Empresas de acueducto preparadas para enfrentar ‘El Niño'
Cuentan con fuentes alternas de captación de agua y hasta de agua subterránea.
Redacción económica/Elespectador.com
Con planes de contingencia para mitigar los efectos del Fenómeno del Niño ante los riesgos de desabastecimiento de agua cuentan la mayoría de las 42 empresas de acueducto y alcantarillado que prestan el servicio al 72 por ciento de la población colombiana.
El anuncio fue hecho por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios (Andesco), al hacer un llamado para el ahorro de agua en el territorio nacional.
Explica el gremio que estos planes contemplan actividades para regular el suministro de agua en cualquier momento, independientemente de las condiciones climáticas, a todos los habitantes garantizando así un servicio de calidad.
Varias de las empresas agremiadas en Andesco cuentan con fuentes alternas de captación de agua, abastecimiento a través de carrotanques de otros municipios y hasta captación de agua subterránea, precisa el estudio.
Revela el gremio que Bogotá cuenta con el embalse de Chuza en Chingaza, con un almacenamiento de 190 millones de metros cúbicos. Además con los embalses del Sistema Agregado del Sisga, Neusa y Tominé.
Igual sucede en otras ciudades como Medellín, con los embalses de La Fe y Rio Grande, además de otras fuentes alternas de captación que abastecen al área metropolitana del Valle del Aburrá.
Pero Andesco advierte que a pesar de estas alternativas la ciudadanía debe contribuir y hacerse partícipe de este propósito, utilizando racionalmente el agua, sobretodo teniendo en cuenta que el impacto del Fenómeno del Niño se está sintiendo con rigor y el cual se prevé que terminará a finales del primer trimestre de 2010.
Andesco recomendó evitar el lavado de carros, controlar el tiempo de baño en las duchas, verificar si hay fugas internas en las instalaciones y repararlas inmediatamente.
El gremio anunció apoyo al viceministerio de Agua y Saneamiento en el propósito de crear una serie de alarmas tempranas que identifiquen disminuciones en los caudales de los cuerpos hídricos, para activar las acciones necesarias que no generen desabastecimiento de agua para la población atendida.
Faltan política para proteger páramos
Andesco advierte que se requiere promover mayores estímulos económicos para que la sociedad civil pueda participar activamente en la conservación de páramos y cuencas.
Dice el informe del gremio que la cultura ambiental debe traspasar los espacios de las aulas escolares, y formar parte del lenguaje cotidiano en los medios masivos de comunicación social, especialmente la televisión.
Los efectos del cambio climático, la desforestación de bosques, la intervención descontrolada de los páramos y cuencas productoras de agua, están generando verdaderas situaciones de escasez en la provisión del servicio en las zonas más pobladas del país, dice el informe.
Estos aspectos resultan inquietantes toda vez que el país está viendo cómo las áreas de páramos, las cabeceras de las fuentes hídricas, las zonas de ronda y de recarga han sido colonizadas y utilizadas en actividades agropecuarias, recreativas o de vivienda conduciendo a la reducción de los caudales y secamiento de muchos de los ríos y quebradas, destaca el estudio de Andesco.
Con planes de contingencia para mitigar los efectos del Fenómeno del Niño ante los riesgos de desabastecimiento de agua cuentan la mayoría de las 42 empresas de acueducto y alcantarillado que prestan el servicio al 72 por ciento de la población colombiana.
El anuncio fue hecho por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios (Andesco), al hacer un llamado para el ahorro de agua en el territorio nacional.
Explica el gremio que estos planes contemplan actividades para regular el suministro de agua en cualquier momento, independientemente de las condiciones climáticas, a todos los habitantes garantizando así un servicio de calidad.
Varias de las empresas agremiadas en Andesco cuentan con fuentes alternas de captación de agua, abastecimiento a través de carrotanques de otros municipios y hasta captación de agua subterránea, precisa el estudio.
Revela el gremio que Bogotá cuenta con el embalse de Chuza en Chingaza, con un almacenamiento de 190 millones de metros cúbicos. Además con los embalses del Sistema Agregado del Sisga, Neusa y Tominé.
Igual sucede en otras ciudades como Medellín, con los embalses de La Fe y Rio Grande, además de otras fuentes alternas de captación que abastecen al área metropolitana del Valle del Aburrá.
Pero Andesco advierte que a pesar de estas alternativas la ciudadanía debe contribuir y hacerse partícipe de este propósito, utilizando racionalmente el agua, sobretodo teniendo en cuenta que el impacto del Fenómeno del Niño se está sintiendo con rigor y el cual se prevé que terminará a finales del primer trimestre de 2010.
Andesco recomendó evitar el lavado de carros, controlar el tiempo de baño en las duchas, verificar si hay fugas internas en las instalaciones y repararlas inmediatamente.
El gremio anunció apoyo al viceministerio de Agua y Saneamiento en el propósito de crear una serie de alarmas tempranas que identifiquen disminuciones en los caudales de los cuerpos hídricos, para activar las acciones necesarias que no generen desabastecimiento de agua para la población atendida.
Faltan política para proteger páramos
Andesco advierte que se requiere promover mayores estímulos económicos para que la sociedad civil pueda participar activamente en la conservación de páramos y cuencas.
Dice el informe del gremio que la cultura ambiental debe traspasar los espacios de las aulas escolares, y formar parte del lenguaje cotidiano en los medios masivos de comunicación social, especialmente la televisión.
Los efectos del cambio climático, la desforestación de bosques, la intervención descontrolada de los páramos y cuencas productoras de agua, están generando verdaderas situaciones de escasez en la provisión del servicio en las zonas más pobladas del país, dice el informe.
Estos aspectos resultan inquietantes toda vez que el país está viendo cómo las áreas de páramos, las cabeceras de las fuentes hídricas, las zonas de ronda y de recarga han sido colonizadas y utilizadas en actividades agropecuarias, recreativas o de vivienda conduciendo a la reducción de los caudales y secamiento de muchos de los ríos y quebradas, destaca el estudio de Andesco.