y sentíamos que se nos caía el mundo, que tendríamos que buscar trabajo y pagar deudas por muchos años, pero la mamá de JuanDa nos ayudó a calmarnos y retomar con fuerza, si bien sentíamos que habíamos cometido un error lo más valioso fue pensar en lo que ganamos sobre lo perdido y pudimos superarlo.
En el 2022 los materiales comenzaron a escasear y estuvimos por un mes sin productos, pero de ahí salieron nuevas ideas, construimos comunidad y sobre todo confianza para que reservaran el producto y una vez consiguiéramos los materiales pudiéramos responder a todos, sin dejar de ganar porque un peso que no ingresa, son cuentas que no se pagan.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Hace 1 mes conocimos el HUB de innovación del SENA ubicado en el perpetuo socorro, han sido una mano enorme que nos está ayudando a fortalecer nuestra empresa.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Claro que sí, queremos que las personas que se vinculen con Alma Productiva transformen el uso de su tiempo, aprendan de sí mismos y trabajen apasionados, no en el concepto de que siempre tendrán ganas de trabajar sino porque tendrán logros por superar y sabrán cómo superar la procrastinación, cómo priorizar las actividades de crecimiento personal y cómo continuar su proceso de aprendizaje.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años soñamos con una empresa que tiene tiendas físicas en las ciudades principales, ventas en el exterior, nos vemos como la app número uno en ventas de productividad, con más de 10 herramientas que mejoran tu uso del tiempo, un coworking en el perpetuo socorro de Medellín, un podcast, una tienda de prendas de vestir para emprendedores y muchos talleres y conferencias en lista.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Han sido nuestra plataforma más grande, sin ellos esto no sería posible. Siempre nos hemos descrito como unos “privilegiados” ya que nuestros papás fueron nuestros primeros prestamistas, nuestras mamás las que nunca dejaron que nos rindiéramos y primeras compradoras, nuestros amigos han sido compradores, animadores y fans #1 de nuestras redes sociales, han sido relacionistas públicos con todo el que pregunta y si ven proyectos o convocatorias que nos sirvan son los primeros en avisarnos.
Emprender solo es posible, pero emprender entre un grupo de ayuda tan grande te hace invencible.
También puede leer: Ellas crean hábitos saludables de sueño en bebés a través de sus productos
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí, es más varios emprendimientos relacionados a planeadores nos han escrito y hemos sido tan transparentes cómo es posible, no nos interesa ser los únicos, no somos una marca competitiva, optamos más por la construcción conjunta, por el crecimiento que se da de la mano con el que ya lo experimentó y nos encanta poder ayudar a otros, hasta con ideas que no conocemos del todo pero que entendemos que si siguen cierta línea les será más fácil.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Este emprendimiento empezó siendo un sueño de dos, avalado por nuestra familia y posteriormente con equipos de terceros que hacen que todo salga perfecto. Siempre hay que aceptar que no sabemos hacer todo, pero sí sabemos quiénes son los mejores haciéndolo, en pauta publicitaria trabajamos con Medialop, en el proceso creativo para redes D-Zero quienes literalmente nos leyeron el alma, Yuli nuestra contadora quien nos impulsó y asesoró en todo el proceso de ser S.A.S y estamos JuanDa y yo (Stefa) quienes ponemos la piel en cada entrega, pedido, mensaje e idea.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro diferencial está en varios puntos, primero la conexión emocional, queremos que nuestros clientes se lleven más que una herramienta para planear, una guía para entender su productividad, sus tiempos, su gestión y qué pasa cuando están procrastinando, qué tareas son las que aplazan; segundo la flexibilidad, no somos creyentes de que el éxito es para los que madrugan, al contrario el éxito es para quien lo trabaje independiente de la hora en que empiece o termine el día y finalmente el diseño, encontramos que los productos en el mercado están muy volcados a lo femenino representado por el rosa y los brillos, hemos decidido que nos gustan más las ilustraciones básicas y los colores unisex.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que es posible crear ideas, llevarlas a cabo y vivir de eso. También, que no es fácil y que se necesita así sea un amigo que te acompañe en los momentos duros, que emprender en pareja es una cosa brutal cuando el que tienes al lado es un socio, un “parcero”, un soñador. Hemos aprendido que todo trae recompensa, que las caídas te hacen fuerte y nunca es el final a menos de que te des por vencido.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚