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La semana pasada, unas 3.000 personas llenaron el auditorio y los pasillos del Centro de Convenciones de Cartagena. Empresarios que no se veían las caras desde hace varios años por el confinamiento de la pandemia, y con la expectativa de lo que iba a suceder en el Séptimo Congreso Empresarial Colombiano (organizado por la ANDI), que tenía como ingrediente especial la participación del recién posesionado presidente Gustavo Petro, y parte de su gabinete ministerial.
Para los empresarios era importante que el actual gobierno se sentara a dialogar con ellos, pues la corriente de izquierda del nuevo mandatario, sumada a una propuesta de reforma tributaria que proyecta (de manera progresiva) recaudar $50 billones al año, alimenta la incertidumbre de cómo será el clima para hacer negocios y desarrollar la inversión en Colombia.
El primero en sentarse con ellos (y despejar un poco los nubarrones) fue el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien resaltó como “excelente” la reunión que tuvo con los representantes de las zonas francas.
Hay que recordar que sobre estas, el gobierno de Petro propone ponerlas en cintura, pues hay muchas que se acogen a los beneficios tributarios que les otorga esta figura, pero sin cumplir con su misión de comercio exterior. Semanas atrás Ocampo señaló que se avanzará en un plan para que quienes quieran seguir como zona franca exporten al menos el 40 % de su producción, creciendo paulatinamente al 70 %.
Para la ANDI este cambio es demasiado abrupto, y en el encuentro que tuvieron con Ocampo le manifestaron que, si bien coinciden con su plan de aumentar las exportaciones, consideran necesario un período de transición más amigable. También le pidieron tener en cuenta casos especiales, como las empresas que venden productos o servicios a otras que sí exportan.
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Al escuchar estas propuestas y otras relacionadas con la reforma tributaria (como las de los impuestos saludables y el peso que representaría en el bolsillo de los colombianos), Ocampo dijo que se necesitará hacer varios ajustes a ese proyecto de ley, en tanto no se sacrifique la meta de recaudo. Recalca que desde el Gobierno están abiertos al diálogo y prestos para trabajar de la mano con los empresarios.
A esta cita también acudió el nuevo ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, quien reveló que estará trabajando para restablecer las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela. De hecho, aseguró que este jueves se reunirá con representantes económicos del vecino país, en Cúcuta, para avanzar en el tránsito terrestre de mercancía y pasajeros.
Para Umaña es clave que se dé este restablecimiento pues, aseguró, la recuperación económica del PIB de Venezuela podría representar para Colombia una oportunidad exportadora de US$1.200 millones al año.
Otro de los potenciales que ve Umaña en las relaciones comerciales con Venezuela es la eventual importación de gas en el futuro (aspecto debatido, por la apuesta gubernamental de frenar la exploración de este combustible). Mencionó que este es un aspecto en el que Estados Unidos ha demostrado un especial interés y piensa que “en política internacional no hay amigos, solo intereses”.
A los anuncios dados en su encuentro con los empresarios, Umaña agregó que se trabajará para el desarrollo de los industriales en Colombia, de allí que proyecta (a dos años) que el Viceministerio de Industria (que actualmente tiene el nombre de Desarrollo Empresarial) se convierta en un Ministerio de Industria.
La tercera integrante del gabinete de Gustavo Petro que estuvo en el congreso de la ANDI fue Susana Muhamad, ministra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Ella participó en el panel Enfrentando el Cambio Climático, donde resaltó la enorme riqueza que tiene Colombia en recursos naturales, pero también el peligro que enfrenta de perderlos.
Es por esto que dijo que trabajará en la generación de una regulación del mercado del carbono, mediante la cual se crearán bonos para proteger el agua, el suelo y la biodiversidad, además de avanzar hacia una economía descarbonizada y sostenible.
En entrevista con este medio, Muhamad también dijo que se reforzará la lucha contra la minería ilegal (que diariamente representa la pérdida de 500 hectáreas de bosque colombiano). En este trabajo, mencionó, espera consolidar el apoyo de las comunidades de los territorios afectados, así como el de organizaciones e instituciones internacionales (porque en las zonas de frontera muchos mineros ilegales cambian de país para evadir el control de las autoridades).
La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, también tuvo un espacio de diálogo bilateral con los empresarios. Dijo que el ambiente está dado para trabajar en equipo, pues reconoció que en las industrias está la “piedra angular para la transformación en el mundo del trabajo”.
Su meta, que también aprovechó para comunicarla a los agremiados en la ANDI, es la de dignificar el empleo, de allí que en el corto plazo trabajará para emitir un concepto (se espera que sea favorable) sobre el proyecto de ley que cursa en el Congreso y con el que se pretende cambiar la jornada nocturna y reconocer los recargos que deberían tener los trabajadores de la noche en el país.
A esto se suma el trabajo que hará para actualizar el marco normativo laboral de Colombia, pues recordó que el Código Sustantivo del Trabajo vigente está desde 1951, y que el Congreso aún no cumple con la orden que le dio la Constitución del 91, que es la expedición del Estatuto del Trabajo.
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Para esta gran actualización, la ministra anticipó que conformará una mesa en donde tendrán asiento las centrales obreras, los empresarios, la academia y, por supuesto, el Gobierno. “Esto lo tenemos que construir con todos para poder armar el proyecto”, señaló al agregar que evaluará las observaciones que hizo la Misión de Empleo para, eventualmente, adelantar una megarreforma del mercado laboral colombiano.
Pero ¿y el presidente? Muchos se preguntaban en los pasillos del Centro de Convenciones sobre si Gustavo Petro iba a asistir al encuentro. Incluso se tuvieron que tomar un receso de más de media hora, pues la agenda del evento se terminó y solo quedaba pendiente la clausura por el presidente, quien a esa hora estaba designando a la nueva cúpula militar.
Pasaban los minutos y la incertidumbre continuaba. Los rumores indicaban que ya había abordado un avión en Catam y que se encontraba de camino hacia La Heroica. Mientras tanto algunos empresarios aprovecharon para hacer algo de networking.
Casi sobre las siete de la noche del viernes, el mandatario les cumplió la cita. Entró acompañado del presidente de la ANDI y cada quien tomó su respectivo asiento en la tarima (Petro en la derecha y Mac Master en la izquierda). De inmediato, el representante de los empresarios inició un breve discurso, en el que le agradeció por acompañarlos, resaltó las coincidencias que tienen con sus propuestas de gobierno (como la importancia de la generación y redistribución de la riqueza) y el deseo que tienen para trabajar en equipo en la misión de construir país.
Pero también le dio a conocer algunas diferencias, como las que tienen en materia de salud y las afectaciones que puede sufrir el sector minero energético. “Por supuesto que tenemos desacuerdos, presidente –dijo Mac Master–, pero también acuerdos. Y creo que serán más los acuerdos”, concluyó.
Luego el turno le correspondió a Gustavo Petro quien, frente a cientos de empresarios, reconoció el valor que tienen para el desarrollo del país y les recalcó que no tiene intenciones de expropiarlos, sino de trabajar en conjunto.
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En consecuencia, dijo que las apuestas económicas de su mandato estarán encaminadas hacia aumentar la producción en Colombia que, aseguró, es donde se encuentra la riqueza. Parte importante de sus esfuerzos se enfocarán en el campo, para poner a producir las tierras que hoy están improductivas y así avanzar en garantizar la seguridad alimentaria de la nación.
Aumentar la productividad, reflexionó Petro, no es una labor que le competa al Estado. “No estamos interesados en expropiar. No lo creemos. Eso falló en el pasado en el mundo”, dijo. Pero tampoco considera que sea una labor que recaiga solo en los hombros del empresariado, “pues la evidencia nos ha mostrado que si se deja actuar libremente al mercado, nos vamos a extinguir. A eso hoy se le llama crisis climática” añadió, al argumentar esa alianza que se necesitará entre lo público y lo privado para “construir país”.
No hay opinión más objetiva sobre este evento que la que les escuché a unos empresarios mientras hacían fila en el aeropuerto, en un vuelo de regreso de Cartagena a Medellín: “Que Gustavo Petro nos escuchara, eso fue lo más importante”.