En cifras: Avianca y Viva tienen razones para temerle a la investigación de la SIC
La presunta integración sin autorización que investiga la Superindustria podría implicar una multa de hasta el 20% de sus ingresos, un grave golpe para empresas con pérdidas multimillonarias. Vea cómo están las finanzas de estas aerolíneas.
Camilo Vega Barbosa
Avianca y Viva Air están en ojo del huracán: este lunes se conoció que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió una investigación por una presunta integración no autorizada entre ambas aerolíneas. Si bien el proceso en sí ya representa un impacto para las compañías, las posibles sanciones también son motivo de preocupación: pueden ser de cientos de miles de millones, o incluso de billones de pesos. Un golpe grave para aerolíneas cuyos números ya están en rojos. Le explicamos.
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Avianca y Viva Air están en ojo del huracán: este lunes se conoció que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió una investigación por una presunta integración no autorizada entre ambas aerolíneas. Si bien el proceso en sí ya representa un impacto para las compañías, las posibles sanciones también son motivo de preocupación: pueden ser de cientos de miles de millones, o incluso de billones de pesos. Un golpe grave para aerolíneas cuyos números ya están en rojos. Le explicamos.
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Integración Avianca y Viva Air
El negocio entre Avianca y Viva Air se conoció desde abril de este año, cuando los accionistas de la primera empresa (Avianca) aprobaron la compra del 100% de los derechos económicos de la segunda sociedad (Viva Air) en Colombia y en Perú.
Unos meses después, en agosto, se presentó la solicitud oficial de integración entre Avianca y Viva ante la Aeronáutica Civil. Sin embargo, a principios de noviembre, el regulador aeronáutico rechazó la integración por considerar riesgos para la competencia. Y ahora la SIC entró al proceso.
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Para la Superintendencia de Industria y Comercio “la adquisición de los derechos económicos de Viva Air y Viva Perú por parte de Investment Vehicle 1 Limited, controlante de Avianca, habría sido suficiente para constituir una integración empresarial o como mínimo, el inicio de la ejecución de la integración empresarial entre las aerolíneas mencionadas”.
Sin embargo, “la operación en cuestión no fue informada, ni autorizada de manera previa a su realización por parte de la autoridad competente. Así las cosas, Avianca y Viva, según la entidad, presuntamente habrían incurrido en prácticas restrictivas de la libre competencia y podrían ser sancionadas hasta con 100.000 salarios mínimos legales vigentes, hasta con el 20 % de sus ingresos operaciones o con el 20 % de su patrimonio”, agregó la SIC.
Finanzas en rojo
Para cualquier empresa, incluso con buenos resultados, una multa del 20% de los ingresos o del patrimonio es un golpe duro. Pero es aún más grave para compañías como Avianca y Viva Air que actualmente están en pérdidas y con un importante nivel de endeudamiento.
De acuerdo con el reporte más reciente compilado por la Aeronáutica Civil tan solo Avianca registraba pérdidas por $1,1 billones a corte del 30 de junio de 2022. Y durante el primer semestre del año, la aerolínea registró ingresos operaciones por $4,2 billones y un patrimonio (activos menos pasivos) de -$1,2 billones.
También se debe tener presente que Avianca es una empresa que lleva poco más de un año desde que salió de la quiebra, luego que fuera aprobado su plan de reorganización luego de acogerse al Capítulo 11 del código de bancarrota de Estados Unidos por los fuertes impactos que el COVID-19 tuvo sobre el transporte aéreo mundial. Pero, también se debe recordar que desde antes de la pandemia las finanzas de la aerolínea ya mostraban signos de debilidad por su alto nivel de endeudamiento.
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De hecho, sus indicadores de endeudamiento siguen siendo de considerar: el ratio de pasivos sobre activos es cercano al 93% a corte de junio de 2022, lo que advierte un importante nivel de apalancamiento.
Por su parte, Fast Colombia, la matriz de Viva Air dentro del país, tampoco tiene los mejores indicadores financieros: reporta pérdidas por $172.000 millones a corte de junio de 2022, según las cifras de la Aeronáutica Civil. Sus ingresos operacionales fueron de $652.000 millones en los primeros seis meses del año, y su patrimonio se situó en -$595.000 millones.
Y en el caso de Fast Colombia es aún más reducido el ratio de pasivos sobre activos: del 84,7% a corte de junio de 2022. Lo que implica finanzas apretadas para la aerolínea.
Sin embargo, Avianca y Viva no son las únicas empresas con números en rojo, es de hecho un problema general del transporte aéreo colombinao. Todas las aerolíneas que agrupa la aerocivil en sus informes financieros están con utilidades negativas, sumando pérdidas totales del sector por más de $1,5 billones.
Pesada sanción
Es claro que con estos indicadores financieros Avianca y Viva Air tienen razones para temerle a las posibles sanciones de la Superintendencia de Industria y Comercio en su investigación por la integración no autorizada: 100.000 salarios mínimos legales vigentes, hasta el 20 % de sus ingresos operaciones o hasta el 20 % de sus patrimonios.
En este caso, la sanción más dolorosa sería la del 20% de los ingresos: en el caso de Avianca implicaría un multa de billones de pesos, dado que tan solo en los primeros seis meses del año tuvo ingresos operacionales por $4,2 billones. Y en el caso de Viva Air, sería una multa de cientos de miles de millones de pesos.
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Esta sanción es equivalente a quitarle a las aerolíneas los ingresos que recibieron durante dos meses y medio del año. Por lo que tendrá serías consecuencias dentro de la estructura financiera ya debilitada de estas organizaciones.
“De imponerse una sanción equivalente al 20% de los ingresos, el patrimonio de Avianca decrecería hasta valores cercanos a los $2 billones. En el caso de Viva, esta sanción podría llevarla a reportar un patrimonio negativo cercano a los $700.000 millones”, explicó Luis Carlos Bravo, profesor de finanzas de Inalde Business School.
En efecto, las cifras muestran que Avianca y Viva Air tienen razones para temerle a la investigación que inició la Superintendencia de Industria y Comercio, y sobre todo, a sus posibles sanciones.