Si hay una conversación que reúna el interés de todo el mundo, y que tenga a gran parte de las naciones trabajando en la implementación y búsqueda de soluciones, es el cambio climático. Una realidad que amenaza con afectar la biodiversidad, los recursos naturales y hasta la vida humana.
Foros El Espectador, Caracol Televisión, Blu Radio y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) organizaron el foro Innovación Sostenible Camino Hacia un Desarrollo Verde, el cual reunió a gran parte de las voces que en Colombia trabajan para avanzar en esta materia.
En el encuentro, el representante en Colombia del CAF, Rodrigo Peñailillo, habló sobre el crecimiento exponencial que han traído las revoluciones industriales en la historia, así como su aporte en la mejora de la calidad de vida de las personas; pero también del impacto que estas le han generado al medio ambiente y a la vida en el planeta.
“Hemos visto cómo se ha incrementado la frecuencia e intensidad de las olas de calor en las ciudades de América Latina y el Caribe. 60 de cada 100 las están experimentando en la región, mientras que en 28 de cada 100 estas han llegado a niveles extremos”, detalla Peñailillo, para quien el aumento en el nivel de los océanos se suma a la lista de preocupaciones, pues en los primeros 10 metros de la costa en el continente habita el 7 % de su población, lo que se traduce en cerca de 50 millones de personas. “Estamos ante un presente complejo, marcado por una crisis a la que ningún país es ajeno”, concluyó.
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De cara esta realidad, y esta fue una de las grandes conclusiones del foro, Colombia puede ser una fuente de soluciones para el mundo, pues cuenta con un gran potencial para la generación de energías limpias, por su estratégica posición para las generadoras hidroeléctricas, los parques solares y eólicos (los cuales pueden llegar a satisfacer el 90 % de la demanda energética local), así como las geotérmicas y el hidrógeno verde. Si se avanza de una forma acertada, el país tendría (después de Chile) los precios más competitivos de toda la región para el año 2050.
Otra de las grandes conclusiones que surgieron del foro es que el desarrollo sostenible es posible si todos, como sociedad (gobiernos, empresas, academia, ciudadanía en genera), aportamos en esta materia.
Sobre esto, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, dijo que se han adelantado esfuerzos para avanzar en aspectos tan necesarios como la economía circular, además de labores de acompañamiento en los comercios para implementar la normativa sobre los plásticos de un solo uso, así como el uso de materias que no son necesarias, pero que sí generan residuos.
En el foro, empresas como Coca-Cola, BDO, Aris Mining, ODL, PEI, Grupo de Energía de Bogotá y Essentia contaron las estrategias que han implementado para reducir su huella de carbono, así como el uso mecanismos que sean sostenibles, no solo de cara al medio ambiente sino también para sus modelos de negocio.
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En estas conversaciones se resaltó el papel que están teniendo las nuevas tecnologías, pues muchas de estas posibilitan que los procesos sean más eficientes. Además, los desarrollos cada vez están más al alcance de las personas, pues, por ejemplo, los paneles solares para una vivienda o comunidad cada vez más se consideran como una inversión económicamente asequible.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, también resaltó que más allá de los cambios tecnológicos, lo que Colombia necesita es un cambio cultural, en el que cada persona sepa y sienta que su papel en esta apuesta de desarrollo es fundamental, con acciones que pudieran parecer pequeñas, pero que pueden llegar a tener impactos relevantes, como la separación de residuos en el hogar.
Sobre esto, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aseguró que sí es posible lograr un cambio de mentalidad pues, por ejemplo, la estrategia de racionamiento de agua que se ha implementado en la capital ha tenido impactos en el pensamiento colectivo respecto a que se debe ahorrar, ya que las cifras muestran disminuciones en el consumo en los días donde no hay restricciones de cara al promedio que se venía consolidando antes de iniciar esta estrategia. Es decir, sí se puede llegar a cambiar los hábitos de toda una ciudad.
También se resaltó la necesidad de que Colombia no solo avance en su transición energética, sino también en la económica, pues se debe cambiar el modelo actual (que manifiesta una alta dependencia de los hidrocarburos), por uno que diversifique sus fuentes de ingreso, haciendo que en el mediano y largo plazo la macroeconomía del país también alcance nuevos niveles de sustentabilidad. En esto fue enfática Muhamad, al explicar que de nada le servirá al país seguir dependiendo del petróleo cuando se sabe que la demanda mundial por este irá descendiendo.
Pero para esto se necesita una hoja de ruta, pues aunque la necesidad es clara, una mala ejecución en este deseo por la transición podría traer efectos negativos para la economía y la sociedad. Se requiere un plan mesurado, que apunte al futuro sin descuidar el presente, y en el que todos puedan ser partícipes. Un desafío que no es para nada sencillo, pero que es necesario si se quiere pasar al nuevo capítulo de energías limpias que se está escribiendo en el mundo.
Vea aquí la transmisión completa del foro:
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