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El gigante minero suizo Glencore anunció este martes que completó la adquisición de todas las acciones de la mina de carbón colombiana de Cerrejón, la mayor de Latinoamérica a cielo abierto, cuya explotación compartía hasta ahora a partes iguales con BHP y Anglo American.
Estas dos firmas finalizaron la venta del 33,33 % de las acciones que poseían respectivamente a Glencore, que ya había anunciado esta operación el 28 de junio de 2021 y la ha completado tras las correspondientes aprobaciones de las autoridades reguladoras.
La compra por parte de Glencore de Cerrejón esencialmente les ha costado tanto al operador como a la potencia minera mucho menos de lo que se pensaba inicialmente después de que los precios del combustible aumentaran.
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A finales de 2020 se había considerado un precio de compra de US$588 millones, aunque teniendo en cuenta los dividendos de 2021 y otros factores, el pago en efectivo de Glencore a las empresas beneficiarias será de US$101 millones, informó la firma en un comunicado.
Después de que los precios del carbón térmico subieran a un nivel récord durante el período –apuntalados por una crisis energética mundial–, Glencore dijo que el pago en efectivo al finalizar el acuerdo totalizaría solo US$101 millones. No obstante, tanto Anglo como BHP recibieron US$294 millones por sus participaciones.
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El acuerdo de Cerrejón fue la última acción importante que se realizó bajo el mando del exdirector ejecutivo Iván Glasenberg antes de dejar la empresa a fines de junio, poniendo fin a dos décadas al frente del mayor operador de productos básicos del mundo. También permitió a Anglo American retirarse de la minería de carbón térmico.
En contexto: Glencore compra participaciones de BHP y Anglo American en Cerrejón
La mina de Cerrejón produce carbón térmico, un producto cada vez más menos popular, en un momento en que los países y las empresas buscan combustibles más limpios.
Vale la pena recordar que en 2021 el yacimiento colombiano se vio afectado en los últimos meses por huelgas y protestas. Primero por un plan de la compañía para despedir a decenas de trabajadores, con el objetivo de mitigar la baja demanda asociada a la pandemia y el desplome de los precios del carbón.
Posteriormente, en mayo, manifestantes bloquearon la llegada de combustible para exigir mejores condiciones laborales y también denunciaron problemas de salud ligados a la contaminación proveniente del yacimiento.
La Guajira, dónde está ubicada la mina, es un departamento castigado por la pobreza y el hambre, el 65 % de su población tiene necesidades básicas insatisfechas, a pesar de que el sector minero energético es el principal motor de las exportaciones colombianas.
La compra, destacó la empresa con sede en la ciudad suiza de Baar, es consistente con su estrategia de reducción de emisiones, que busca reducir un 15 % su huella de carbono en 2026, un 50 % en 2035 y alcanzar emisiones netas cero en 2050.
En 2020 el relator especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente recomendó a Colombia que suspendiera al menos parcialmente las operaciones en Cerrejón por sus perjuicios medioambientales y a las minorías indígenas de la zona.