Colombia eleva importaciones de gas natural licuado ante clima seco de El Niño
El apetito de Colombia por GNL aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero en un país con una de las redes eléctricas más limpias del mundo y restringirá el suministro global de combustible cuando Europa y Asia se abastezcan para el invierno.
Colombia ha aumentado de manera significativa las importaciones de gas natural licuado (GNL) para conservar sus operaciones hidroeléctricas, ya que El Niño amenaza al país con una sequía, según la Asociación Nacional de Empresas Generadoras de Energía.
Al lunes, el país había importado 309.000 toneladas métricas de GNL debido a posibilidades cada vez mayores de un fenómeno de El Niño, según datos recopilados por Bloomberg. La cantidad es casi un 60% mayor a la de todo el año pasado y triplica con creces el total anual de 2021, según los datos.
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El apetito de Colombia por GNL aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero en un país con una de las redes eléctricas más limpias del mundo y restringirá el suministro global de combustible cuando Europa y Asia se abastezcan para el invierno. Si bien América Latina recibe menos importaciones de GNL que Europa o Asia, Brasil también tendrá una demanda similar impulsada por El Niño hasta principios del próximo año.
El sistema eléctrico de Colombia es vulnerable a las sequías y aproximadamente dos tercios de su capacidad instalada provienen de energía hidroeléctrica. Un fenómeno climático de El Niño podría amplificar las posibilidades de sequía en el país, amenazando los niveles de los embalses y la producción de energía de las represas hidroeléctricas.
Colombia viene comprando cargamentos spot de GNL este año para destinar a plantas alimentadas con gas natural que cubren entre el 25% y el 30% de la demanda de energía del país para que se puedan mantener los niveles de los embalses, según Alejandro Castañeda, director de la asociación, conocida como Andeg . Eso contrasta con alrededor del 15% de la demanda en un año húmedo, dijo.
“La preocupación con El Niño es que las lluvias de septiembre a noviembre se te desaparecen y no logras recuperar los embalses”, dijo Castañeda en una entrevista telefónica.
Importaciones continuas
Castañeda prevé que Colombia siga importando GNL hasta marzo próximo, en una cantidad que dependerá de la intensidad de El Niño. Los depósitos de agua deben conservarse hasta noviembre, antes de que el país enfrente las perspectivas de cuatro meses de clima más seco, afirmó.
Castañeda dijo que las plantas a gas han comenzado a producir más energía para permitir que las plantas hidroeléctricas almacenen agua durante El Niño, lo que permite que los embalses se mantengan en alrededor del 82% de su capacidad.
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Colombia solo importa GNL esporádicamente a través del puerto SPEC LNG de Cartagena, inaugurado hace seis años, dada su dependencia de la hidroelectricidad. Las importaciones de GNL del país alcanzaron su punto máximo en 2020, cuando tanto los niveles de lluvia como los precios spot globales eran bajos, lo que, según Castañeda, hizo que importar GNL fuera más barato que acudir a sus suministros nacionales de gas natural.
Colombia ha aumentado de manera significativa las importaciones de gas natural licuado (GNL) para conservar sus operaciones hidroeléctricas, ya que El Niño amenaza al país con una sequía, según la Asociación Nacional de Empresas Generadoras de Energía.
Al lunes, el país había importado 309.000 toneladas métricas de GNL debido a posibilidades cada vez mayores de un fenómeno de El Niño, según datos recopilados por Bloomberg. La cantidad es casi un 60% mayor a la de todo el año pasado y triplica con creces el total anual de 2021, según los datos.
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El apetito de Colombia por GNL aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero en un país con una de las redes eléctricas más limpias del mundo y restringirá el suministro global de combustible cuando Europa y Asia se abastezcan para el invierno. Si bien América Latina recibe menos importaciones de GNL que Europa o Asia, Brasil también tendrá una demanda similar impulsada por El Niño hasta principios del próximo año.
El sistema eléctrico de Colombia es vulnerable a las sequías y aproximadamente dos tercios de su capacidad instalada provienen de energía hidroeléctrica. Un fenómeno climático de El Niño podría amplificar las posibilidades de sequía en el país, amenazando los niveles de los embalses y la producción de energía de las represas hidroeléctricas.
Colombia viene comprando cargamentos spot de GNL este año para destinar a plantas alimentadas con gas natural que cubren entre el 25% y el 30% de la demanda de energía del país para que se puedan mantener los niveles de los embalses, según Alejandro Castañeda, director de la asociación, conocida como Andeg . Eso contrasta con alrededor del 15% de la demanda en un año húmedo, dijo.
“La preocupación con El Niño es que las lluvias de septiembre a noviembre se te desaparecen y no logras recuperar los embalses”, dijo Castañeda en una entrevista telefónica.
Importaciones continuas
Castañeda prevé que Colombia siga importando GNL hasta marzo próximo, en una cantidad que dependerá de la intensidad de El Niño. Los depósitos de agua deben conservarse hasta noviembre, antes de que el país enfrente las perspectivas de cuatro meses de clima más seco, afirmó.
Castañeda dijo que las plantas a gas han comenzado a producir más energía para permitir que las plantas hidroeléctricas almacenen agua durante El Niño, lo que permite que los embalses se mantengan en alrededor del 82% de su capacidad.
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Colombia solo importa GNL esporádicamente a través del puerto SPEC LNG de Cartagena, inaugurado hace seis años, dada su dependencia de la hidroelectricidad. Las importaciones de GNL del país alcanzaron su punto máximo en 2020, cuando tanto los niveles de lluvia como los precios spot globales eran bajos, lo que, según Castañeda, hizo que importar GNL fuera más barato que acudir a sus suministros nacionales de gas natural.