Materiales sostenibles pisan con fuerza en el calzado nacional
Entre los renglones de la industria manufacturera, el sector del calzado es uno de los que mayor crecimiento han tenido este año. El aumento de las cifras va acompañado de un cambio por parte de la industria en la aplicación de tendencias y colores.
Lucety Carreño Rojas
En 2021, los hogares colombianos gastaron $3,4 billones en zapatos, comprando más de 128 millones de pares. Es decir, en promedio, un colombiano compró 2,4 pares de zapatos el año pasado. Lo que representó el 0,38 % del gasto de un hogar, de acuerdo con cifras de Raddar (firma que mide el consumo de los hogares), Inexmoda y la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam).
Las cifras del sector también van por buen camino este año. Según el observatorio de Acicam y Raddar, el consumo de calzado en los hogares colombianos durante el primer semestre ascendió a $1,69 billones, con un aumento del 11,1 % respecto al mismo período de 2021. Entre los factores que aportaron al incremento del gasto se encuentran la reapertura del comercio presencial y el primer día sin IVA de 2022.
Además, en la industria manufacturera, el sector calzado es una de las categorías que mayor crecimiento han tenido en lo corrido del año. Entre enero y mayo, la fabricación de calzado registró un aumento en la producción del 29,2 %, en comparación con el mismo período de 2021, según el DANE.
En cuanto a exportaciones, estas sumaron US$13,8 millones, con una variación del 58,4 % en valores y un aumento del 13,1 % en cantidades, para un total de un millón de pares. Los principales destinos de exportación fueron Ecuador, Estados Unidos, Costa Rica, Perú y Chile.
Las cifras muestran un sector que está “floreciendo”, como dice Jorge Andrés Zuluaga, presidente ejecutivo de Acicam, pues tras la pandemia y el paro los empresarios tuvieron que salir de su zona de confort. “Tuvimos que revisar lo que estaba pasando en el mundo, entender y escuchar al consumidor que nos estaba pidiendo cambios en forma y color”, dijo Zuluaga.
El buen momento del calzado colombiano también se explica por factores externos causados por la pandemia, como la crisis en la cadena logística que frenó las importaciones de Asia, lo que sacó a relucir el talento local, pues no había tanta competencia, pero tampoco materias primas para crear los productos. Entonces, generó que la industria local se convirtiera en su propio proveedor de materias primas.
A paso lento, pero seguro
La pandemia permitió que la industria se replanteara su modelo tradicional y conservador y se preocupara por ofrecer una oferta distinta, que estuviera a tono con las nuevas generaciones de consumidores, pero sin dejar de lado a su clientela ya ganada.
Zuluaga dijo que, aunque aún falta mucho camino, la industria está empezando a dar esos pasos. “Es un sector que va despacio en los cambios, pero estamos implementando temas de inclusión y zapatos que se ajusten a sus condiciones anatómicas, fibras vegetales y trabajo artesanal”.
Lea también: Los mensajes en las prendas que usaron Sofía Petro y María José Pizarro
Hildebrando Peña, gerente de producto de ModaPlass, empresa caleña creada por Ricardo Rueda dedicada a la fabricación de piezas para calzado, contó que aprendieron que tras la pandemia las personas no estaban dispuestas a “sacrificar la comodidad”, así que tenían que ofrecer piezas en tendencia, que respondieran a lo que el consumidor ve en redes sociales, con estilos que generen bienestar.
“Desde hace dos colecciones estamos fabricando piezas en tendencia y estamos capacitando a los fabricantes del calzado, pues antes de la pandemia no eran receptivos. El cliente final ya quiere las tendencias, nosotros las traemos en las partes, nos falta complementar ese eslabón en el centro, a través de los fabricantes, y es parte del trabajo que estamos haciendo”, dijo Peña.
En esa línea, Rachel Eljaiek, creadora de la marca Rachel Shoes, aseguró que cuenta en su portafolio con plataformas de inspiración Versace. “En Colombia hacemos todo. Somos fashionistas y estamos a la vanguardia de la moda en paleta de colores y tendencias”. Contó, además, que su calzado es hecho con madera balso, por lo que el zapato pesa la mitad de uno convencional.
La sostenibilidad también llegó a la industria del calzado y desde estudiantes hasta grandes marcas están haciendo cambios. “Diariamente, se llevan al relleno de Doña Juana, en Bogotá, de 400 a 600 toneladas de residuos textiles a través de la red de moda circular, buscando encadenar proyectos de reciclaje, residuos del cuero y textiles con diseñadores y marcas para poner a recircular esos materiales”, aseguró Viviana Junca, ingeniera ambiental y sanitaria de la Secretaría Distrital de Ambiente, quien lidera un proyecto de moda circular que apoya los clústeres de moda de la Cámara de Comercio de Bogotá, Fenalco y de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Lo que se busca es que los empresarios desarrollen prototipos y pilotos sostenibles para crear nuevos productos con materias primas recicladas. “Queremos visibilizar a diseñadores y proyectos que trabajen en temas de innovación y en materiales orgánicos, como los que hacen suelas con excedentes de la cascarilla del arroz, los retazos de algodón y fibras naturales”, cuenta Junca.
Sin embargo, es probable que el crecimiento del sector no se mantenga por el incremento en las materias primas, la volatilidad del dólar, las tasas de interés y los fletes. “Creemos que esa desaceleración no nos hará decrecer más allá del 20 %. Este sector puede crecer al 25 %, cifra que genera empleos directos. Hemos agregado entre 60.000 y 70.000 empleos directos y eso beneficia las exportaciones”, concluyó Zuluaga.
Pese a las dificultades, la apertura del comercio con Venezuela, los problemas en la cadena logística en Asia (a los que se suma la situación entre China y Taiwán) y la guerra en Ucrania pueden ser oportunidades de la industria local para seguir fortaleciéndose.
En 2021, los hogares colombianos gastaron $3,4 billones en zapatos, comprando más de 128 millones de pares. Es decir, en promedio, un colombiano compró 2,4 pares de zapatos el año pasado. Lo que representó el 0,38 % del gasto de un hogar, de acuerdo con cifras de Raddar (firma que mide el consumo de los hogares), Inexmoda y la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam).
Las cifras del sector también van por buen camino este año. Según el observatorio de Acicam y Raddar, el consumo de calzado en los hogares colombianos durante el primer semestre ascendió a $1,69 billones, con un aumento del 11,1 % respecto al mismo período de 2021. Entre los factores que aportaron al incremento del gasto se encuentran la reapertura del comercio presencial y el primer día sin IVA de 2022.
Además, en la industria manufacturera, el sector calzado es una de las categorías que mayor crecimiento han tenido en lo corrido del año. Entre enero y mayo, la fabricación de calzado registró un aumento en la producción del 29,2 %, en comparación con el mismo período de 2021, según el DANE.
En cuanto a exportaciones, estas sumaron US$13,8 millones, con una variación del 58,4 % en valores y un aumento del 13,1 % en cantidades, para un total de un millón de pares. Los principales destinos de exportación fueron Ecuador, Estados Unidos, Costa Rica, Perú y Chile.
Las cifras muestran un sector que está “floreciendo”, como dice Jorge Andrés Zuluaga, presidente ejecutivo de Acicam, pues tras la pandemia y el paro los empresarios tuvieron que salir de su zona de confort. “Tuvimos que revisar lo que estaba pasando en el mundo, entender y escuchar al consumidor que nos estaba pidiendo cambios en forma y color”, dijo Zuluaga.
El buen momento del calzado colombiano también se explica por factores externos causados por la pandemia, como la crisis en la cadena logística que frenó las importaciones de Asia, lo que sacó a relucir el talento local, pues no había tanta competencia, pero tampoco materias primas para crear los productos. Entonces, generó que la industria local se convirtiera en su propio proveedor de materias primas.
A paso lento, pero seguro
La pandemia permitió que la industria se replanteara su modelo tradicional y conservador y se preocupara por ofrecer una oferta distinta, que estuviera a tono con las nuevas generaciones de consumidores, pero sin dejar de lado a su clientela ya ganada.
Zuluaga dijo que, aunque aún falta mucho camino, la industria está empezando a dar esos pasos. “Es un sector que va despacio en los cambios, pero estamos implementando temas de inclusión y zapatos que se ajusten a sus condiciones anatómicas, fibras vegetales y trabajo artesanal”.
Lea también: Los mensajes en las prendas que usaron Sofía Petro y María José Pizarro
Hildebrando Peña, gerente de producto de ModaPlass, empresa caleña creada por Ricardo Rueda dedicada a la fabricación de piezas para calzado, contó que aprendieron que tras la pandemia las personas no estaban dispuestas a “sacrificar la comodidad”, así que tenían que ofrecer piezas en tendencia, que respondieran a lo que el consumidor ve en redes sociales, con estilos que generen bienestar.
“Desde hace dos colecciones estamos fabricando piezas en tendencia y estamos capacitando a los fabricantes del calzado, pues antes de la pandemia no eran receptivos. El cliente final ya quiere las tendencias, nosotros las traemos en las partes, nos falta complementar ese eslabón en el centro, a través de los fabricantes, y es parte del trabajo que estamos haciendo”, dijo Peña.
En esa línea, Rachel Eljaiek, creadora de la marca Rachel Shoes, aseguró que cuenta en su portafolio con plataformas de inspiración Versace. “En Colombia hacemos todo. Somos fashionistas y estamos a la vanguardia de la moda en paleta de colores y tendencias”. Contó, además, que su calzado es hecho con madera balso, por lo que el zapato pesa la mitad de uno convencional.
La sostenibilidad también llegó a la industria del calzado y desde estudiantes hasta grandes marcas están haciendo cambios. “Diariamente, se llevan al relleno de Doña Juana, en Bogotá, de 400 a 600 toneladas de residuos textiles a través de la red de moda circular, buscando encadenar proyectos de reciclaje, residuos del cuero y textiles con diseñadores y marcas para poner a recircular esos materiales”, aseguró Viviana Junca, ingeniera ambiental y sanitaria de la Secretaría Distrital de Ambiente, quien lidera un proyecto de moda circular que apoya los clústeres de moda de la Cámara de Comercio de Bogotá, Fenalco y de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Lo que se busca es que los empresarios desarrollen prototipos y pilotos sostenibles para crear nuevos productos con materias primas recicladas. “Queremos visibilizar a diseñadores y proyectos que trabajen en temas de innovación y en materiales orgánicos, como los que hacen suelas con excedentes de la cascarilla del arroz, los retazos de algodón y fibras naturales”, cuenta Junca.
Sin embargo, es probable que el crecimiento del sector no se mantenga por el incremento en las materias primas, la volatilidad del dólar, las tasas de interés y los fletes. “Creemos que esa desaceleración no nos hará decrecer más allá del 20 %. Este sector puede crecer al 25 %, cifra que genera empleos directos. Hemos agregado entre 60.000 y 70.000 empleos directos y eso beneficia las exportaciones”, concluyó Zuluaga.
Pese a las dificultades, la apertura del comercio con Venezuela, los problemas en la cadena logística en Asia (a los que se suma la situación entre China y Taiwán) y la guerra en Ucrania pueden ser oportunidades de la industria local para seguir fortaleciéndose.