Credit Suisse, vendido: UBS pone US$2.000 millones y absorbe a su rival
Un valor que equivale a menos de la mitad de lo que costaba el banco al cierre de la sesión bursátil del pasado viernes.
Ya es oficial: UBS pagará $3.000 millones de francos (US$3.250 millones de dólares) por Credit Suisse, la primera entidad fuera de Estados Unidos cuyas acciones se desplomaron luego de la turbulencia bancaria registrada la semana pasada.
La operación, en la que el Gobierno suizo fungió como mediador, tiene el propósito de contener una crisis de confianza que amenazaba con extenderse por el mercado financiero mundial.
“La situación es conocida. Credit Suisse es uno de los 30 bancos sistémicos a nivel mundial. Es uno de los dos principales bancos del país. Por lo tanto, no solo es decisivo para Suiza, para nuestras empresas, para los clientes privados, para sus propios empleados, sino también para la estabilidad de todo el sistema financiero”, señaló Alain Berset, presidente de la Confederación Suiza, en una rueda de prensa que contó con la presencia de los presidentes de los dos gigantes suizos: Colm Kelleher, de UBS, y Axel Lehmann, de Credit Suisse.
Lea también: Credit Suisse sería comprado por su rival UBS
Claves del acuerdo
El importe total de $3.000 millones de francos que pagará UBS es menos de la mitad de lo que valía Credit Suisse al cierre de la sesión bursátil del viernes.
Según los términos de la operación, los accionistas de Credit Suisse recibirán una acción de UBS por cada 22,48 acciones de Credit Suisse (a la fecha, cada acción de este último equivalía a $0,76 francos).
Además, el acuerdo implicará la creación de una gestora de patrimonios global cuya misión será la administración de US$5 billones en activos invertidos en todo el grupo.
El presidente de UBS, Colm Kelleher, dijo que reducirá la unidad de inversión de Credit Suisse pero que mantendrá sus servicios bancarios universales, el único negocio de Credit Suisse que se mantuvo estable en la crisis.
“Permítanme ser muy específico al respecto: UBS tiene la intención de reducir el negocio de banca de inversión de Credit Suisse y alinearlo con nuestra cultura de riesgo conservadora”, dijo en la rueda de prensa en la que anunció la operación.
Lea también: Guía para entender la tormenta de Credit Suisse y el Silicon Valley Bank
El rol del Gobierno Suizo
El plan, negociado a toda prisa durante el fin de semana, pretende hacer frente a la salida de clientes y a la caída masiva de las acciones y bonos de Credit Suisse durante la semana pasada, tras el colapso de las entidades crediticias estadounidenses más pequeñas.
Y es que la Confederación Helvética (el Gobierno suizo) tuvo un papel clave durante las negociaciones. Además de mediar entre las partes, entregó las garantías que UBS necesitaba para lanzarse por Credit Suisse.
Precisamente, el Gobierno concede una garantía de $9.000 millones de francos para posibles pérdidas derivadas de los activos de los que se haga cargo UBS (de hecho, el regulador Finma dijo que unos $16.000 millones de francos en bonos de Credit Suisse perderán su valor para garantizar que los inversores privados ayuden a asumir los costes).
Por su parte, el Banco Nacional Suizo ofrece una ayuda de liquidez de $100.000 millones de francos a UBS.
“Era indispensable que actuáramos con rapidez y encontráramos una solución lo antes posible”, dado que Credit Suisse es un banco de importancia sistémica, declaró el Presidente del Banco Nacional Suizo, Thomas Jordan, en una rueda de prensa celebrada a última hora del domingo.
Aunque, en un principio, UBS estaba dispuesto a comprar a su rival por un precio menor al valor original (US$1.000 millones), la presión de las autoridades aceleró una operación que evitaría el pánico en la sesión bursátil de este lunes.
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Ya es oficial: UBS pagará $3.000 millones de francos (US$3.250 millones de dólares) por Credit Suisse, la primera entidad fuera de Estados Unidos cuyas acciones se desplomaron luego de la turbulencia bancaria registrada la semana pasada.
La operación, en la que el Gobierno suizo fungió como mediador, tiene el propósito de contener una crisis de confianza que amenazaba con extenderse por el mercado financiero mundial.
“La situación es conocida. Credit Suisse es uno de los 30 bancos sistémicos a nivel mundial. Es uno de los dos principales bancos del país. Por lo tanto, no solo es decisivo para Suiza, para nuestras empresas, para los clientes privados, para sus propios empleados, sino también para la estabilidad de todo el sistema financiero”, señaló Alain Berset, presidente de la Confederación Suiza, en una rueda de prensa que contó con la presencia de los presidentes de los dos gigantes suizos: Colm Kelleher, de UBS, y Axel Lehmann, de Credit Suisse.
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Claves del acuerdo
El importe total de $3.000 millones de francos que pagará UBS es menos de la mitad de lo que valía Credit Suisse al cierre de la sesión bursátil del viernes.
Según los términos de la operación, los accionistas de Credit Suisse recibirán una acción de UBS por cada 22,48 acciones de Credit Suisse (a la fecha, cada acción de este último equivalía a $0,76 francos).
Además, el acuerdo implicará la creación de una gestora de patrimonios global cuya misión será la administración de US$5 billones en activos invertidos en todo el grupo.
El presidente de UBS, Colm Kelleher, dijo que reducirá la unidad de inversión de Credit Suisse pero que mantendrá sus servicios bancarios universales, el único negocio de Credit Suisse que se mantuvo estable en la crisis.
“Permítanme ser muy específico al respecto: UBS tiene la intención de reducir el negocio de banca de inversión de Credit Suisse y alinearlo con nuestra cultura de riesgo conservadora”, dijo en la rueda de prensa en la que anunció la operación.
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El rol del Gobierno Suizo
El plan, negociado a toda prisa durante el fin de semana, pretende hacer frente a la salida de clientes y a la caída masiva de las acciones y bonos de Credit Suisse durante la semana pasada, tras el colapso de las entidades crediticias estadounidenses más pequeñas.
Y es que la Confederación Helvética (el Gobierno suizo) tuvo un papel clave durante las negociaciones. Además de mediar entre las partes, entregó las garantías que UBS necesitaba para lanzarse por Credit Suisse.
Precisamente, el Gobierno concede una garantía de $9.000 millones de francos para posibles pérdidas derivadas de los activos de los que se haga cargo UBS (de hecho, el regulador Finma dijo que unos $16.000 millones de francos en bonos de Credit Suisse perderán su valor para garantizar que los inversores privados ayuden a asumir los costes).
Por su parte, el Banco Nacional Suizo ofrece una ayuda de liquidez de $100.000 millones de francos a UBS.
“Era indispensable que actuáramos con rapidez y encontráramos una solución lo antes posible”, dado que Credit Suisse es un banco de importancia sistémica, declaró el Presidente del Banco Nacional Suizo, Thomas Jordan, en una rueda de prensa celebrada a última hora del domingo.
Aunque, en un principio, UBS estaba dispuesto a comprar a su rival por un precio menor al valor original (US$1.000 millones), la presión de las autoridades aceleró una operación que evitaría el pánico en la sesión bursátil de este lunes.
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