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El ataque que lanzaron los Gilinski al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) por el control de Sura y Nutresa no solo es una disputa entre emporios. Las dos Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) que ya pasaron, y las dos que están en trámite, tienen el potencial de impactar aspectos de la vida de los colombianos que van desde sus ahorros para la vejez, los servicios financieros que necesitan e incluso podría hasta impactar su dieta. Es decir, las OPA están más cerca de lo que parece, podrían llegar pronto a su mesa o verse en sus próximos extractos.
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Directo a la pensión
Tras el cierre de las dos primeras Ofertas Públicas de Adquisición, los Gilinski ya tienen el 25,25 % de las acciones de Sura y el 27,6 % de las de Nutresa. Y si las dos nuevas OPA triunfan su participación podría subir a más de 30 y 45 %, respectivamente, lo que los convertiría en los principales accionistas de los conglomerados con al menos dos asientos asegurados en las juntas directivas.
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Esto significa que las OPA sí han logrado cambios importantes en la composición accionaria de Sura y Nutresa. Lo que también implica movimientos importantes en las estrategias de inversión de los principales fondos, que incluyen los ahorros pensionales.
Para César Tamayo, decano de la Escuela de Economía y Finanzas de Eafit, las OPA de Sura y Nutresa fueron importantes para “un grupo de personas próximas a pensionarse, pues las ventas pueden representar una ganancia que les ayude a tener mayores ingresos en su retiro. Para otro grupo similar, esta operación fue una oportunidad de salida y liberó algo de liquidez; esto puede impulsar ligeramente el consumo en un año de fuerte recuperación”.
En efecto, desde antes de que comenzaran las Ofertas Públicas de Adquisición cerca del 21 % de los accionistas de Nutresa y alrededor del 18 % de Sura eran fondos de pensión locales. De hecho, un reporte de la Superintendencia Financiera reveló que los fondos vendieron más de $6 billones en acciones en las OPA.
Y cabe recordar que los precios ofrecidos por los Gilinski representaban una prima (ganancia) de más del 36 % frente al precio al que estaban las acciones antes de anunciarse la primera OPA.
De manera que los colombianos que tienen sus ahorros en fondos de pensiones que decidieron vender en las OPA podrían ver un incremento importante en la rentabilidad de sus recursos.
Se busca inversión
Otro de los impactos por contemplar es la gran liquidez que llegará al mercado colombiano: tan solo en las primeras dos Ofertas Públicas de Adquisición se compraron más de $7,6 billones en acciones, y si las dos nuevas OPA tienen éxito entrarían más de $4,3 billones adicionales.
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“Con la nueva liquidez que entrará al mercado, los fondos van a empezar a buscar alternativas de inversión y algo de eso debería ir al mercado privado. Lo que abre una oportunidad para emprendimientos del tipo de los que ve uno en A2censo. Sin embargo, los canales puntales aún son ambiguos”, explicó Javier Mejía, Ph. D. en Economía de la Universidad de los Andes y posdoctor asociado de la Universidad de Stanford.
A2censo es la plataforma de crowdfunding de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) en donde las pequeñas y medianas empresas pueden postular su proyecto para recibir financiamiento (créditos) del público. Desde antes de las OPA, esta herramienta había mostrado grandes resultados. Por ejemplo, el 28 de mayo de 2021 se supo que Habi recaudó más de $3.000 millones, en donde la mitad de los fondos se lograron en 15 minutos.
Esto quiere decir que 2022 podría ser uno de los períodos más atractivos para emprender y buscar financiamiento en Colombia. Tras la OPA de los Gilinski, podría haber más de $12 billones buscando alternativas de inversión. Y plataformas como A2censo sirven como canales para dirigir esta liquidez a las pequeñas y medianas empresas.
Concentración de mercado
Desde que se anunció la primera OPA por Sura, los Gilinski revelaron su intención de proponer una fusión entre Bancolombia y GNB Sudameris: esto crearía el conglomerado financiero más grande del país, con más de $320 billones en activos. Un negocio que podría tener consecuencias para los usuarios en un mercado de pocos jugadores.
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Para Mejía, no está claro “que la fusión sea tan factible en el mediano plazo. Al menos no en términos de completa fusión organizacional. Quizá se empiece a ver algo de cooperación y alianzas estratégicas. Pero también habría consecuencias para el ciudadano de a pie, pues aumentaría la concentración del sistema bancario, algo que muchos piensan es la causa de ineficiencias y altos costos en los servicios de los bancos del país. Habría peores condiciones, pues la menor competencia implica menores opciones bancarias para los usuarios”.
De hecho, Tamayo también insiste que, “en caso de impulsarse, la alianza GNB-Bancolombia podría llevar a un industria bancaria más concentrada y traer mayores costos para estos servicios financieros”.
Nuevo rumbo
Nutresa es un titán del mercado de alimentos: según Nielsen, 51 de cada 100 galletas que se comen en Colombia son de este conglomerado empresarial, así como el 71,4 % de las golosinas y chocolates, el 58 % de las carnes frías, el 52 % de las pastas y el 49 % del café molido. Además está en catorce países y genera 44.000 empleos.
Por su parte, Sura es el principal accionista de Bancolombia (con el 46 % de las acciones), consorcio bancario cuyos activos llegaron a $269 billones en 2021. Además, es uno de los principales jugadores de fondos de pensión por medio de Sura Asset Management (SUAM) y de seguros por medio de Suramericana.
Es claro entonces que las OPA se adentraron en dos de los principales conglomerados de Colombia y la región, que además están muy presentes en la vida y el corazón de los colombianos. Por eso hay una gran expectativa, e incluso incertidumbre, del nuevo rumbo que tomen estas empresas con el cambio de la composición accionaria y del rebalanceo de poder en las juntas directivas.
Para Tamayo, “estas OPA pueden resultar en cambios en la orientación de estas compañías que, en últimas, pueden afectar el día a día de los colombianos. Tener empresas menos preocupadas por las brechas sociales o la sostenibilidad ambiental tendría un costo para todos. En la industria de alimentos esto se puede traducir en menos interés por la nutrición y el desarrollo responsable de productos saludables. En la industria financiera, implica metas menos ambiciosas de inclusión financiera, lo cual afectaría especialmente a los de más bajos ingresos”.
Por su parte, Mejía indica que, “aunque los Gilinski logren el control de Sura y Nutresa, no creo que hagan transformaciones radicales pronto. Pero está sobre la mesa y seguramente pasaría en algún momento. Lo que impactaría a mucha gente en la medida en la que ambos grupos son algunos de los mayores empleadores del país”.
Es claro que las OPA que enfrentan a los Gilinski y al Grupo Empresarial Antioqueño es un asunto de interés nacional. El resultado de esta disputa, sea cual sea, impactará la vida de los colombianos.