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Si aprueban que Avianca Holdings S. A. salga del Capítulo 11, se convertirá en una empresa registrada en el Reino Unido, una medida que sorprendió al juez federal que supervisa la reorganización de la aerolínea en Nueva York.
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El juez de quiebras de Estados Unidos Martin Glenn dijo que le parecía “inapropiado” que la nueva sede corporativa propuesta para la empresa no se hubiera revelado al público antes. Glenn hizo varias preguntas puntuales sobre si la compañía está considerando otra reorganización bajo las leyes del Reino Unido.
Los nuevos propietarios tendrían una ventaja si la empresa quiebra bajo las reglas de reestructuración empresarial del Reino Unido, dijo Glenn. Se debe a que podrían mantener su capital incluso a pesar de la objeción de los acreedores, dijo. Según el código de quiebras de EE.UU., todos los acreedores deben recibir el pago completo antes de que los propietarios obtengan algo a cambio.
Avianca eligió al Reino Unido para obtener un beneficio tributario, dijo Evan Fleck, abogado de la empresa. La compañía tomó la decisión de convertirse en una entidad corporativa del Reino Unido apenas hacia el final de su caso de reorganización y no se está preparando para una futura reestructuración, dijo Fleck.
“La propuesta de domiciliar a la nueva sociedad holding en el Reino Unido se soporta en que en dicho país se reconocen las reglas y decisiones del proceso de C11″, dijo Avianca en un comunicado. “Por consiguiente, el nuevo domicilio no implica ningún cambio en la operación o presencia de las aerolíneas en sus respectivas jurisdicciones. Los centros de operaciones actuales de la aerolínea se mantienen en cada país”.
Las empresas a menudo tienen una sede corporativa que está separada de donde ejecutan sus operaciones principales. Avianca era la segunda aerolínea más grande de América Latina antes de la pandemia.
Antes de la quiebra, Avianca se domicilió en Panamá y operaba desde Colombia.
Glenn realizará una audiencia judicial en Nueva York para decidir si aprueba el plan de Avianca para reducir la deuda en aproximadamente US$3.000 millones y ceder la propiedad a los prestamistas.