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“En Tribu Foods creemos en un mundo más verde y con mayor sensibilidad ambiental; sentimos que todos hacemos parte de una tribu llamada “tierra”, en donde debemos y podemos vivir en armonía con plantas, animales, ríos, montañas y seres humanos. Llevamos diez meses operando, al cuarto mes logramos llegar al punto de equilibrio. En este tiempo hemos logrado crear 16 marcas virtuales que operan en Rappi y en Didi. Hemos tenido un crecimiento mensual del 26 % y actualmente contamos con cinco empleados. Somos un emprendimiento que vive el futuro de la alimentación y que va dando pasos agigantados para hacer parte de la nueva generación de restaurantes en el mundo”, estas son las palabras de Esteban Restrepo, uno de los fundadores de una idea de negocio amigable con el planeta con la que promueve una alimentación saludable y con responsabilidad ambiental para el comensal. Hablamos con él en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esta es su historia:
1.¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Esteban Restrepo, 34 años, Publicidad y Diseño Gráfico
Alejandro López, 34 años, Administración de Empresas.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Ofrecer alimentos con opciones variadas, nutritivas, saludables. En marzo de 2022 montamos nuestra cocina donde creamos y operamos marcas virtuales para delivery con conceptos basados en plantas y con una filosofía de responsabilidad ambiental.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Esteban ya venía trabajando en el sector gastronómico y tuvo la oportunidad de participar en la creación de un proyecto similar en la ciudad de Bogotá; al juntar su expertise junto al deseo de Alejandro de invertir en un proyecto, fue que se comenzó un trabajo creativo donde fluyeron muchas ideas que permitieron lanzar, de manera escalonada, una a una las marcas que operan hoy en día.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Recursos propios de ambos socios.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos demostrando que es posible tener una alimentación más amigable con el planeta, basada en plantas, variada, atractiva, nutritiva y a precios accesibles.
Alineados a esta filosofía, también estamos generando empleo de calidad, para nosotros, los colaboradores son la base de una buena compañía y nuestro esmero es velar porque tengan más que un pago justo y un empleo digno.
6. ¿Soy feliz?
Sí. Es algo que no se manifiesta con un sí o un no sino con un agradecimiento.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Si la o las personas interesadas en comprar nuestro emprendimiento están alineados con nuestros objetivos y valores corporativos, donde además lo hagan crecer, elevando todo su potencial, y llevándola a otro nivel, por supuesto que sí.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Por naturaleza emprender en Latinoamérica es un reto grande, temas como levantar capital o préstamos en bancos es un tema complejo. Ideas hay muchas, esas creo que nunca van a faltar, el tema más complejo para el latino, con relación a ser emprendedor, es la falta de capital. Aún así no podemos quedarnos con estas barreras y a pesar de ellas tratar de intentar algo con el deseo que pueda ser sostenible y rentable.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Creo que es uno de los sueños, siempre hay mucho más por hacer y justamente ese es un punto importante para cualquier empresa de cualquier sector, siempre hay que crear cosas nuevas, siempre hay que estar innovando y renovando todo, los mercados cambian mucho y muy rápido y las empresas tienen que estar siempre atentas a estos cambios, a las nuevas tendencias y adaptarse a los mercados.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Tenemos varias estrategias para 2023, entre ellas, darle fuerza a los domicilios propios con la creación de nuestro marketplace donde tendremos ofertadas todas nuestras marcas en un mismo sitio web, desde allí los usuarios podrán, en un mismo pedido, pedir platos de diferentes marcas y disfrutar de descuentos exclusivos.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Si, es 100 % escalable. Es un modelo de negocio estandarizado y fácilmente replicable en cualquier parte del mundo.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí claro, al igual que con una oferta de compra, desde que el inversionista esté alineado con nuestros objetivos y valores y desde que quiera hacer crecer la empresa, por supuesto que sí. Algo importante para decir al respecto es que antes de que ingrese un socio o inversionista es muy importante tener feeling con él, conocerlo bien y dejar todo claro sobre la mesa.
Ya tuvimos una propuesta de un inversionista que rechazamos solo porque él tenía una valoración diferente a la que tenemos nosotros. Nosotros sabemos lo que ha costado construir Tribu y no hablo solo de dinero, en la valoración de una empresa también está el tesón, la expertise y el sudor de los emprendedores. Son intangibles a los cuales es difícil darles un valor en números y la valoración de una empresa no debe estar sujeta estrictamente al valor monetario porque cualquiera puede comprar un lienzo y óleos, pero no todos tienen el conocimiento ni la habilidad de pintar un cuadro.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Contratar a personas de manera acelerada sin pasar por un filtro adecuado. Un buen empleado que se ponga la misma camisa que tú y que juegue en tu mismo equipo, alineado a tus metas y propósitos puede ayudarte a llegar a la meta más alta. Caso contrario un empleado que no siente empatía con la empresa y no se quiera poner la camisa del equipo, juega un juego distinto que puede generarte muchas dificultades y obstáculos en tu camino.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
No tengo un referente en particular. En mi caso siento que es algo innato que llevo desde que tengo uso de razón. Siempre se me ha dificultado ser empleado en una empresa y es ahí donde entendí que mi naturaleza es ser emprendedor, muchas veces no es la mejor decisión ya que emprender supone mucho más retos que el simple hecho de sentarse en un escritorio (que también supone un esfuerzo grande), pero son naturalezas que ya están en cada uno al momento de nacer y en el caso de un emprendedor ya viene intrínseco. Cómo diría Walter White en Breaking Bad: “I did it for me. I liked. I was good at it”.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Si, varias veces, ha habido momentos de pruebas y lo único bueno que se puede sacar de esas experiencias es el aprendizaje. Si de un error o un fracaso uno saca al menos un aprendizaje (de lo que no se debe hacer) no se habrá perdido del todo porque al menos quedó algo: la experiencia.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No pertenecemos a ninguna comunidad pero si seguimos muchas comunidades emprendimiento y finanzas que dan mucha información actualizada y enseñanzas importantes.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Al tener una alimentación más sostenible estamos pensando en el cuidado del medio ambiente y del planeta que le vamos a dejar a las futuras generaciones. El calentamiento global es un hecho y este cambio comienza en nuestro plato y en las decisiones de consumo que tomamos día a día.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Sería muy oportuno poder escalar nuestro emprendimiento de tal manera que en cada zona de la ciudad y de las ciudades principales del país se pueda encontrar nuestra oferta y que nuestras marcas se vuelvan reconocidas y la primera opción al pensar en comida sustentable y deliciosa.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
No venimos de familias emprendedoras y es un tema nuevo para ellas, el hecho de comenzar algo que supone correr un riesgo del que amigos como familiares quieren cuidarte, sobre todo cuando tu negocio es algo que sale del molde como ofrecer proteínas de origen vegetal. Aún así hay que creer en uno mismo y tener fe en que a pesar de que otros opinen diferente, tu idea puede tener aceptación en el mercado.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Yo siento que el camino nunca termina y no habrá un punto en el que se pueda decir que ya se logró, aún así cada día es una oportunidad de aprendizaje y así como el aprendizaje llega así mismo se debe compartir, hay un proverbio chino que dice “todo lo que no des, es todo lo que vas a perder” y esto nos enseña a no ser egoístas, mucho menos con el conocimiento. El conocimiento no nos pertenece y si llegó a nosotros de alguna manera es bueno también compartirlo con aquellas personas, que al igual que uno, están metidos en la película y deseosos de poder aprender. También hay una enseñanza de oriente que reza que la mejor manera de aprender es enseñando. En este orden de ideas, al enseñar lo aprendido, se afianza su conocimiento y a la vez aprenden cosas nuevas.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Emprender solo es muy difícil, no se puede ser hombre orquesta y sobrevivir para contarlo, cuando se crea una empresa es muy importante contar con personas, como mencioné anteriormente, que se pongan la camisa y jueguen en tu mismo equipo. Cada persona aporta ideas valiosas y traen consigo retroalimentación que ayudan a crecer la empresa. La clave para crecer es delegar y para delegar necesitas personas de primera calidad que estén sintonizados en tu misma frecuencia y a los cuales puedes confiarles parte de la operación para que puedas centrar esa energía en otros aspectos vitales para el crecimiento de la empresa.
En nuestro caso Luz es la líder de operaciones, ella es la chef que lidera todo el temas de la cocina, menús, estandarización, limpieza, equipo de cocina y todo lo relacionado con esta área. Al tener una persona cubriendo el área principal, podemos enfocarnos en otros temas como marketing y crecimiento.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
La intención de mantenerse humilde. Y aunque el hecho de decir que se es humilde inmediatamente ahuma el valor de la humildad, he visto que en el ecosistema emprendedor muchas veces prima el emprendedor que el emprendimiento: Felipe Santamaría habla este punto claramente en su libro “El emprendedor mínimo viable”, un libro que a propósito recomiendo a todo aquel que quiera ser emprendedor. La humildad es una virtud necesaria en una empresa, cuando hay conflictos o diferencias solo la humildad de las partes en conflicto podrá ayudar a llegar acuerdos y resolver problemas.
Cuando se cree que sólo el que lidera es el que tiene tiene la última palabra y las únicas ideas buenas sea cae en un error que limita las oportunidades de crecimiento, mientras la humildad permite que se puedan escuchar ideas de cada uno de los colaboradores, sugerencias de productos o procesos que se pueden mejorar o que brindan un visión más clara hacia crecimiento y mejoras constantes.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Yo creo que el principal aprendizaje ha sido confiar en uno mismo. Muchas veces el temor es lo que no te deja lanzar al agua y cuando te lanzas puedes ver que no era tan terrible o quizás si eran tan terrible como pensabas, pero ya estás ahí y no tienes otra opción que sobrevivir y buscar las alternativas para salir de ahí, aprender a nadar y perder ese miedo que finalmente te permitirá nadar por placer y no por necesidad.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚