Los estibadores de los puertos de la costa este y el Golfo de EE.UU. han acordado reanudar el movimiento de mercancías mientras continúan negociando un nuevo contrato colectivo con sus empleadores, según informó el jueves en un comunicado el sindicato que representa a los trabajadores, la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que acordó prorrogar el contrato hasta el 15 de enero y reanudar el trabajo.
Los puertos de contenedores de Houston a Miami y hasta Boston han estado cerrados desde que expiró el martes el contrato laboral entre la ILA y la Alianza Marítima de EE.UU., que representa a los operadores de terminales y las compañías navieras.
Decenas de buques que transportan contenedores y automóviles han anclado frente a la costa de los principales centros de comercio, incluyendo Nueva York, Carolina del Sur y Virgina en los últimos días.
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¿Por qué protestaban?
Los estibadores de 14 grandes puertos en Estados Unidos iniciaron una huelga el martes tras no llegar a un acuerdo con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX) sobre salarios y protección laboral frente a la automatización. La huelga afecta puertos clave como Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia y Houston.
El sindicato de estibadores (ILA), que representa a 85.000 trabajadores, exige aumentos salariales y medidas contra la automatización que podría poner en riesgo sus empleos. Las negociaciones entre el sindicato y la patronal, que representa a 36 puertos, han estado estancadas desde mayo. Aunque la USMX propuso mejoras salariales y beneficios en su última oferta, esta fue rechazada por el sindicato.
La huelga amenaza con generar pérdidas económicas significativas. Según Oxford Economics, el paro podría costar entre US$4.500 y US$7.500 millones semanales, dependiendo de su duración. Los sectores más afectados serían el comercio de hidrocarburos, productos agrícolas y cruceros.
El presidente Joe Biden ha pedido a ambas partes que negocien de buena fe, aunque ha evitado intervenir directamente. Para su administración, este conflicto es un desafío, especialmente en un momento en que la vicepresidenta Kamala Harris busca consolidar su apoyo de cara a las elecciones de noviembre.
El sindicato pide un aumento salarial de 77 % en siete años, mientras que la patronal ofrece un incremento cercano al 50 %, junto con mayores aportes a los planes de retiro y salud. Sin embargo, el temor por la automatización de los puertos sigue siendo un tema crucial, ya que los trabajadores temen perder sus empleos debido a la adopción de nuevas tecnologías.
La huelga es la más grande del sector desde 1977, y ocurre en un año en el que otros sectores, como el automotriz y aeronáutico, también han protagonizado grandes paros laborales por mejoras salariales y condiciones de trabajo.
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