Mintic le dio un ultimátum a TIGO: ¿qué viene para la empresa?
De acuerdo con Mauricio Lizcano, ministro de las TIC, el presidente Petro pidió defender el patrimonio público y mantener el mercado de las telecomunicaciones en Colombia.
El Gobierno anunció que entraría a reorganizar Tigo si el 11 de octubre Millicom y Une no hay un acuerdo, capitalización o dilución con aprobación del Consejo para solucionar su situación financiera.
“El señor presidente ha estado muy atento. Los mensajes del Gobierno son: defender el patrimonio público; no permitir que la empresa se acabe y mantener el mercado de las telecomunicaciones en Colombia”, le dijo Mauricio Lizcano, ministro de las TIC, a Blu Radio en medio de un debate de control político en la Comisión Sexta del Senado.
Según lo reportado por la compañía, desde 2014 ha adelantado una ambiciosa estrategia para seguir creciendo en el país, lo que la ha llevado a invertir más de $1 billón al año. No obstante, estas inversiones también han estado acompañadas de deudas, que hoy la llevan a deber cerca de $3 billones.
El problema, según lo manifestado por Tigo, y lo consolidado en sus reportes financieros, es que el impacto de la pandemia, la inflación, las altas tasas de interés y demás complejidades de la macroeconomía nacional la han llevado a preocuparse por su estabilidad financiera. En otras palabras, su patrimonio ha ido cayendo mientras que sus deudas han ganado más protagonismo; si continúa esta situación el desbalance llegará a un punto en el que dejará de hacer sostenible al negocio.
Encontrar una salida pronta a esta situación no ha sido un tema sencillo, pues tras la reunión que tuvieron los directivos de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y los de Millicom International Celular S.A. (ambos accionistas de la empresa), con el ministro de las TIC Mauricio Lizcano, se llegó a la conclusión de que una forma para mantener a flote a Tigo era la capitalización de US$150 millones. Es decir, se propuso que por mitades proveyeron los recursos que está necesitando la compañía para garantizar su estabilidad financiera.
Esa iniciativa fue rechazada por EPM en la reunión que tuvo la junta directiva la semana pasada. La otra alternativa que tiene Tigo es diluir las acciones. En esta última Millicom se haría cargo de esos US$150 millones, pero la participación accionaria de EPM se reduciría considerablemente. Además, para implementar este mecanismo se necesitaría de la aprobación del Concejo de Medellín.
Es así como se llega a una tercera posible salida y es que la empresa batalle con sus actuales medios para sobrellevar esta situación, con la esperanza de que en el corto o mediano plazo la tempestad de calme. Un ejemplo de esto sería que las tasas comiencen a bajar, o que Tigo logre renegociar parte de sus contratos para encontrar tasas y plazos que se ajusten a su actual capacidad de pago.
En un detallado reporte publicado por la empresa a principios de septiembre, informó que cuenta con la capacidad para mantener su liquidez en medio de este difícil momento.
Le puede interesar: EPM no permitió la capitalización de Tigo: ¿qué dijo Millicom?
“La compañía se considera en capacidad de gestionar sus requerimientos de liquidez y recursos de capital a través del efectivo generado, así como también mediante la ejecución de las estrategias que ejecuta el Grupo para procurar mantener un adecuado nivel de liquidez, entre otras, haciendo uso de préstamos bancarios, emisiones de deuda, financiamiento con proveedores o mediante operaciones de confirming, arrendamientos financieros, el control financiero para optimizar pagos, administración adecuada del capital de trabajo y el flujo de caja del Grupo, análisis del efectivo disponible en bancos y análisis de la proyección de disponibilidad de caja futura, así mismo, se evalúan los lineamientos y políticas de administración de contratos para negociación de plazos y términos de pago”, manifestó.
Justo el lunes Tigo comunicó que a la fecha continúa prestando sus servicios con normalidad y que, de hecho, el tráfico en su red móvil y de voz ha crecido un 3 % y 6 % (respectivamente) en el último mes; mientras que su base de usuarios se incrementó un 21 %, y los servicios digitales para empresas y Gobierno un 35 %, al comparar agosto del presente año con el mismo mes de 2022. Con esto busca dar un parte de tranquilidad a los usuarios que se preocupan por la continuidad de sus servicios, pues incluso añadió que en lo que va de 2023 han destinado más de US$100 millones para el despliegue y mejoramiento de sus redes.
Antes de su eventual salida del mercado colombiano, Tigo tendría en la reorganización empresarial una última oportunidad para mantenerse a flote. Hay que recordar que este beneficio, mediado por la Superintendencia de Sociedades, le permite a las compañías renegociar sus compromisos en busca de un acuerdo que beneficie a ambas partes.
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El Gobierno anunció que entraría a reorganizar Tigo si el 11 de octubre Millicom y Une no hay un acuerdo, capitalización o dilución con aprobación del Consejo para solucionar su situación financiera.
“El señor presidente ha estado muy atento. Los mensajes del Gobierno son: defender el patrimonio público; no permitir que la empresa se acabe y mantener el mercado de las telecomunicaciones en Colombia”, le dijo Mauricio Lizcano, ministro de las TIC, a Blu Radio en medio de un debate de control político en la Comisión Sexta del Senado.
Según lo reportado por la compañía, desde 2014 ha adelantado una ambiciosa estrategia para seguir creciendo en el país, lo que la ha llevado a invertir más de $1 billón al año. No obstante, estas inversiones también han estado acompañadas de deudas, que hoy la llevan a deber cerca de $3 billones.
El problema, según lo manifestado por Tigo, y lo consolidado en sus reportes financieros, es que el impacto de la pandemia, la inflación, las altas tasas de interés y demás complejidades de la macroeconomía nacional la han llevado a preocuparse por su estabilidad financiera. En otras palabras, su patrimonio ha ido cayendo mientras que sus deudas han ganado más protagonismo; si continúa esta situación el desbalance llegará a un punto en el que dejará de hacer sostenible al negocio.
Encontrar una salida pronta a esta situación no ha sido un tema sencillo, pues tras la reunión que tuvieron los directivos de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y los de Millicom International Celular S.A. (ambos accionistas de la empresa), con el ministro de las TIC Mauricio Lizcano, se llegó a la conclusión de que una forma para mantener a flote a Tigo era la capitalización de US$150 millones. Es decir, se propuso que por mitades proveyeron los recursos que está necesitando la compañía para garantizar su estabilidad financiera.
Esa iniciativa fue rechazada por EPM en la reunión que tuvo la junta directiva la semana pasada. La otra alternativa que tiene Tigo es diluir las acciones. En esta última Millicom se haría cargo de esos US$150 millones, pero la participación accionaria de EPM se reduciría considerablemente. Además, para implementar este mecanismo se necesitaría de la aprobación del Concejo de Medellín.
Es así como se llega a una tercera posible salida y es que la empresa batalle con sus actuales medios para sobrellevar esta situación, con la esperanza de que en el corto o mediano plazo la tempestad de calme. Un ejemplo de esto sería que las tasas comiencen a bajar, o que Tigo logre renegociar parte de sus contratos para encontrar tasas y plazos que se ajusten a su actual capacidad de pago.
En un detallado reporte publicado por la empresa a principios de septiembre, informó que cuenta con la capacidad para mantener su liquidez en medio de este difícil momento.
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“La compañía se considera en capacidad de gestionar sus requerimientos de liquidez y recursos de capital a través del efectivo generado, así como también mediante la ejecución de las estrategias que ejecuta el Grupo para procurar mantener un adecuado nivel de liquidez, entre otras, haciendo uso de préstamos bancarios, emisiones de deuda, financiamiento con proveedores o mediante operaciones de confirming, arrendamientos financieros, el control financiero para optimizar pagos, administración adecuada del capital de trabajo y el flujo de caja del Grupo, análisis del efectivo disponible en bancos y análisis de la proyección de disponibilidad de caja futura, así mismo, se evalúan los lineamientos y políticas de administración de contratos para negociación de plazos y términos de pago”, manifestó.
Justo el lunes Tigo comunicó que a la fecha continúa prestando sus servicios con normalidad y que, de hecho, el tráfico en su red móvil y de voz ha crecido un 3 % y 6 % (respectivamente) en el último mes; mientras que su base de usuarios se incrementó un 21 %, y los servicios digitales para empresas y Gobierno un 35 %, al comparar agosto del presente año con el mismo mes de 2022. Con esto busca dar un parte de tranquilidad a los usuarios que se preocupan por la continuidad de sus servicios, pues incluso añadió que en lo que va de 2023 han destinado más de US$100 millones para el despliegue y mejoramiento de sus redes.
Antes de su eventual salida del mercado colombiano, Tigo tendría en la reorganización empresarial una última oportunidad para mantenerse a flote. Hay que recordar que este beneficio, mediado por la Superintendencia de Sociedades, le permite a las compañías renegociar sus compromisos en busca de un acuerdo que beneficie a ambas partes.
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