Musk compra Twitter y ¿después qué hará con la empresa?
No resulta del todo claro, más allá del cuestionable discurso de la libertad de expresión, por qué Elon Musk quiere meterse en la aventura financiera de comprar Twitter. ¿Cuáles son sus planes para la plataforma?
¿Por qué el hombre más adinerado del mundo quiere comprar Twitter? Visto de otra forma, ¿por qué un magnate de la industria quiere adquirir un negocio que, pese a su peso en la opinión pública y su preponderancia en la esfera tecnológica, no parece ser el mejor negocio de todos?
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¿Por qué el hombre más adinerado del mundo quiere comprar Twitter? Visto de otra forma, ¿por qué un magnate de la industria quiere adquirir un negocio que, pese a su peso en la opinión pública y su preponderancia en la esfera tecnológica, no parece ser el mejor negocio de todos?
Bueno, parte de la respuesta detrás de las intenciones de Elon Musk (Ceo de Tesla y fundador de SpaceX) es ser un defensor de la libertad de expresión en Twitter, liberar la red de la censura a la que está sometida la opinión pública, en pocas palabras.
Puede ver: La historia de Twitter, el paso a paso de startup a plataforma global
Todos enunciados peligrosos y problemáticos, con sus propios abismos éticos y tecnológicos. Pero, más allá de esta suerte de bravuconería pública, los planes de Musk con Twitter no resultan del todo claros, más aún en lo que tiene que ver con el aspecto financiero de todo el negocio.
Primero, algo de contexto: ¿qué es lo que quiere hacer Elon Musk con Twitter?
A finales del mes pasado, Musk logró que fuera aceptada una oferta por US$44.000 millones para comprar Twitter y privatizarla; actualmente, es una compañía que se negocia públicamente en el mercado de acciones.
La transacción que propuso Musk equivale a un valor, por acción, de US$54,20.
El negocio implicaría que Musk tendría un control casi absoluto sobre la compañía, que hoy tiene que estar sometida a un mayor escrutinio financiero por cotizarse públicamente; además, malas o impopulares decisiones suelen ser castigadas con bajas en el precio de las acciones, una especie de seguro (muy volátil y problemático también) en contra de giros bruscos en el timonel de la empresa.
Con esto claro, pocos detalles han emergido acerca de qué es lo que quiere hacer Musk con Twitter, pero de acuerdo con la documentación requerida para cerrar el negocio, las metas financieras del multimillonario comienzan a ser más claras.
De acuerdo con información de The Wall Street Journal, la compañía permanecería privada durante tres años antes de salir a bolsa nuevamente.
Esta propuesta haría parte de una serie de metas que Musk presentó ante potenciales inversionistas, que necesita para ayudar a financiar la compra de la plataforma.
De contexto: ¿Por qué resulta problemática la visión que Elon Musk tiene de Twitter?
Aunque no se ofrece un camino claro sobre el cómo ejecutaría su visión, estos son los puntos principales de la estrategia de Musk, según una versión filtrada de la presentación:
-Más entradas, menos avisos: la plataforma llegaría a US$26.400 millones en ingresos para 2028, lo que significaría una quintuplicación en este rubro (US$5.000 millones en 2021). Esto se haría de la mano de una reducción de 50 % en la dependencia de la publicidad.
-Suscripciones: el documento asegura que en 2028, la publicidad generará sólo US$12.000 millones, mientras que las suscripciones llegarían a US$10.000 millones. No está claro cuál sería el modelo de suscripciones, pero algunos rumores han señalado que los planes de cobro irían de la mano de la audiencia a la que llega cada cuenta: entre más grande, más pagaría.
-Más dólares por cada usuario: con estos cambios, entre otras estrategias, Musk espera que cada usuario le entregue a la plataforma poco más de US$30; el valor actual es de cerca de US$25.
-Usuarios, más usuarios: para 2028, Musk espera llegar a 931 millones de usuarios a nivel global. La plataforma registró 217 millones el año pasado.
-Sorpresa, sorpresa: en la presentación se habla de un nuevo producto, llamado X, que tendría más de 100 millones de usuarios para 2028. ¿De qué nuevo producto está hablando Musk? No se sabe con certeza, aunque en otros momentos ha hablado de cosas como servicios por suscripción o incluso una versión de la plataforma sin publicidad.
-Despidos y contrataciones: una de las primeras medidas que Musk, al parecer, tomaría, sería reestructurar la planta de empleados. Para este año, el número de trabajadores en la compañía podría llegar hasta los 9.200; actualmente hay 7.500. Pero en 2023 este número volvería a bajar para volver a subir en 2025. Más allá de las cifras específicas, el plan incluye, bajo cualquier perspectiva, varios remezones laborales al interior de la empresa.
-Bienvenido, Trump: además de estos detalles, Musk aseguró este martes que le daría reversa a la suspensión que tiene el expresidente Donald Trump en Twitter, que le fue impuesta luego de los disturbios en el Capitolio de EE.UU., en enero de 2021.
¿Cómo financiará la compra?
Parte de los retos/problemas alrededor de la jugada que quiere completar Musk residen en cómo va a financiar su compra, que en parte es con préstamos garantizados contra su propiedad de Tesla, dinero propio y, claro, inversionistas.
Hace pocos días, el cofundador de Tesla reestructuró su compleja oferta de compra al obtener US$7.100 millones en compromisos de capital de los inversionistas. También redujo a la mitad el tamaño de un préstamo de margen récord acordado el mes pasado con una serie de bancos de inversión.
El gran debate: La libertad de expresión, según Musk
Como resultado, Musk está significativamente menos expuesto a cualquier posible volatilidad del mercado. Antes de esto, el multimillonario necesitaba que Tesla se mantuviera por encima de los US$837 por acción para contar con los US$62.500 millones para garantizar el préstamo de margen de US$12.500 millones cuando se financie por primera vez. Ahora, Tesla necesita ubicarse en US$419 por sus acciones disponibles para asegurar el préstamo más pequeño de US$6.250 millones.
El resultado directo de esto es un refuerzo en el optimismo de que Musk pueda completar la transacción. En otras palabras, es más viable financieramente.
La compra de Twitter por US$44.000 millones de Musk se basó originalmente en US$21.000 millones de capital que él tiene que aportar y US$12.500 millones en préstamos de margen garantizados por sus acciones de Tesla.
Después de vender US$8.500 millones en acciones del fabricante de automóviles eléctricos para ayudar a recaudar efectivo, no era obvio que su participación restante fuera suficiente para asegurar el préstamo de margen. Incluso si lo fuera, se quedaría cubriendo una enorme carga de deuda con sus tenencias de Tesla apalancadas.
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