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Un plan plurianual llevaría una amplia gama de tareas financieras dentro de la empresa, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque los planes no son públicos.
El plan incluye el procesamiento de pagos, la evaluación de riesgos para préstamos, el análisis de fraude, la verificación crediticia y otras funciones de atención al cliente, como la resolución de conflictos.
La iniciativa convertiría a la empresa en una fuerza mayor en los servicios financieros, ampliando una línea de productos que ya incluye una tarjeta de crédito con la marca Apple, pagos punto a punto, la aplicación Wallet y un mecanismo para que los comerciantes acepten tarjetas de crédito desde un iPhone.
Apple también está trabajando en su propio servicio de suscripción de hardware y en una función de “compre ahora, pague después” para las transacciones de Apple Pay, según ha informado Bloomberg.
La ejecutiva de Apple Jennifer Bailey habla sobre los servicios financieros en un evento en 2019.
Parte del proyecto fue bautizado internamente como “Breakout”, lo que subraya la idea de romper con el sistema financiero existente, según las fuentes. Un representante de Apple, con sede en Cupertino, California, no quiso hacer comentarios sobre los planes.
La tarjeta Apple Card actualmente utiliza CoreCard Corp. como procesador principal, que supervisa el proceso de envío de detalles de las transacciones a un banco para su aprobación.
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La tarjeta de crédito depende de Goldman Sachs Group Inc. para otros componentes, como los préstamos, algunas tareas de atención al cliente y las verificaciones crediticias, así como el manejo de los historiales de transacciones y pagos, lo que se conoce como libro mayor. Es probable que esos socios se mantengan para los productos actuales.
Esta iniciativa sería la mayor incursión de Apple hasta ahora en el mundo de las finanzas, y puede que no sea fácil. Otras empresas de tecnología, como Meta Platforms Inc., matriz de Facebook, y Google, de Alphabet Inc., han emprendido ambiciosos proyectos financieros para luego reducirlos. Entre estos se incluye el desarrollo de Meta de su propia moneda digital y el plan de cuentas bancarias de Google.
Pero Apple tiene una ventaja con su servicio de pagos. Lanzado en 2014, Apple Pay se ha convertido en una parte importante del negocio de servicios de la compañía, que actualmente genera casi US$70.000 millones al año. El grupo está liderado por Jennifer Bailey, una antigua ejecutiva de Apple que anteriormente dirigía la tienda en línea de la compañía.
Los servicios financieros ayudan a mantener a los usuarios pegados a sus iPhones y generan ingresos por intereses y comisiones por transacciones. Por eso la empresa quiere tener un mayor control sobre el proceso, lo que le permitiría implementar nuevas opciones con mayor rapidez y le daría la posibilidad de obtener mayores ingresos.
También puede ayudar a Apple a expandir los futuros servicios a otros países. Aunque Apple Pay está disponible en más de 70 países, servicios como los pagos punto a punto, la Apple Card y la Apple Cash Card siguen siendo exclusivos para Estados Unidos. Socios como CoreCard y Green Dot Corp. se centran en EE. UU., lo que limita la capacidad de crecimiento de Apple.
La semana pasada, Apple adquirió la empresa británica Credit Kudos Ltd., que utiliza datos bancarios para tomar decisiones de préstamo. Es probable que la empresa aproveche esa tecnología para ayudar a construir su propia infraestructura.
Como parte de la iniciativa, Apple está desarrollando su propio sistema de procesamiento que pretende utilizar en lugar de CoreCard.
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También está creando herramientas para calcular intereses, recompensas, aprobar transacciones, contactar e informar datos a las agencias de crédito, aceptar o rechazar solicitudes en función de sus propias evaluaciones de riesgo, determinar y aumentar los límites de crédito y manejar historiales de transacciones.
Se espera que el primer producto que se base en el nuevo sistema sea el próximo servicio “compre ahora, pague después”. La función, denominada internamente “Apple Pay Later”, tendrá dos partes: “Apple Pay in 4″, para planes de pago a corto plazo en cuatro cuotas sin interés, y “Apple Pay Monthly Installments”, para planes de pago a largo plazo con interés.
Apple está discutiendo el uso de la tecnología interna para el plan de cuatro cuotas. La compañía continuaría trabajando con Goldman Sachs en la opción de cuotas a largo plazo, que también tendrá un monto máximo de préstamo más alto.
También está considerando la posibilidad de contar con otros socios, además de Goldman Sachs, que le permitan ofrecer planes competitivos con diferentes tasas de interés y plazos de pago.
Pasar a un procesador de pagos propio sería una tarea importante para Apple y, aunque el desarrollo ha avanzado, la empresa ha enfrentado algunos obstáculos y finalmente podría retrasar sus planes o, en un escenario muy improbable, optar por seguir con socios.
Apple también ha hablado de convertirse en el banco de los servicios más básicos de “compre ahora, pague después”, así como de su futuro plan de suscripción de hardware.
Pocas empresas pueden igualar los recursos financieros de Apple. Tenía más de US$200.000 millones en efectivo y valores negociables al final del último trimestre y generó casi US$95.000 millones en ganancias durante el último año fiscal.
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Si Apple se convirtiera en el financista, probablemente se concentraría en montos de transacción bastante bajos —de pocos cientos de dólares— y apuntaría a usuarios con puntajes crediticios altos.
En este escenario, la empresa también podría exigir el uso de tarjetas de débito, que son menos riesgosas para los prestamistas de “compre ahora, pague después” que las tarjetas de crédito.
El motor de evaluación de riesgos interno de la empresa tendría en cuenta el historial de los consumidores como clientes de Apple, por ejemplo, si han pagado habitualmente sus compras o si alguna vez les han rechazado la tarjeta de crédito vinculada a iTunes o a la App Store.
Pero, aunque los futuros productos no dependan de socios como Goldman Sachs, CoreCard y Green Dot, la empresa no tiene planes a corto plazo de eliminar a esas empresas de las ofertas actuales, incluidas la Apple Card y la Apple Cash Card.
Aunque el gigante tecnológico planea manejar él mismo las verificaciones crediticias para Apple Pay Later, seguirá utilizando las agencias de crédito existentes para generar los puntajes. La empresa depende de firmas como Equifax Inc. o TransUnion para realizar estas tareas.