La OPA de Argos tras la primera vuelta
Tan solo por el desplome de la tasa de cambio tras los resultados de los comicios, los Gilinski mejoraron en 5 % su oferta inicial. Y no es el único efecto.
Camilo Vega Barbosa
Los Gilinski ya van por su séptima Oferta Pública de Adquisición (OPA) por empresas del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA). La más reciente se anunció hace dos semanas, en donde se reveló el interés por comprar entre el 26 y 32,5 % de las acciones en circulación del Grupo Argos a un precio de US$4,08 por acción. Un negocio de más de US$697 millones que se concibió en plena época electoral, por lo que de una u otra forma se verá afectado por las noticias relacionadas con los comicios. Y ya hay efectos visibles tras conocerse los resultados de la primera vuelta.
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Los Gilinski ya van por su séptima Oferta Pública de Adquisición (OPA) por empresas del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA). La más reciente se anunció hace dos semanas, en donde se reveló el interés por comprar entre el 26 y 32,5 % de las acciones en circulación del Grupo Argos a un precio de US$4,08 por acción. Un negocio de más de US$697 millones que se concibió en plena época electoral, por lo que de una u otra forma se verá afectado por las noticias relacionadas con los comicios. Y ya hay efectos visibles tras conocerse los resultados de la primera vuelta.
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De la primera a la séptima
La OPA de Argos es tan solo la más reciente jugada de una contienda que empezó en noviembre de 2021, por medio de otras seis ofertas públicas de adquisición enfocadas al GEA. Con estas operaciones los Gilinski lograron adjudicarse el 34,5 % de las acciones del Grupo Sura, convirtiéndose en su principal accionista individual, y compraron el 30,8 % de los títulos del Grupo Nutresa, posición que los tiene como los segundos principales accionistas del conglomerado de alimentos.
Estas operaciones han implicado ganar un importante poder decisorio dentro de las empresas del GEA: tienen dos asientos en la junta directiva en Nutresa, un miembro patrimonial (Gabriel Gilinski) y un miembro independiente propuesto por la familia; en Sura las OPA también les dieron dos asientos en la junta. Pero recientemente se conoció que los Gilinski compraron otro 3 % por medio de operaciones de mercado, lo que implicaría que su participación subió a cerca del 38 % y, por ende, podrían acceder a un asiento adicional (tres en total en la junta de Sura).
Sin embargo, el poder que han ganado tanto Sura y Nutresa todavía no es suficiente para superar al que acumula el GEA, debido a su enroque accionario, lo que significa resistencia a sus planes como, por ejemplo, proponer una fusión entre GNB Sudameris (holding financiero de los Gilinski) y Bancolombia (emporio bancario que Sura controla con el 46 % de las acciones). Una eventual operación que crearía un conglomerado financiero de más de $300 billones en activos.
Por eso, la OPA de Argos se lee como la nueva jugada de los Gilinski para avanzar en sus planes, pues estrecharía el cerco en torno al GEA y podría incluso allanar el camino para una oferta pública directamente por Bancolombia. De hecho, la acción del banco (Bancolombia) ha subido casi 30 % desde que se anunció la oferta pública (de Argos), indicando que el mercado ya se está acomodando ante el nuevo espectro de posibilidades.
No obstante, la OPA de Argos tiene la complejidad de ejecutarse en medio de un cambio de gobierno, lo que implica una serie de retos que ya empiezan a materializarse.
De votos a OPA
El primer cambio visible en la oferta pública por Argos se conoció este martes, cuando se anunció un incremento de 20 centavos de dólar el precio inicial propuesto, pasando de US$4,08 a US$4,28 por acción. Esta noticia se dio el mismo día que la tasa de cambio reaccionó a los resultados de la primera vuelta, cayendo más de $150 hasta los $3770.
“No se puede tener certeza, pero que los Gilinski subieran el precio de la OPA por Argos se lee como un intento de mantener la competitividad de su oferta en el marco de la fuerte caída del dólar”, explicó Diego Franco, presidente de Franco Group.
Es decir, los Gilinski habrían mejorado en 5 % (+US$0,20) su oferta por Argos con el fin de reaccionar a la caída de casi el 4 % (-$150) del precio del dólar en Colombia.
El dólar no fue lo único que reaccionó a los comicios. De hecho, este martes el principal índice de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) subió más del 5 %. Los analistas coinciden en que este comportamiento se debió en gran parte a un nuevo ambiente de confianza dentro del mercado por el resultado de las elecciones.
La mayor confianza también implica que los inversionistas pueden ser más selectivos o pacientes frente a sus decisiones de inversión. Por ejemplo, vender o no durante una OPA. Entonces, para los Gilinski representa un riesgo que este nuevo ambiente en los mercados afecte las posturas de los fondos que tienen participación en Argos.
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En las seis OPA anteriores ha quedado demostrado que los fondos son la oportunidad más clara que los Gilinski tienen para avanzar en sus planes. Estas entidades han representado más del 90 % de las acciones que han logrado adquirir durante las ofertas públicas de Sura y Nutresa. Y se espera que tenga el mismo protagonismo en el caso de Argos, pues tienen más del 22 % de las acciones.
“No creo que los fondos vayan a vender tan fácil, ni en los mismos montos, que en las ocasiones pasadas. Además, Argos tiene planes concretos de listarse en otras bolsas, y tiene plantas en Estados Unidos. Creo que sus prospectos son bastante buenos y es más difícil justificar una venta”, explicó César Tamayo, decano de la Escuela de Economía y Finanzas de Eafit.
También se debe tener en cuenta el costo de oportunidad que han acumulado los fondos que han vendido durante las pasadas OPA de los Gilinski: tanto en Sura como en Argos, vendieron la mayoría de sus acciones durante la primera tanda de ofertas públicas, lo que implicó que perdieron la oportunidad de vender a los mejores precios que surgieron en las posteriores OPA.
Entonces, incluso los fondos de riesgo moderado o bajo enfrentan una encrucijada con la OPA de Argos: vender ahora o esperar una mejor oferta. Y al analizar la historia reciente de los Gilinski, un nuevo incremento de precio o aun una nueva OPA (la segunda de Argos) no se muestran como opciones a descartar.
De hecho, antes de la OPA de Argos, medios de comunicación habían reportado que los Gilinski no harían más de estas operaciones hasta esperar el resultado de las elecciones. Pero al final, sí lanzaron una nueva oferta pública, e incluso mejoraron su oferta inicial. Las elecciones no parecen limitarlos.
Todavía quedan varias semanas para la segunda vuelta del 19 de junio, una ventana de tiempo significativa para que surjan noticias que afecten positiva o negativamente la OPA por Argos y, por consiguiente, los planes de los Gilinski.