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En 2025, Colombia se enfrenta a un cambio de reglas fiscales que complicará la estabilidad económica de miles de empresas.
Según un informe de la firma internacional de contadores Crowe Co., se espera que la carga tributaria de las pymes aumente entre 5 % y 8 % sobre sus utilidades, con impactos en sectores como el financiero, agroindustrial y energético.
Las razones son diversas: la inflación persistente, las altas tasas de interés, una fiscalización más estricta y nuevos compromisos internacionales que imponen nuevos impuestos.
En este contexto, las empresas, especialmente las más pequeñas, podrían verse abocadas a decisiones drásticas para poder sobrevivir. Pedro Sarmiento, socio y director de impuestos de Crowe Co., señaló que este conjunto de factores hará que las pymes deban adoptar estrategias financieras más rigurosas para mantenerse a flote en un entorno cada vez más adverso.
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La inflación, aunque se espera que disminuya, continúa siendo una de las principales responsables del incremento de la carga tributaria, ya que elevará las bases gravables en un rango de 3 % a 5 %.
Por otro lado, las altas tasas de interés, que se estiman entre 10 % y 13 %, aumentarán la presión sobre las empresas endeudadas, mientras que aquellas con menores niveles de deuda se verán igualmente afectadas por la falta de alivios fiscales.
Los anticipos y las retenciones acumularán un mayor requerimiento de recursos para cumplir con estos compromisos, lo que incrementará la carga tributaria entre 1 % y 2 % sobre las utilidades operativas.
Por su parte, la fiscalización intensificada, promovidas por el Gobierno, elevarán los costos fiscales en un rango similar al de los anticipos.
Esto implica un panorama de costos crecientes y márgenes de ganancia reducidos para muchas empresas.
Sectores económicos bajo presión fiscal
Sector financiero
Entidades como Bancolombia y Davivienda enfrentarán un incremento en el impuesto sobre la renta, que, sumado a una sobretasa de 5 %, elevará la carga total a 40 %. Según Sarmiento, esto podría derivar en mayores costos para los consumidores a través de créditos más caros.
Energético y minero
Empresas como Ecopetrol y Drummond no solo deberán lidiar con impuestos adicionales derivados de regalías y contribuciones ambientales, sino también con precios internacionales que inflan sus bases gravables, elevando sus costos operativos.
Agroindustria
Compañías como Nutresa y Alquería se enfrentarán a un doble desafío: una tarifa de 35 % sobre la renta, sin exenciones fiscales, y el impacto de la inflación en sus costos operativos, lo que reducirá aún más sus márgenes de utilidad neta.
Comercio minorista
Grandes superficies como Éxito y Olímpica verán sus flujos de caja afectados por un aumento en el IVA y mayores costos administrativos asociados a la recaudación de impuestos indirectos. Esto les dificultará trasladar estos costos al consumidor final sin afectar la demanda, subrayó Crowe Co.
Construcción e infraestructura
Empresas como Cemex y Constructora Bolívar tendrán que enfrentar no solo el impacto de una tarifa del 35 % sobre la renta, sino también costos financieros derivados de las tasas de interés altas, lo que podría retrasar proyectos clave de vivienda e infraestructura pública.
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¿Podría empeorar?
Según un informe de Crowe Co., tal vez. Las políticas comerciales del gobierno de Donald Trump, junto con la renegociación de Tratados de Libre Comercio, podrían imponer mayores barreras arancelarias, afectando sectores exportadores como el agroindustrial, minero y textil.
Por otro lado, los nuevos impuestos al carbono y las inversiones necesarias para cumplir con regulaciones ambientales incrementarán los costos en sectores intensivos en emisiones, como transporte y minería. Aunque algunas inversiones serán deducibles, su implementación inicial requerirá recursos significativos.
El entorno fiscal de 2025 representa un desafío que requerirá una estrategia integral por parte de las empresas. Desde el aumento en la inflación hasta los nuevos compromisos ambientales y una fiscalización más estricta, los riesgos son elevados, especialmente para las pymes.
¿Qué podrían hacer las empresas?
Ante el panorama incierto, las empresas podrían implementar diversas estrategias para mitigar los impactos fiscales:
- Adoptar nuevas tecnologías para optimizar procesos y reducir costos operativos.
- Diversificar sus fuentes de ingresos, con el fin de depender menos de una única línea de negocio.
- Revisión exhaustiva de las estructuras de costos y la renegociación de condiciones con proveedores y clientes.
- Enfoque más agresivo en la gestión de su deuda, buscando refinanciar sus obligaciones a tasas más bajas, lo que les permitirá aliviar el peso de los intereses.
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