Aranceles para apoyar la producción colombiana de acero
Las siderúrgicas del país y Mincomercio llegaron a un acuerdo para proteger la industria colombiana. Entre los proyectos se encuentra la creación de una planta de acero plano y el aumento en las tarifas a las importaciones de este producto.
Lucety Carreño Rojas
Las importaciones de Asia están afectando una multitud de industrias latinoamericanas. No es una noticia nueva, pero no deja de ser problemática para diversos sectores, como el del acero en Colombia.
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Las importaciones de Asia están afectando una multitud de industrias latinoamericanas. No es una noticia nueva, pero no deja de ser problemática para diversos sectores, como el del acero en Colombia.
De fondo, este fue el argumento con el que las siderúrgicas colombianas le pidieron al Gobierno implementar medidas de protección y defensa para la industria local, una conversación que puede tener importantes consecuencias para esta industria, pero también para el resto de los encadenamientos que se desprenden de la fabricación de este material.
De acuerdo con la Asociación Mundial del Acero, para 2023, el 74,22 % de la oferta mundial de este metal en bruto provenía de cinco países, con China en el primer lugar, con el 53,86 %, seguido por India (7,44 %), Japón (4,60 %), Estados Unidos (4,30 %) y Rusia (4,02 %).
Además, la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) destacó que, mientras que América Latina ha aumentado su producción de acero 4 % desde el año 2000, China lo ha hecho en 693 %.
En Colombia la producción del metal se concentra, según un informe de la Agencia Nacional de Minería, en la elaboración de aceros largos fabricados en cinco plantas de acería y 12 plantas de laminación en caliente. El 60 % se produce en Boyacá. “Aunque el país es el cuarto productor de acero en Latinoamérica, después de Brasil, México y Argentina, la fabricación nacional no es suficiente para suplir la demanda interna, por lo que se debe recurrir a las importaciones”, dice el documento.
Sin embargo, el sector en Colombia menciona que se encuentra enfrentando una competencia desleal con importaciones subsidiadas que ofrecen precios muy bajos (casi 50 % más económicas) y condiciones laborales cuestionables, especialmente provenientes de China, Rusia, Turquía y Perú, que han distorsionado el mercado, afectado la producción nacional y generado pérdidas de ingresos.
En esa línea, Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), aseguró, a través de su cuenta de X, que esta industria ha hecho “inmensos esfuerzos por mantener las capacidades de nuestro país, aún en las peores circunstancias como fue el caso de la pandemia”.
Lo que pide el sector
Puntualmente, las siderúrgicas solicitan medidas de defensa comercial para las importaciones de barras corrugadas de Perú y para el alambrón de bajo carbono de países con los que no se tienen acuerdos comerciales.
“La aplicación de aranceles en la industria siderúrgica no sólo es viable, sino también una práctica común a nivel global para defender a los productores locales de la competencia desleal. Países como Brasil, México, Estados Unidos, Europa y, recientemente, Canadá, han implementado aranceles para contrarrestar el dumping chino y proteger sus respectivas industrias”, explica Daniel Rey Suárez, director ejecutivo del Comité de Productores de Acero de la ANDI, conformado por Acerías Paz del Río, Gerdau Diaco, Grupo Siderúrgico Reyna, Sidoc y Ternium.
“Nunca, en estos 40 años que llevamos trabajando en el sector, habíamos tenido una crisis tan grande como la de estos momentos, el mundo está sobre abastecido. Todas las empresas grandes están mandando acero a precio por debajo del costo a venderse en Colombia. Por eso, hemos solicitado que se nivele la cancha. No estamos pidiendo que nos subsidien, es que no nos metan acero a bajo costo”, aseguró Maurice Armitage, fundador del Grupo Empresarial Sidoc.
Así las cosas, el aumento de aranceles nivelaría la “cancha” y, según el comité, garantizaría que la industria local pueda competir en igualdad de condiciones y protegería a 50.000 familias que hacen parte del sector. Además, evitaría una crisis similar a la de Compañía Siderúrgica Huachipato, en Chile, “donde las importaciones desleales llevaron al cierre de la planta y al despido de 22.000 trabajadores”, dijo Rey. Actualmente, esta tarifa se encuentra en 5 % y la esperanza de la industria es que llegue a 35 %, pero aún no se conoce la cifra final.
El camino hacia adelante
Tras exponer sus argumentos, las siderúrgicas lograron la semana pasada un acuerdo “integral de protección y defensa” con el Gobierno para, desde este sector, fortalecer la producción local y aportar a la política de reindustrialización y la transición energética.
Este metal es clave para la industria manufacturera y para la economía colombiana, pues se emplea en renglones vitales, como la vivienda y la infraestructura.
“Hemos estado conversando sobre la posibilidad de implementar esta protección con el presidente Gustavo Petro, con varios de mis colegas del gabinete y con los presidentes de las siderúrgicas del país y representantes de los sindicatos de esas empresas”, dijo Luis Carlos Reyes, ministro de Comercio, Industria y Turismo.
De acuerdo con el comité de la ANDI, las medidas han sido “avaladas” por los comités técnicos y están a la espera de que el Gobierno expida y publique los decretos. En esa línea, Clara Inés Pardo, economista y profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, recomienda revisar “los costos del país y verificar incrementos o disminuciones en productos finales que podrían afectar a la cadena, así como el tipo de arancel y el costo para que cumpla sus objetivos y promueva la industria nacional y potencialice las exportaciones”.
¿Cómo se llevará a cabo el acuerdo?
Durante los próximos días, el sector privado le presentará al Gobierno un plan de inversión con una hoja de ruta “hacia una industria con el mayor valor agregado posible”, así como un plan para la producción de acero verde, “que emita la menor cantidad posible de carbono a la hora de ser producido”, explicó el ministro Reyes.
Entre los proyectos que entregará la industria se incluye un estudio para la creación de una planta de aceros plano en el país, que reduciría la dependencia de importaciones, generaría empleo a nivel local y fortalecería la economía circular. Sin embargo, el comité estima que este estudio sería presentado en un período de 12 meses debido a la “rigurosidad” que requiere.
Construir dicha planta fortalecería la formalización de la extracción de carbón metalúrgico, “mejoraría la eficiencia y estándares ambientales y sociales de la producción de coque limpio en el que las nuevas fuentes de energía como el hidrógeno pueden jugar un papel importante en la descarbonización del sector industrial del país y fortalecerá la cadena de suministro desde la extracción de minerales hasta la producción de bienes finales de manera sostenible”, comentó Pardo.
Además, permitiría la producción sostenible de este producto, lo que va en línea con la descarbonización de las economías globales, según mencionó el ministro.
Vale la pena mencionar que China produce en 12 horas la misma cantidad de acero que a Colombia le toma un año. “En la medida que este análisis nos permita concretar la posibilidad de una producción de un acero verde, tendríamos una ventaja frente a otros países a la hora de exportar acero de alto valor agregado”, aseguró Reyes.
Para lograr este objetivo se requiere de estructuración financiera y conocimiento técnico que aportará la industria. “Buscaremos construir sobre lo ya existente en el país. La interlocución sincera ha caracterizado este proceso”, agregó el funcionario.
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