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“He trabajado en temas de creación de marcas de moda desde hace ya varios años, tanto en Colombia como en Brasil. Antes de crear Samba, en Colombia había creado una marca de ropa deportiva y luego trabajé con ropas de inspiración de la India y Turquía. Samba Brasil es una marca de ropa producida en Colombia, que hace piezas con mucho color y naturaleza, inspiradas en la alegría de este país. Nuestro propósito es hacer que las mujeres que las usen no les dé miedo ser el centro de atención y que puedan vestirse de esa alegría que transmiten”.
Sin más preámbulo, aquí está la historia de Catalina Santiesteban, la emprendedora colombiana detrás de una idea de negocio que le apuesta a la industria textil con esta marca de ropa. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí está su historia.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
32 años, Diseño de Modas y Styling de moda.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació?
Actualmente vivo entre Colombia y Brasil. Estoy fascinada con el color y la alegría de algunas marcas de ropa brasileras. Quiero unir a las dos culturas en las que me desenvuelvo y llevar un poquito de esa calidez de Brasil a mi país, Colombia. Creé prendas para diferentes ocasiones de uso como vestidos, chaquetas y blusas, que llevan impregnado el ADN brasileño, pero con corazón totalmente colombiano.
Mi marca se llama Samba Brasil y nació en el año 2023, cuando hice un análisis del mercado de ropa en Colombia, me di cuenta de que hay espacio para ir un poco más allá con el uso del color y estampados en las prendas que usan día a día las mujeres.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Con el apoyo de mi esposo, que es administrador, y la parte racional de la empresa. Vimos una oportunidad de experimentar en Colombia y empezamos a hacer campañas de redes sociales con las pocas prendas que ya teníamos de prueba, sin expectativa alguna, con la grata sorpresa de que al mercado colombiano le gustó y lo acogió. Así, poco a poco hemos estado entrando en el mercado buscando trasladar toda la producción a Colombia.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Es producto de los ahorros que tenemos con mi esposo, pensados exclusivamente en ser invertidos en emprendimiento (él también es empresario).
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estoy logrando que las mujeres se sientan más seguras de sí mismas, que no les dé miedo utilizar prendas que llaman la atención, pero que a la vez las hacen ver hermosas. Intento cambiar el imaginario de que no puedes vestirte alegremente y verte elegante al mismo tiempo. También quiero dar a conocer un poco de la cultura brasileña, me encanta, apasiona y he conseguido contagiar a los colombianos con un poco de su alegría a través de la ropa.
6. ¿Soy feliz?
Soy feliz, el camino del emprendimiento es muy retador, pero cuando crees en tu idea y trabajas en tus sueños, empiezas a disfrutar más el proceso que el resultado.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No la vendería en este momento, me encantaría seguir explorando con mi creatividad y todas las posibilidades que una marca de ropa ofrece.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Al principio, mucho. Convencer a las personas de que crean en ti y en tus ideas, nunca es una tarea fácil. Tener siempre un presupuesto limitado y querer hacer muchas cosas con poco, es retador. Tener grandes expectativas y que el mercado no responda como tú esperas, sin desistir y continuar creyendo en ti misma, creo que lo hemos vivido todos los emprendedores, pero aquí seguimos apostándole a emprender.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
He cumplido mis sueños, pero siento que el camino todavía es largo. Sueño con llevar mi marca a diferentes países y mercados y poder expandirme mucho más.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Continuar todos los días trabajando en cada pequeño paso para que la marca cada vez sea más reconocida, y buscar espacios físicos para mostrar las prendas, pues hasta ahora somos una marca virtual.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sin duda, es escalable y de muchas maneras. Tanto en la parte geográfica, como en la parte de diseño, expandiéndonos a otros tipos de universo de vestuario.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
En principio tendría que conocerlo muy bien primero, antes de poder trabajar con alguien y sentirme tranquila en ceder parte de la empresa. Obviamente, todas las posibilidades están abiertas, pero prefiero un crecimiento lento, ordenado y muy fiel a lo que quiero de la marca, que tal vez recibir un impulso monetario que me obligue a traicionar en lo que creo.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Contratar un servicio que no entiendo. En este momento hay muchas empresas de servicios profesionales que te venden muchas asesorías, servicios de marketing y otras cosas que terminas comprando sin entender muy bien y al final no generan el impacto ni los resultados esperados.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Me inspiró mi abuelo materno, él siempre ha sido un emprendedor muy guerrero que empezó con muy poco y ha conseguido muchas cosas. Verlo a él, creer en sus ideas y trabajar de sol a sol por ellas para sostener a su familia, sin duda alguna ha sido el mejor ejemplo y la mejor inspiración que podría llegar a tener.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Ya he tenido otras marcas de ropa que no han funcionado. Cuando me fui a Brasil, llevé una marca de ropa deportiva a la cual le invertí mucho, pero que simplemente no funcionó. Es muy difícil aceptar un fracaso, pensar en lo que pudo haber pasado y lo que habría hecho diferente, dejarlo atrás y comenzar de nuevo. Tiré la toalla, pero luego la recogí y comencé esta nueva aventura.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No hago parte de una comunidad formalmente, pero estoy rodeada de emprendedores y las experiencias de ellos sin duda me hacen el camino más fácil.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Creo que arriesgarse a hacer cosas diferentes siempre puede impactar a alguien. En la moda, creo que es más la regla que la excepción. Espero que, de la misma forma que muchas marcas me han inspirado a mí a crear algo nuevo, inspiren también a otros a hacerlo.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me veo liderando la dirección creativa de Samba Brasil, con un equipo de trabajo grande y consolidado, y con una empresa con presencia en muchos países que tenga un ADN y un concepto muy claros.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Un papel fundamental, pues sería completamente imposible ser emprendedora sin su ayuda moral, financiera y hasta académica. He aprendido mucho de ellos y me he apoyado en ellos para las decisiones más importantes.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Bueno, yo creo que todavía no lo logré, estoy en el proceso. Pero si mi experiencia le puede servir a alguien, sin duda estoy totalmente dispuesta a ayudar.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Una empresa es la suma de las personas que la componen. Una empresa pequeña tiene que estar compuesta de personas y proveedores excepcionales, porque el margen que tienes para equivocarte es muy pequeño. En moda, la diseñadora es solo una parte pequeña, mientras que los proveedores de las telas, los diseñadores de los estampados y las costureras, son el corazón de la empresa.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Las empresas que quieren destacarse necesitan tener una mezcla de rasgos que, en conjunto, las hacen diferenciarse. En la moda me parece que es bastante complicado, porque existe una competencia muy fuerte en todos los segmentos y tener una propuesta fresca, no es nada fácil. Creo que en este momento existen unos puntos inamovibles para una empresa de moda, porque la industria en sí tiene problemas muy serios en temas de responsabilidad ambiental y social.
Por eso, en Samba el primer punto es intentar crear una marca de ropa ética, respetando el medio ambiente a través del desuso innecesario de etiquetas, plástico y papel, utilizando materiales biodegradables o reciclados en toda la cadena de producción. También pagándole valores justos a nuestros proveedores y empleados, a diferencia de grandes marcas internacionales.
Nos diferencia la personalidad de la marca: es alegre y colorida, intenta ser inclusiva y no excluyente. Y por supuesto, nos diferencian los diseños que se inspiran en Brasil, pero que le hablan a Colombia.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que no existe nada más gratificante que traer tus ideas al mundo real y si las personas ven valor en lo que haces, te puedes ir a dormir feliz cada uno de tus días.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚