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Una joyería contemporánea inspirada en la abundancia de la naturaleza

Sus diseños son elaborados de manera consciente y responsable, y se convierten en pequeñas esculturas que reflejan la personalidad de sus clientes.

Tatiana Gómez Fuentes
10 de diciembre de 2024 - 04:00 p. m.
La diseñadora industrial detrás de Ingrid Wagner Jewels, una joyería contemporánea inspirada en la naturaleza.
La diseñadora industrial detrás de Ingrid Wagner Jewels, una joyería contemporánea inspirada en la naturaleza.
Foto: Cristina Umaña - @cristinaumana.ph
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“Soy amante de la naturaleza, artista de corazón y diseñadora de oficio, por eso creé la joyería Ingrid Wagner Jewels. Creo en el poder de la naturaleza para nutrir nuestra capacidad inagotable creativa y en el poder de las joyas para convertirse en símbolos que expresan la esencia de las personas que las usan, y de ser percibida por otras. Hago pequeñas esculturas usadas como joyas, diseñadas de manera consciente y responsable, inspiradas en la majestuosidad y abundancia de la naturaleza, elaboradas con materiales finos y de buen origen, que expresan las preferencias, la personalidad, y el modo de vida de cada persona, llenando de significado su cotidianidad y sus fechas especiales”.

Ingrid Wagner Jewels, la emprendedora detrás de esta idea de negocio, pasó por 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí la historia de su joyería contada para ustedes:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

48 años, Diseño Industrial con formación en joyería.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Inicialmente, la idea fue crear un emprendimiento con mi mamá, que venía haciendo bisutería y Joyería anteriormente. Rápidamente, la idea evolucionó a originar una marca propia, a trabajar por una identidad y sello personal; quería que las piezas hablaran más del alma, que transmitieran un mensaje alrededor de la abundancia y belleza de la naturaleza.

Quise aplicar el diseño industrial en pequeñas esculturas que la gente amara lucir, así que le di vida a mi emprendimiento, se llama Ingrid Wagner, una joyería contemporánea inspirada en la abundancia de la naturaleza.

En la actualidad, contamos con aproximadamente 500 clientes al año, nuestras ventas se reparten entre las producidas por redes sociales, las ferias que participamos como Expoartesanías, Expoartesano, Eva, en tiendas especializadas en Medellín, Villa de Leyva, y Zipaquirá y por supuesto el clásico voz a voz de nuestra clientela fidelizada.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Trabajando, intentando, probando, aprendiendo, perseverando.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

El inicio fue bien sencillo: una mesa de trabajo y herramientas básicas en el patio de casa. Poco a poco el emprendimiento ha crecido, las herramientas y máquinas han aumentado, el equipo se ha fortalecido en diferentes frentes y sigue en proceso de crecimiento año tras año.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

He logrado construir un sello personal, y una clientela que se identifica con ella. Las joyas que hacemos se acercan a la naturaleza, nos hacen sentir parte de ella, además de hacernos brillar más intenso.

6. ¿Soy feliz?

Estoy feliz con mi emprendimiento. Como todo, tiene mucho trabajo, muchas horas invertidas, a veces tensiones; pero la satisfacción es mucho mayor. Ver a los clientes entusiasmados con las joyas tiene un valor muy alto.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No lo sé exactamente. Se siente un poco como vender un hijo, pero nunca hay que decir nunca.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Ha sido duro emprender, ha habido tiempos difíciles, pero la motivación no ha faltado, ha estado ahí como motor.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Trato de disfrutar al máximo cada pequeño logro, cada joya nueva con realización. Me emociona el día a día y seguir viviendo la construcción del sueño.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Quiero seguir trabajando con entusiasmo, seguir diseñando pequeñas esculturas para todos los que disfruten de ser parte de esta infinita naturaleza, como yo. Crecer siempre es un deseo; conquistar más personas, otros mercados, otras ciudades, otros países es un propósito intrínseco.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Sí, es un emprendimiento escalable.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

El primer sentimiento es cómo planear vender un hijo, pero el segundo es estar abierto a las posibilidades y a crecer. Estoy abierta a recibir inversión externa y tener un aliado fiel. Sería maravilloso.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Emprender es un aprendizaje diario, te enfrenta contigo mismo constantemente. Seguramente existen varios pequeños errores que no deseo repetir, pero creo que el más crucial es haber pospuesto aprender a pensar administrativamente desde el inicio, y creer que la intuición funciona siempre. Sin embargo, no fue así, los números no mienten. Hay que formarse constantemente con los temas que no son de nuestro total agrado.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

La lista de inspiración es larga, pero pienso que ver las obras de René Lalique me emocionan siempre y me motivan a seguir explorando el universo creativo.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Sí, hay momentos muy duros, he llegado a pensarlo, pero me arrepiento inmediatamente y sigo.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No pertenezco a ninguna comunidad diferente al equipo que hemos formado con el tiempo. Amigos y familia son los integrantes. Sin ayuda, sería imposible.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Sí. Creo que hacer joyas, (aplica para todo producto o servicio, fruto de procesos creativos) desde que tenga un propósito, una buena intención de impactar el mundo de una bonita y respetada manera, da frutos dulces, yo diseño feliz desde ese lugar. Inicié de cero mi emprendimiento con 40 años, creo que eso puede servir de estímulo para alguien.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

El camino hacia adelante, aun sin límite. Me proyecto a expandir mi marca, dentro y fuera de Colombia. Espero que en unos años pueda verlo realizado, pero el futuro es hoy. ¡Seguir trabajando con entusiasmo en el día a día es la prioridad!

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Un papel indispensable, son mi equipo y mi soporte, literalmente.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Sí, sin duda. ¿Qué satisfacción más grande que estimular a nuevos emprendedores a intentarlo? Ese es un esfuerzo que me fortalece.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Como les conté, mi mamá me inició en el mundo de la joyería y, junto a los demás integrantes de la familia, son el apoyo incondicional indispensable. Mi abuela de 89 años le da el último toque a cada joya, haciendo control de calidad y dándoles el último brillo.

Mi pareja, Daniel Mutis, arquitecto y ahora joyero, es parte indispensable de los procesos de producción y cocreación. Anamaría Valderrama, que no solo me acompaña en los eventos especiales, es mi community manager, y embajadora de la marca. Patricia Luna, mi amiga del alma, es experta en la logística de los eventos y es clave en la parte administrativa.

Juan Pablo Mateus, Orlando Menjura, Rafa Urbina, Andrea Hernández, Milena Triana, Víctor Suesca, Ximena Molano, también hacen parte de mi equipo de trabajo, la lista es larga.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Mi sello personal es el diseño único de las piezas, es una manera de interpretar lo amplia y preciosa que es la naturaleza, y plasmarlo en una escultura portable. Tenemos colecciones versátiles, adaptables a los gustos individuales, tamaños y acabados distintos. Suelen ser combinables entre ellas, y siempre capaces de transmitir un mensaje de amor por la naturaleza.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

He aprendido a ser resiliente, a estar abierta al cambio, a rodearme de gente maravillosa, que aporta, que suma, y a confiar en ella. También a confiar en mí, y por supuesto el mejor aprendizaje son las pequeñas dificultades, sin duda eso hace que sea mejor cada día.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

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