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Carlos Ardila Lülle murió a casi tres meses del fallecimiento de su esposa, María Eugenia Gaviria, quien lo acompañó por casi setenta años de matrimonio; es decir, vio nacer y consolidarse la leyenda empresarial.
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A sus 91 años, dejó cuatro hijos: Carlos Julio, Antonio José, María Eugenia y María Emma. Herederos de uno de los principales conglomerados económicos de Colombia, y de una fortuna que se estima en más de US$2.300 millones según el listado 2021 de Forbes.
Carlos Julio, el hijo mayor, estudió Administración de Empresas en la Universidad Georgetown, en Washington (EE. UU.), y es el presidente de la Organización Ardila Lülle. Además, es el principal vocero de la familia, apareciendo constantemente en los eventos públicos. Por ahora, es el más opcionado a heredar la mayor parte del liderazgo de los negocios de la familia.
Antonio José tiene un MBA de la Universidad de Miami. En marzo de 2019, el presidente, Iván Duque, lo designó embajador extraordinario y plenipotenciario en la Embajada de Colombia ante el Reino Unido. Además, ha sido vicepresidente de la Organización Ardila Lülle.
María Eugenia y María Emma también trabajan en la Organización Ardilla Lülle, pero tienen perfiles menos públicos.
También se conocen dos nietos de Ardila Lülle que participan en los negocios de la familia: Juan Carlos (quien ha trabajado en proyectos en RCN) y Carolina (una de las directivas en Atlético Nacional).
Se dice que Carlos Ardila Lülle trabajó hasta último momento, pues se rumora que en los últimos días habría comprado una importante cadena de cafeterías en Colombia.