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La aerolínea Delta Airlines admitió que algunos de sus aviones han volado con motores que utilizaban componentes “pirata”. Una revelación que permite entender las dimensiones de un problema que está afectando a varias compañías aéreas de todo el mundo.
Los componentes sospechosos sólo fueron ubicados en un motor de los aviones que volaron, dijo el martes un portavoz de Delta Air Lines, que se rehusó a decir exactamente cuántos aviones y motores se vieron afectados. De acuerdo con la aerolínea, el anuncio tiene que ver con una nueva evaluación interna sobre las piezas no certificadas, que han sido vinculadas a un distribuidor británico que ya está siendo investigado.
Delta Air Lines y otras compañías aéreas han revelado que los motores de su flota utilizaban piezas distribuidas por AOG Technics Ltd., una empresa con sede en Londres que está siendo investigada por los organismos reguladores por la venta de componentes con registros de aeronavegabilidad falsificados.
Los componentes no certificados se utilizaban en un popular tipo de motor a reacción fabricado por CFM International Inc, una empresa conjunta de General Electric Co. y Safran SA.
American Airlines Group Inc., Southwest Airlines Co., Virgin Australia Airlines Pty. y United Airlines Holdings Inc., entre otras aerolíneas, han encontrado los componentes sospechosos en los motores de sus flotas.
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Así se descubrió la venta de piezas “piratas”
El mes pasado, tras una alerta anterior similar de los reguladores europeos, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) advirtió a las aerolíneas estadounidenses y a otras empresas del sector sobre la venta de piezas con documentación de aeronavegabilidad falsificada. Estas acciones desencadenaron una búsqueda mundial de registros para localizar los componentes suministrados por AOG, que, según los reguladores, debían retirarse de los motores inmediatamente.
Safran ha declarado que fue alertada originalmente por un proveedor europeo de mantenimiento de aeronaves, que preguntó por una pieza que parecía tener un origen sospechoso.
El mes pasado, un juez en Londres ordenó a AOG que entregara registros para ayudar a identificar otras piezas sospechosas después de que GE y Safran presentaran una demanda en la que solicitaban documentos relativos a “todas y cada una de las ventas de productos”.
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