Crisis en Air-e y Afinia: ¿qué pasó y qué viene para la energía en el Caribe?
Air-e fue intervenida, mientras que EPM quiere venderle al Gobierno sus acciones en Afinia. ¿Cómo llegaron las empresas a este punto y qué medidas les esperan?
Las compañías que brindan el servicio de energía en el Caribe (Air-e y Afinia) no están pasando por un buen momento financiero. Tan es así que el Gobierno ya intervino la operación de Air-e, la empresa que atiende a unos cinco millones de habitantes en Atlántico, Magdalena y La Guajira.
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Las compañías que brindan el servicio de energía en el Caribe (Air-e y Afinia) no están pasando por un buen momento financiero. Tan es así que el Gobierno ya intervino la operación de Air-e, la empresa que atiende a unos cinco millones de habitantes en Atlántico, Magdalena y La Guajira.
Esta misma fue la que realizó la solicitud, debido a la grave crisis financiera que enfrenta porque tiene deudas por $1,8 billones del sector público. “Recibimos a Air-e sin un peso y con el sistema de datos dañado, por lo que hemos encontrado dificultades para tener toda la información y para la facturación”, le dijo el superintendente de Servicios Públicos, Dagoberto Quiroga Collazos, a este medio.
A todas estas, ¿cómo la compañía llego a tal punto y qué viene para el futuro, tanto de Air-e como de Afinia?
💡 Una crisis cocinada a fuego lento
El superintendente explica que son varias circunstancias las que originaron la situación actual, pues no se dio de un día para otro. “Esto viene desde la crisis que hubo en Electricaribe, incluso más atrás, con la privatización de las electrificadoras. Son fallos del mismo Estado colombiano que no da soluciones estructurales, sino de la improvisación que resultó en contratos ambiguos con Air-e y Afinia”.
Y sostiene que las condiciones que se dieron en el momento seguramente no fueron muy bien estudiadas, por lo que en menos de 5 años regresó el problema. “El Estado fue negligente en la evaluación e inversiones en redes de distribución, quizás no eran las que se necesitaban”, dice Quiroga.
A las dificultades estructurales se le suman las condiciones actuales del mercado, hay altos costos de generación y volatilidad en la Bolsa de Energía, que han puesto una presión adicional en la estabilidad financiera de las empresas comercializadoras y distribuidoras, de acuerdo con las declaraciones de Air-e.
Los precios de la energía se vieron impulsados por el fenómeno de El Niño, que disminuyó el nivel de los embalses e hizo que el país tuviera que usar las plantas térmicas a su máxima capacidad, efecto que se sintió más en la Costa Caribe. Una investigación del Grupo Bancolombia halló que en la primera mitad del año el costo de la energía subió un 4,3 %.
Además, hay características particulares de la costa Caribe que empeoran el problema. Una de ellas es que hay mayores pérdidas de energía por conexiones ilegales a la red, mientras que en el país son de entre el 12 % y 13 %, en dicha región están por el orden del 26 y 27 %, asegura Julio César Vera, presidente de XUA Energy.
Y agrega que hay una cultura de pago muy baja en la que se concentran los usuarios de estrato 1 y 2, que son subsidiados. Pero lo que reciben en contraprestación por mayores pagos de estratos 4 y 5 es muy poco. Eso hace que el Gobierno deba dar la diferencia y como se demora, genera un rezago que afecta la operación de la empresa.
Al final, hay “problemas de mal servicio por bajas inversiones, dificultades de cartera por no pago y la imposibilidad de recoger los subsidios a tiempo. Todos están relacionados y generan un círculo vicioso”, detalla Vera.
Y, para completar, todavía hay saldos pendientes que dejó la Opción Tarifaria (OT), una medida que hizo que en la pandemia de covid-19 se congelaran las tarifas eléctricas para que no hubiera afectaciones por el alza de precios. Recientemente, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) publicó una resolución para comentarios que permitirá reducciones en las tarifas de energía eléctrica, gracias a que el Gobierno asume esa deuda de la opción tarifaria, estimada en unos $2 billones para usuarios de estratos 1, 2 y 3.
La Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen) destaca que Air-e, “a diferencia de otras como Afinia”, decidió recuperar de “aceleradamente” los montos por OT en un año. Esto incrementó el cobro a los usuarios en más de $260 por kilovatio hora. “Este explica por qué a los usuarios en el Atlántico les ha subido la tarifa más del doble que a los usuarios en el interior del país”, señala.
💡 El futuro de Air-e y sus usuarios
El superintendente reconoce que hay que hacer una suma de sinergias para sacar adelante la empresa, pero que también se necesitan soluciones estructurales para evitar que dentro de 2 o 3 años se repita.
“Desde el Gobierno debemos hacer un esfuerzo por garantizar que en este periodo de transición se le dé continuidad del servicio y vayamos mejorando la calidad. He invitado a los distintos sectores públicos y privados para que construyamos un gobierno corporativo para la entidad mientras esté intervenida y ojalá lo que surja después también se rija así, para garantizar la eficiencia y transparencia en la prestación del servicio público”, resalta Quiroga.
La intervención que adelanta el Gobierno no busca liquidar la empresa, sino mejorarla. Por lo que el superintendente insiste en la importancia de lograr un acuerdo entre todos los sectores público y privados.
Ahora, el plan es que se realicen inversiones y garantizar el recaudo para la operación. Al Gobierno le corresponde hablar con algunas empresas que le suministraban la energía a Air-e y que habían expresado su intención de dar por terminados los contratos, lo que pondría en riesgo la prestación del servicio.
El superintendente expresa que ya están pidiéndoles que mantengan las contrataciones en las condiciones que se han firmado, pues el Gobierno tiene cómo responder con los pagos. De este modo se evitaría acudir a la bolsa de energía donde el precio es más costoso, lo que afectaría gravemente a los usuarios.
Entre las transformaciones estructurales que se deben hacer, Vera considera que lo primero por mejorar es la red, que garantice un servicio mucho más eficiente y reducir pérdidas al máximo, lo que requiere inversión.
“También habrá que hacer una inyección capital que permita garantizar la contratación de largo plazo, principalmente. Y una gestión muy importante a nivel de cartera, sobre todo, para garantizar que paguen todas las personas y entidades”, mantiene el presidente de XUA Energy.
Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, dice que “hay una batalla entre empresas comercializadoras y generadoras, y entre intermediarios con los gobiernos locales” y que se ha intentado romper la “telaraña” para solucionar el asunto de las altas tarifas en la Costa, pero la regulación vigente no lo ha logrado.
💡 Prevenir la misma crisis en Afinia
Para el superintendente no es coincidencia que Afinia también se encuentren en una situación similar a la de Air-e, pues ambas vienen casi del mismo origen, los mismos problemas. De hecho, esta semana, Empresas Públicas de Medellín (EPM) le pidió al Gobierno que comprara su participación en la filial.
“Así como Air-e dijo que no podía continuar con la prestación del servicio, Afinia está atravesando por una situación también complicada. La idea es que aprendamos de la experiencia, de los fracasos que se han tenido en la región Caribe para buscar soluciones sólidas, racionales, proporcionales y estudiadas para que no se vuelva a presentar la misma crisis de los últimos 20 años”, aclara Quiroga.
El gerente general del Grupo EPM, John Maya Salazar, dio a conocer que Afinia enfrenta dificultades como la baja recuperación de los indicadores de recaudo, que se sitúa en un 78,36 % en lo que va del año, y las pérdidas, que alcanzan el 27,86 % en los últimos 12 meses.
También mencionó la acumulación del saldo de la Opción Tarifaria, que suma $1,5 billones, la cartera oficial de $290.000 millones y los subsidios por cobrar por $394.000 millones.
Se espera que la próxima semana el superintendente Quiroga se reúna con el alcalde de Medellín y presidente de la junta de EPM (Federico Gutiérrez) y con los gerentes de EPM y Afinia para “mirar las alternativas y llegar a unos acuerdos para recibir la empresa o tomar alguna decisión”, en palabras del superintendente.
💡 Los datos del precio de la energía en el Caribe
De acuerdo con datos de la Superintendencia de Servicios Públicos, la factura promedio en diciembre de 2023 para un usuario de estrato 1 fue así:
- $106.085 para Enel Colombia (que presta el servicio en Bogotá y Cundinamarca).
- $85.275 para EPM (Antioquia).
- $215.490 para Afinia (Bolívar, Cesar, Córdoba y Sucre).
- $351.471 para Air-e (La Guajira, Atlántico y Magdalena).
No solo son las altas temperaturas, que hacen que el consumo de energía en el Caribe sea mayor. Como lo explica Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, mientras en el resto del país el precio del kilovatio hora en promedio está en $800, en esa región está por encima de los $1.000.
A pesar de las malas noticias, en el último mes, el peso de la electricidad en la inflación ofrece un comportamiento más positivo, con una contracción de 1,45 %. Sin embargo, cuando se analizan los datos en sus variaciones anuales y para el año corrido, se evidencia que el rubro ha tenido crecimientos, de 15,16 % y 4,23 %, respectivamente, según el Índice de Precios al Consumidor de agosto de 2024.
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