¿En cuánto dispara la reforma los costos laborales de las empresas?
Los mayores costos de las indemnizaciones por despidos con justa o sin justa causa no son tan importantes. Lo preocupante es que esta situación conlleva a que no se contrate trabajadores formales, lo que llevaría a un incremento de la informalidad.
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, le dio un espaldarazo al informe “Estabilidad en el mercado laboral y análisis cuantitativo de algunos impactos del proyecto de ley de reforma laboral”, que muestra los efectos de la iniciativa laboral que llevó el presidente Petro al Congreso.
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El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, le dio un espaldarazo al informe “Estabilidad en el mercado laboral y análisis cuantitativo de algunos impactos del proyecto de ley de reforma laboral”, que muestra los efectos de la iniciativa laboral que llevó el presidente Petro al Congreso.
Durante una sesión en la Comisión Tercera de la Cámara, el banquero central destacó otros impactos en el mercado laboral de la propuesta como el aumento de los costos salariales para las empresas. Como consecuencia de la propuesta, los costos laborales se elevarían en un 6,73% en un escenario muy probable, teniendo en cuenta los cambios en las horas extras, la disminución de la jornada laboral y el pago de dominicales y festivos. Al sumarle los costos por las indemnizaciones, esos valores se subirán en 1,59% adicional.
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Los mayores costos de las indemnizaciones por despidos con justa o sin justa causa no son tan importantes. Lo preocupante es que esta situación conlleva a que no se contrate trabajadores formales porque los empresarios van a pensarlo mucho ante la dificultad para despedirlos. Esta situación conlleva a un incremento de la informalidad.
El gerente del banco central señaló que esos cambios en la jornada laboral afectarán a sectores como hoteles, restaurantes, culturales y artísticos que tienen largas jornadas nocturnas. En estas actividades los sobrecostos van a ser más altos que el promedio.
Llamó la atención sobre la suerte de los contratistas y los trabajadores por prestación de servicios. Villar sostiene que el proyecto de ley reconoce que esta propuesta para el sector público sería muy inviable. “Sería tan costoso para el sector público que inmediatamente conduciría a la necesidad de prescindir de muchas personas”, dijo. En el Estado hay muchas personas que trabajan con contratos de prestación de servicio y contratistas. Formalizarlos a todos sería tan costoso que el mismo proyecto de ley reconoce que no se puede hacer y se tendría que reducir la nómina de manera dramática. Caso parecido podría presentarse en el sector privado donde los empresarios se negarían a contratar este tipo de personas. Sostiene el informe que teniendo en cuenta la información consignada en la PILA (Planilla Integrada de Liquidación de Aportes), en esta situación se encontraría alrededor de 661.000 contratistas independientes.
Leonardo Villar advirtió que “hay un riesgo importante de que ese aumento tan fuerte en los costos laborales para las empresas, y en particular para empresas de algunos sectores que dependen mucho del trabajo nocturno con horario extendió, pueda conducir no a un mayor beneficio para algunos trabajadores formales que tienen esos sectores, que son pocos, sino un prejuicio para la capacidad de contratación”.
Por tamaño empresarial, el estudio señaló que en el escenario medio, las actividades profesionales, artísticas, de recreación y otro tipo de servicios, el alojamiento y servicios de comida, así como el comercio son los sectores económicos con mayores incrementos en el costo salarial promedio.
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Según el tamaño de la empresa, el impacto en el costo laboral salarial en un escenario medio es mayor para las micro y pequeñas empresas, con un sobrecosto del 9,2%, mientras que las empresas medianas y grandes tendrán un aumento del 6,2% de su masa salarial.
Los estudios sugieren que los impactos pueden ser importantes, “pero no deben reconocer que se puede reducir la informalidad y estimular el trabajo informal cosa que implicaría un costo significativo para el crecimiento, para la productividad de la economía, porque cuando aumenta la informalidad típicamente se reduce la productividad en la economía porque las empresas que trabajan informalmente son menos productivas que las formales”, señaló el gerente del Emisor.
Defensa del ministro de Hacienda
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, comenzó aceptando que el país no ha podido bajar el desempleo debido al pobre crecimiento, en promedio, de la economía.
Recordó que la tasa de desempleo más baja que ha tenido Colombia se registró en 1994 de 7,6%. A su juicio se han venido bajando los costos laborales y no se ha reflejado en la generación de empleo anunciada. Para Bonilla, la única reforma que ha mejorado la formalidad en Colombia ha sido una reforma tributaria que eliminó unos parafiscales con cargo a la nómina pagados por los empresarios y los cargó al Presupuesto General de la Nación.
El pago al SENA, al ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) y el aporte patronal en salud, en total 13,5% de costo laboral ya no lo pagan las empresas sino el Presupuesto General de la Nación, recordó el ministro de Hacienda. “Eso mejoró dos puntos de formalidad. No mejoró el desempleo”, reiteró.
De acuerdo con el ministro Bonilla, la propuesta de reforma laboral propone es “sincerar el mercado laboral”.
Bonilla se refirió al estudio presentado por el Banco de la República e insistió que en ese informe no dicen que se pierdan 454.000 empleos, “lo que dice es que podrían pasar de formal a informal. Es decir que, eventualmente, por no pagar horas extras las empresas decidan contratar por prestación de servicios.
“Si no tenemos una estructura productiva más diversa seguiremos pensando que los culpables del problema (laboral) son los empleados”, concluyó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.