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Los capitalistas de riesgo están invirtiendo dinero en startups latinoamericanas como nunca antes, creando nuevos gigantes regionales, pero planteando preguntas sobre si las valoraciones vertiginosas se pueden mantener a medida que las economías regionales se desaceleran.
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Se avecina una prueba importante: el banco digital brasileño Nu Holdings, el unicornio más grande de la región, planea realizar una Oferta Pública Inicial (OPI) el próximo mes e intentará debutar al doble de la valoración de US$25.000 millones que logró en enero.
Si bien el éxito sería una bendición para sus inversionistas, incluido Berkshire Hathaway Inc. de Warren Buffett, también ha atraído el escrutinio a medida que los competidores buscan capturar parte de esa buena fortuna para sí mismos. La OPI de Nubank, como se conoce a la empresa, se utilizará como punto de referencia para muchas transacciones futuras.
“Los inversionistas de capital privado están comprando la idea de que las startups, empoderadas por la tecnología, pueden crecer fuertemente de forma independiente del desempeño económico de una nación”, dijo Pedro Pereira, director de tecnología para América Latina del negocio de banca de inversión de Bank of America Corp. “Pero las empresas deben tener en cuenta el punto de inflexión en su trayectoria a medida que programan sus OPI en una ventana en la que también hay un crecimiento por delante para los inversionistas en empresas que cotizan en bolsa”.
Startups multimillonarias, como el proveedor de servicios de entrega Rappi, el revendedor de autos usados Kavak y el corredor de bienes raíces digitales QuintoAndar, ya han dicho que podrían realizar una OPI. Las fintechs latinoamericanas también podrían seguir el camino de Nubank, incluida C6 Bank, respaldada por JPMorgan Chase & Co.; Banco Neon, que cuenta con el respaldo de General Atlantic; o la firma mexicana de pagos Clip, en la que SoftBank Group Corp. tiene una participación.
Pero esas empresas saldrían a bolsa justo cuando la economía de América Latina se desacelera y se espera que el producto interno bruto crezca un 2,5% el próximo año, por debajo del 6,7% de este año, y cuando la estimación promedio del PIB mundial es de 4,4%, según datos compilados por Bloomberg. Las previsiones para Brasil, la mayor economía de la región, son aún más débiles, de una expansión de 1,8%.
A pesar de la desaceleración económica esperada, la región experimentó un aumento de las inversiones privadas en startups en 2021, aunque los mercados bursátiles no lograron mantenerse al día. Las startups de la región recaudaron un récord de US$14.100 millones en capital privado este año hasta el 12 de noviembre, más del triple de la cantidad obtenida en todo 2020, según PitchBook. Esas empresas reunieron tres veces más a través de los mercados de capital privado que a través de las bolsas de valores públicas, ya sea a nivel local o en Estados Unidos, según Pereira, de Bank of America. Para las empresas con sede en EE.UU., la proporción se acercó a 1,5 veces.
Nubank busca recaudar más de US$3.000 millones en una OPI que podría valorarlo en US$50.600 millones, según documentos regulatorios, más que cualquier otra institución financiera en América Latina. Si bien los bancos tradicionales de la región, como Itaú Unibanco Holding SA, son altamente rentables, con retornos sobre el capital de casi el 20%, Nubank registró una pérdida de US$99,1 millones en los nueve meses hasta septiembre.
“Las startups tecnológicas pueden tener estructuras de costos mucho más eficientes que las tradicionales, por lo que los inversionistas son bastante racionales cuando consideran tasas de retorno más altas en el futuro”, dijo Eduardo Miras, director de banca de inversión de Citigroup Inc. en Brasil, quien declinó realizar comentarios sobre acuerdos específicos.
Con casi 700 millones de personas y el 8% de la población mundial, América Latina ha demostrado ser un entorno casi ideal para las startups que buscan desplazar a las empresas establecidas. Los servicios financieros son costosos y solo están disponibles para una fracción de la población, existen barreras burocráticas en todas partes y un alto porcentaje de personas posee teléfonos móviles.
Los unicornios latinoamericanos de capital privado se han vuelto tan valiosos que los mercados públicos locales ahora son demasiado pequeños para ellos. Nubank presentó su oferta pública inicial en EE.UU. con una valoración de US$30.000 millones, alcanzada en su última ronda de inversiones privadas realizada en junio. La firma brasileña, que también tiene negocios en México y Colombia, es el noveno unicornio más grande del mundo, según CB Insights.
“Los mercados de EE.UU. son los más grandes y líquidos del mundo, mucho más profundos que cualquier otro”, dijo Eduardo Méndez, jefe de ventas de renta variable y mercados de capital accionario para América Latina en Morgan Stanley. Otra ventaja: las empresas con planes de expansión global y de adquisición potencial de otras compañías fuera de su país de origen pueden recaudar fondos en dólares, dijo.
En EE.UU., también es más fácil para los inversionistas mantener una participación de control con acciones de Clase A y B. El cofundador de Nubank David Vélez, por ejemplo, tendrá una participación con derecho a voto del 75% después de la OPI, según el prospecto.
El año que viene, incluso la determinación de los inversionistas de capital privado se pondrá a prueba. Brasil está listo para celebrar elecciones presidenciales que se espera que traigan volatilidad. En México, las vulnerabilidades también se están acumulando, incluido el aumento de la deuda pública. Y las tasas de interés en todo el mundo están subiendo a medida que los bancos centrales intentan contener la inflación, lo que perjudica especialmente a las acciones de empresas que cuentan con un alto crecimiento futuro.
“Si la volatilidad y la incertidumbre en los entornos macroeconómico y político aumentan en 2022, los inversionistas pueden reducir las expectativas de valoración, particularmente en los mercados privados menos líquidos”, dijo Méndez.