La pelea contra la inflación, vista desde D1
Christian Bäbler Font, presidente de la cadena de almacenes D1, habla sobre cómo la marca está navegando en una época de altos precios al consumidor, al tiempo con fenómenos como la crisis de los contenedores y los efectos de la guerra en Ucrania.
Lucety Carreño Rojas
Hablar de economía por estos días es, casi invariablemente, una conversación que lleva a palabras como inflación. Desde hace más de un año el incremento en los precios al consumidor se ha convertido en uno de los principales peligros económicos en Colombia y en buena parte del mundo.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Hablar de economía por estos días es, casi invariablemente, una conversación que lleva a palabras como inflación. Desde hace más de un año el incremento en los precios al consumidor se ha convertido en uno de los principales peligros económicos en Colombia y en buena parte del mundo.
De acuerdo con los datos más recientes revelados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los precios al consumidor aumentaron 12,22 % en su variación anual para octubre (es decir, en comparación con el mismo mes de 2021) y 0,72 % en su medición mensual. Según la entidad, no se registraba un dato tan alto desde marzo de 1999, cuando la cifra llegó a 13,51 %.
Lea también: Compra local: la estrategia del Grupo Éxito ante la inflación
La guerra en Ucrania, la crisis de los contenedores, la pandemia y sus problemas de producción son algunos de los factores que han contribuido a un fenómeno que trae problemas macro y micro.
Claramente, la inflación les pega de frente a los consumidores y, por ende, a todo tipo de comercios, desde tiendas de barrio hasta grandes marcas. Hablamos con Christian Bäbler Font, presidente de D1 (quien asumió el cargo en mayo de 2021) para conocer cómo está timoneando este escenario la cadena.
Le puede interesar: El comercio en tiempos de inflación
¿Cómo cerraron 2021 tras la pandemia, varias cuarentenas y un paro nacional?
El 2021 fue un buen ejercicio. Cerramos con una red de casi 2.000 tiendas abiertas al público y el nivel de ventas fue alto y con crecimiento. El ejercicio pospandemia fue bueno para todos, porque el consumidor se abrió al mercado.
¿Qué afectaciones les generaron los cierres por la pandemia y el paro?
Para ese momento aún no estaba al frente de D1. Asumí el cargo en mayo de 2021, pero me han explicado que sí hubo incidencias por el paro nacional y por el covid-19, pero no más de las que tuvieron otros. A pesar de que hubo unas incidencias concretas, creo que salimos bien y el consumidor pudo seguir comprando en D1.
¿Qué inconvenientes han tenido con la crisis de los contenedores y los problemas en las cadenas logísticas?
Lo de los contenedores es una crisis mundial que afecta desde China hasta América. Ha habido restricción de fletes a nivel internacional. La inflación y la escasez de materias primas tampoco benefician el costo de los productos importados. Nosotros tenemos más o menos un 15 % de productos importados. Nuestro reto es tratar de ser eficientes en toda la cadena a pesar de estas circunstancias para seguir ofreciendo los mejores precios.
¿Cómo han hecho para mantener el abastecimiento en los almacenes?
Tratando de cuidar mucho a nuestros aliados y proveedores, contando con planificaciones a largo plazo, teniendo confianza mutua, apostando y tratando de asegurar la continuidad en materias primas, en transporte y en la cadena de distribución en general. Algo que no siempre es fácil.
¿Cuáles son los factores que más afectan el abastecimiento y cuáles productos son los más afectados?
La temporalidad, el clima, la logística y los fletes. Los fletes se están regularizando cada vez más, no significa que el costo baje, pero empieza a fluir.
La leche sube y baja, ese es un clásico. Ha habido carencias en cereales que han afectado abonos y fertilizantes por la guerra en Ucrania, que nos impacta indirectamente. Hubo escasez de huevos porque la pandemia afectó su producción.
Así funciona la demanda y la oferta: si quieres vender huevos y no hay, el precio sube. Hay que ver cómo lidias con eso.
¿Cuál ha sido el impacto de la inflación en sus cadenas de almacenes?
En general, es un gran reto para la distribución. También para nosotros, porque queremos abanderar la mejor relación calidad-precio. Tenemos el gran reto tratando de equilibrar lo mejor posible, en primer lugar, los intereses de nuestro cliente, en donde tratamos de trasladar lo menos posible los incrementos de precio. Por otro lado, nuestros aliados sufren como consecuencia de las circunstancias internacionales.
En cuanto a cifras, no tengo un impacto concreto, porque hay muchos factores que integran la inflación, depende de la categoría, el producto, el volumen, es difícil aislar el factor inflación. Los costos suben, el precio de venta, la inflación de materias…
¿Han tenido afectaciones por la volatilidad del dólar?
El dólar es un factor que afecta a los productos importados en la misma medida que lo puede hacer la inflación y como lo hizo la restricción en las materias primas.
¿Están preparados para una posible recesión económica?
Espero que una recesión no se produzca por el bien común. Si se produce, tendremos un papel clave, porque queremos seguir siendo la mejor opción para el cliente para ofrecer la mejor calidad y producto. Esa es nuestra misión. En ese contexto, de posible recesión, aún seremos una mejor opción para todos.
Y la guerra en Ucrania…
Mientras se mantenga la situación, todo el mundo asume que habrá escasez de algunas materias primas y elementos que son básicos para productos más elaborados y, por tanto, con eso habrá que convivir. ¿Qué ocurre en la práctica? Cuando los costos suben, uno tiene que buscar, y el consumidor a veces lo hace, productos alternativos que puedan ser sustitutivos y que cubran la misma necesidad.
¿Qué estrategias están empleando para mantener los precios?
Procuramos aprovechar las economías de escala. Generamos espacios, pactos y contratos de largo plazo con los proveedores para que no tengamos que pensar solo en el corto y, básicamente, trasladamos las eficiencias de nuestro modelo.
Somos una empresa muy eficiente, con una estructura de costos realmente competitiva, lo que nos permite soportar, en la medida que podemos, los incrementos de costos de los aliados. Todo esto se traslada al mejor precio en el producto.
Tienen presencia en 410 municipios, más de 2.165 tiendas y más 19.000 empleados, ¿cuál es el secreto para convertirse en una de las cadenas más importantes del país?
No hay nada nuevo. La proximidad, cercanía, una red de tiendas cada vez mayor y surtido amplio que cubre necesidades básicas. El principal factor es la relación calidad-precio. Quiero insistir en la calidad porque el precio todo el mundo lo comprara muy rápido, pero hay que ponerle valor a la calidad que estamos ofreciendo en donde estamos haciendo grandes esfuerzos para mantenerla y mejorarla.
El crecimiento orgánico es un factor en sí mismo, cuando uno crece en número de tiendas, gana cuota y clientes. Eso en sí es un factor. Luego, la competitividad de nuestra propuesta porque cuando uno ofrece buen producto a buena calidad, el cliente responde y es lo que estamos viendo.
Faltando poco para que se termine el año, ¿cuál es el balance que hace de 2022?
Nos ha ido bien. Estamos creciendo por expansión, hemos abierto muchas tiendas, acabaremos con 2.200. Esto significa que casi alcanzaremos o superaremos unas 200 tiendas nuevas este año. En cuanto a número de clientes, cada vez hay más que nos visitan y eso nos genera un crecimiento que queremos mantener y estar a la altura. Calculamos que podemos crecer y cerrar en $15 billones en facturación, que es un crecimiento importante.
¿Cuáles son las proyecciones para 2023?
Estamos en ello. No tengo nada concreto porque estamos trabajándolo, pero nos enfrentamos a un escenario similar al de 2022: una inflación que estimamos seguirá siendo alta, costos que se van a ver repercutidos y, en ese contexto, tenemos que ver cuál es el plan.
Seguiremos trabajando en temas de sostenibilidad y en ser una alternativa para todos los consumidores. También queremos aumentar el 85 % de producto nacional que manejamos. Todo lo que podamos comprar nacional, lo haremos. Siempre que tengamos la calidad y la competitividad para ponerlo a disposición del consumidor. Espero convertir a D1 en una empresa líder y de referencia no solo en Colombia sino también afuera.