Viva suspendió operaciones el pasado 27 de febrero debido a graves problemas financieros. / Jose Vargas - El Espectador
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Con la decisión de Avianca de desistir de su integración con Viva se inaugura una nueva etapa de incertidumbre en un proceso que bien podría definirse parafraseando una canción: “Yo no sé mañana si estaremos juntos…”.
El fin ulterior de toda esta novela regulatoria, cuyos primeros capítulos comenzaron a ser escritos a finales del año, era intentar salvar a Viva, el tercer actor en el mercado aéreo colombiano y la empresa que trajo el modelo de bajo costo a esta industria en el país.