Petro no le puso freno de mano a la negociación con OXY: presidente de Ecopetrol
De acuerdo con el presidente Ricardo Roa, el proyecto no era viable y hubiera costado US$3.700 millones, que es la mitad de lo que valió el proyecto Reficar.
Durante la rueda de prensa sobre los resultados del primer semestre de Ecopetrol, Ricardo Roa, presidente de la empresa, negó que el presidente Gustavo Petro hubiera frenando el proyecto Oslo, negocio con OXY, para ampliar las operaciones de fracking de la compañía en Estados Unidos.
“No es cierto que la junta directiva hubiera tomado una decisión a favor del proyecto y que fue reversado o que tuvo un ‘freno de mano’ por parte del presidente Petro. Había un riesgo grande con el proyecto y retractarnos hubiera salido muy costoso”.
Sin embargo, mencionó que el Ministerio de Hacienda no dio el aval por la capacidad de endeudamiento. “El ministro de Hacienda (Ricardo Bonilla) dijo que no vio ninguna posibilidad para ese negocio. Endeudarse con US$1.700 millones cuando tenemos un presupuesto al que le falta el 100 % de su financiación para el otro año y cuando la deuda externa está generando una presión importante fueron razones suficientes. La decisión final de la junta directiva fue no hacerlo“, aseguró Roa.
De acuerdo con el presidente, el proyecto hubiera costado US$3.700 millones, que es la mitad de lo que costó el proyecto Reficar, lo mismo que le valió al Grupo Ecopetrol su participación en ISA y es dos veces de lo que se pagó por Isagen en 2016. No era cualquier negocio, era de un tamaño relevante”, dijo Roa.
De acuerdo con Roa, la adquisición no estaba en el plan referencial de inversión para los tres años (2024 -2026) y tampoco estaba en el plan de inversión aprobado por la junta para 2024. Se trató de una oportunidad que se abrió el año pasado cuando OXY hizo el anuncio de adquirir el 100 % de los activos de CrownRock presentes en la cuenca Permian.
Se hicieron los análisis pertinentes en el comité de inversiones, mesas de trabajo y “luego de ir y volver en marzo le hicimos el anuncio a OXY de entrar en conversaciones para evaluar la posibilidad de participar en el negocio”, contó Roa.
“Era un aliado de lujo, quién no quiere estar aliado con Buffet. Los números del proyecto eran muy buenos, era una oportunidad interesante. Seguiremos considerando a OXY como un gran aliado y tenemos varios proyectos con ellos en el país. Tenemos vigente el contrato que tenemos en alianza con ellos. Nuestra relación permanece, sigue abierta y en desarrollo”, dijo Roa.
Según el presidente, nadie ha cuestionado que el negocio le hubiera representado buenos ingresos a la compañía, “era una oportunidad interesante, pero el tamaño de la inversión era tan grande que a la empresa le hubiera tocado pedir un endeudamiento público por el total de la inversión”. Incluso la calificadora de riesgos Moody’s advirtió sobre los riesgos del negocio.
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Durante la rueda de prensa sobre los resultados del primer semestre de Ecopetrol, Ricardo Roa, presidente de la empresa, negó que el presidente Gustavo Petro hubiera frenando el proyecto Oslo, negocio con OXY, para ampliar las operaciones de fracking de la compañía en Estados Unidos.
“No es cierto que la junta directiva hubiera tomado una decisión a favor del proyecto y que fue reversado o que tuvo un ‘freno de mano’ por parte del presidente Petro. Había un riesgo grande con el proyecto y retractarnos hubiera salido muy costoso”.
Sin embargo, mencionó que el Ministerio de Hacienda no dio el aval por la capacidad de endeudamiento. “El ministro de Hacienda (Ricardo Bonilla) dijo que no vio ninguna posibilidad para ese negocio. Endeudarse con US$1.700 millones cuando tenemos un presupuesto al que le falta el 100 % de su financiación para el otro año y cuando la deuda externa está generando una presión importante fueron razones suficientes. La decisión final de la junta directiva fue no hacerlo“, aseguró Roa.
De acuerdo con el presidente, el proyecto hubiera costado US$3.700 millones, que es la mitad de lo que costó el proyecto Reficar, lo mismo que le valió al Grupo Ecopetrol su participación en ISA y es dos veces de lo que se pagó por Isagen en 2016. No era cualquier negocio, era de un tamaño relevante”, dijo Roa.
De acuerdo con Roa, la adquisición no estaba en el plan referencial de inversión para los tres años (2024 -2026) y tampoco estaba en el plan de inversión aprobado por la junta para 2024. Se trató de una oportunidad que se abrió el año pasado cuando OXY hizo el anuncio de adquirir el 100 % de los activos de CrownRock presentes en la cuenca Permian.
Se hicieron los análisis pertinentes en el comité de inversiones, mesas de trabajo y “luego de ir y volver en marzo le hicimos el anuncio a OXY de entrar en conversaciones para evaluar la posibilidad de participar en el negocio”, contó Roa.
“Era un aliado de lujo, quién no quiere estar aliado con Buffet. Los números del proyecto eran muy buenos, era una oportunidad interesante. Seguiremos considerando a OXY como un gran aliado y tenemos varios proyectos con ellos en el país. Tenemos vigente el contrato que tenemos en alianza con ellos. Nuestra relación permanece, sigue abierta y en desarrollo”, dijo Roa.
Según el presidente, nadie ha cuestionado que el negocio le hubiera representado buenos ingresos a la compañía, “era una oportunidad interesante, pero el tamaño de la inversión era tan grande que a la empresa le hubiera tocado pedir un endeudamiento público por el total de la inversión”. Incluso la calificadora de riesgos Moody’s advirtió sobre los riesgos del negocio.
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