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Las cooperativas en el país cuentan 6,3 millones de integrantes y tienen un impacto directo en el 38 % de la población, es decir, unos 19 millones de colombianos. Está cerca de la paridad, en términos de género, pues el 49 % son mujeres, mientras que los hombres representan el 50 %.
Este sistema solidario cuenta con “activos por más de $52 billones, de los cuales $26 billones son de cartera de créditos colocada y cuyos ingresos anuales alcanzan $31,2 billones. El patrimonio colectivo se contabiliza en $19,1 billones”, según un informe de la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop).
Recientemente, se realizó la edición 22 del Congreso Nacional Cooperativo en la ciudad de Cartagena. Allí abordaron los temas más relevantes para el sector como la reforma laboral, que fue presentada en el congreso y que afecta en promedio 140.000 puestos de trabajo de la economía cooperativa.
El sector presentó a la ministra de Trabajo unas recomendaciones, 20 en total. Aunque la mayoría no fueron tenidas en cuenta en la entrega del proyecto que se realizó el pasado jueves 24 de agosto.
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El peso de las cooperativas en el país
El ministro de Hacienda y Crédito Público Ricardo Bonilla sostuvo que las cooperativas tienen una amplia capilaridad en el territorio, incluso son la única presencia del sistema financiero en 41 municipios, desarrollando el entendimiento de las dinámicas económicas y sociales a nivel regional.
El jefe de la cartera añadió que las entidades del Grupo Bicentenario disponen de instrumentos de promoción crediticia para la atención de la economía popular por parte del sistema financiero cooperativo.
También presentó entre otras cifras a Bancoldex con 44 cooperativas con un cupo por $741.000 millones para potenciar el microcrédito, así como Finagro que impulsa el desarrollo agropecuario con 24 cooperativas con cupo de $385.600 millones.
“No puede quedar solo concentrada en la banca privada y que la banca cooperativa tiene que ser un instrumento fundamental para llegar a la otra Colombia, la Colombia profunda”, dijo Bonilla sal referirse a la importancia del sector en la profundización financiera de Colombia.
El ministro de la cartera puntualizó que las cooperativas de productores, apoyadas por las financieras, pueden ser las abastecedoras y proveedoras de muchas compras públicas. “El mundo de la economía popular tiene que crecer es desde abajo, pero desde abajo significa que las personas se organizan”.
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Un espacio cooperativo y la reforma laboral
El Espectador le preguntó a Carlos Acero, presidente ejecutivo de Confecooppor, por la reforma laboral presentada por el Gobierno ante el Congreso de la República, la participación del sector cooperativo y lo que esperan. Al respecto, se refirió a que casi todas las recomendaciones que se le hicieron a la Ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, no fueron tenidas en cuenta en esta nueva reforma.
El líder gremial sostiene que el estatuto del trabajo busca crear nuevos puestos ensanchar el aparato económico y crear otras condiciones. “Esta reforma debe ser que garantice y proteja al derecho al trabajo y al trabajador, pero también entender que el segmento empresarial en Colombia no es la gran industria, sino que somos un mar infinito y bondadoso de creación de riqueza desde los micro pequeños y medianos cuando menos pensar en que tenga una gradualidad”.
Aunque Acero también reconoció que la reforma trae cosas interesantes. “Hay cosas para mejorar y revisar, por eso el mejor escenario son las conversaciones poderosas, técnicas”.
Al congreso asistieron más de mil representantes de las cooperativas de los 24 departamentos del país.
Acero le dijo a este diario que lo más importante del evento fue presentar un modelo cooperativo en el que país se robustece.
“Lo que nosotros necesitamos es que haya más comunidades organizadas para la producción, para el trabajo, el consumo y la recuperación de empresas en crisis así como para la prestación de servicios especiales a comunidades, junto con programas sociales desarrolladas a través de formas cooperativas”, expresó.
Por su parte, Mauricio Rodríguez Amaya, director de la Unidad Solidaria, afirmó que los dos días de congreso fueron positivos. Recordó que hay que incorporar al cooperativismo a los procesos de industrialización y de transformación para que los productos logren valor agregado y puedan llegar a más mercados y este sector solidario es clave en el proceso de transición energética y cuidado del planeta.
“Se ha tomado la decisión de estudiar profundamente la necesidad de incrementar los cupos de redescuento de las cooperativas de ahorro y crédito que están excluidas del sistema del grupo Bicentenario, necesitamos traer a esas 173 cooperativas de ahorro y crédito para que puedan ellas con ese cupo de descuento acercarse al crédito popular”, expresó.
Rodríguez sostuvo la importancia que los créditos vayan a la producción y no al consumo y se vayan incrementando paulatinamente.
“Hoy estamos hablando de cerca de 4 millones de pesos en crédito para la economía popular y es muy pequeño el Presidente de la República nos ha dicho, hay que llegar al menos a 20 billones en crédito popular, porque esa es la política contra cíclica que en un momento de recesión va a hacer que la gente tenga trabajo y oportunidades de ingresos”, finalizó el director.
En definitiva, las cooperativas son un sector productivo clave, con $ 56 billones de activos y 19 millones de colombianos que se benefician directa o indirectamente.
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