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“Cuando empecé con el proyecto fue duro, trabajaba en una empresa y se me dificultaba realizar los postres para el fin de semana. Al principio tuve comentarios bastante fuertes frente a nuestros productos,sin embargo, esto me llenó de valor para perfeccionar mis productos y que fueran de una excelente calidad. textura y sabor. Lloré mucho, quise dejar a un lado el proyecto, pero gracias a Dios, al apoyo de mi esposo, de su familia y de mi madre no me di por vencida. Ahora tengo alma, corazón y mente de acero para seguir creando grandes sabores y contar maravillosas historias”, de esta manera Diana Cortez, una de las fundadoras de Gulupa Sabores Mágicos, recoge los pasos que la han llevado a tener hoy en día un negocio gastronómico inspirado en Colombia. Momentos felices, tristes y otros de mucho coraje la convirtieron en emprendedora, por eso decidimos hablar con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y aquí contamos su historia:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Diana Cortez, 29 años, estudié varios técnicos en el Sena de la cuidad de Cali, y soy Tecnóloga en Gestión Administrativa.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea principal era tener una repostería que fuera diferente, con un valor agregado e innovador. La idea nació en el 2011, cuando estudiaba en la escuela gastronómica del Sena, en Cali. Luego de aterrizar la idea y hacerle un buen planteamiento creé Gulupa Sabores Mágicos: una repostería enfocada en trabajar las frutas nativas de Colombia.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Logré este proyecto con estudio e investigación. Primero estudié Tecnología en Administración, así logré tener más claro todo, incluso, una mejor estructura en cuanto al emprendimiento. Luego en la pandemia empezamos a vender los productos por domicilios a nuestros amigos y familiares, y así poco a poco nos dimos a conocer.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Los recursos salieron de nuestros ahorros, tanto de mi esposo y los míos, así pudimos comprar lo que necesitábamos. Luego contamos también con la ayuda económica de nuestra familia.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos logrando culturizar a toda la población caleña y a la otras partes del país, con el consumo de frutas nativas colombianas, mostrando la transformación de las mismas en la técnica de la repostería y dando a entender a los comensales que estas se pueden consumir de manera más frecuente.
Nuestro propósito es que las personas se empiecen a interesar más por consumir el producto nacional y dejen a un lado el consumo de alimentos importados.
6. ¿Soy feliz?
Soy supremamente feliz. Estoy haciendo lo que siempre soñé: ser una repostera que enfocó su proyecto utilizando recursos nacionales: las frutas nativas colombianas.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No vendería Gulupa Sabores Mágico, mi emprendimiento hace parte de mi ADN y lo considero un hijo que está creciendo y que será muy grande en unos años, generando oportunidades y sueños para todos sus futuros colaboradores.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Lo duro de emprender fue que atravesábamos una pandemia. Estábamos con pico y cédula, era duro distribuir el producto, nos tocaba manejar el negocio por redes sociales como Instagram y WhatsApp.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Creo que ya cumplí el sueño de tener mi repostería con mis valiosas frutas nativas colombianas. Siento que todavía falta que nos conozcan más en Cali y en otras ciudades del país.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Estamos trabajando duro en seguir sacado recetas únicas e innovadoras y con el sueño de una segunda sede.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Gulupa Sabores Mágico tiene una excelente viabilidad, contiene innovación constante y apoya al sector agricultor del país.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Este es un emprendimiento familiar que ha empezado a consolidarse de manera efectiva, si llega un inversionista y nos plantea un idea para hacer parte del proyecto, claro que la escucharíamos siempre y cuando se respeten los parámetros y políticas de la idea de negocio.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
A sacar un producto sin primero hacerle prueba y error.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Como dije anteriormente desde pequeña me gustó la repostería. Fueron varios reposteros reconocidos los que me inspiraron, uno de ellos el argentino Osvaldo José Gross y la mexicana Paulina Abascal, ellos me impulsaron a seguir mi sueño.
Me gustaría seguir a reposteros nacionales como Diana Dávila y Juliana Álvarez e internacionales a Amaury Guichon y a José Ramón Castillo.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Cuando empecé con el proyecto fue duro, trabajaba en una empresa y se me dificultaba realizar los postres para el fin de semana. Al principio tuve comentarios bastante fuertes frente a nuestros productos,sin embargo, esto me llenó de valor para perfeccionar mis productos y que fueran de una excelente calidad. textura y sabor. Lloré mucho, quise dejar a un lado el proyecto, pero gracias a Dios, al apoyo de mi esposo, de su familia y mi madre no me di por vencida. Ahora tengo alma, corazón y mente de acero para seguir creando grandes sabores y contar maravillosas historias.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No parte de ninguna comunidad, pero sí me siento parte de toda la población afrocolombiana e indígena de mi país. Gracias a esta comunidades hay mucho conocimiento ancestral que valoro mucho y que me inspira para realizar mis recetas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Claro. Nosotros tenemos una propuesta que tiene una trascendencia muy alta. Su enfoque es claro y es rescatar lo nuestro, no dejar perder nuestra identidad como colombianos, e inspirarnos en nuestras comunidades afro e indígenas que son de vital importancia, ya que desde siempre han promovido saberes ancestrales que deben seguir presentes en todas las generaciones, generando conciencia de consumir lo nuestro y hacer de ello algo único e innovador.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En una década creo que mi emprendimiento ya habrá conquistado los corazones colombianos. Pienso que existirá una conciencia más clara que es la de no dejar de lado nuestras raíces y adoptar más los cultivos y los recursos del país.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Nuestras familias han sido indispensables para el éxito de nuestro proyecto, ellas han trabajado de la mano con nosotros y su apoyo ha sido incondicional, aportándonos ideas y sugerencias que nos ayudan a crecer cada día más.
Nuestro grupo de amigos son los que se encargan de que los demás vean a Gulupa no solo como una repostería tradicional, sino como un espacio que crea cosas únicas e innovadoras, teniendo un enfoque claro: trabajar con nuestros frutos nativos.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Yo logré esto con mi esposo porque nunca le dimos cabida a la duda. Yo les diría a los emprendedores en Colombia que las herramientas más importantes son la disciplina y la constancia, no rendirse a la primera. Nada en esta vida es fácil, hay que lucharlo y trabajarlo, solo así se verán los frutos del esfuerzo.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Somos un equipo conformado por dos esposos, los cuales decidieron renunciar a sus trabajos convencionales para darle lugar al gran sueño de Gulupa .
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
No solo trabajamos con frutas nativas sino que las transformamos en ricos postres y tortas hechos manjar, dándole importancia a lo nuestro.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
La enseñanza que nos deja emprender es que uno nunca debe rendirse, que hay que tener bastante coraje, disciplina, constancia por lo que quiere lograr, alcanzar para llegar hacia donde se quiere. Luchar fuertemente para obtener esos frutos deseados es lo que nos deja emprender.
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